El Mewing es una técnica revolucionaria que ha ganado popularidad en los últimos años por sus supuestos beneficios para mejorar la estética facial y la postura de la mandíbula. Aunque originalmente fue desarrollado por el ortodoncista británico Dr. John Mew, este método ha capturado la atención de muchas personas que buscan una alternativa no invasiva para mejorar su apariencia facial.
Entonces, ¿qué es exactamente el Mewing? En pocas palabras, se trata de una técnica que consiste en ejercitar los músculos faciales y mantener una correcta postura bucal y lingual en todo momento. Se enfoca en mantener la lengua en la parte superior de la boca, justo detrás de los dientes frontales, y evitar la presión hacia abajo. Al hacerlo, se afirma que se puede lograr una mejora en la alineación de los dientes, el contorno facial y la mandíbula.
Consejos y técnicas útiles para practicar mewing
Alinea tu postura: Es importante mantener una buena postura corporal en general, ya que esto afecta directamente la posición de la mandíbula. Mantén la cabeza en alto, los hombros hacia atrás y evita encorvarse.
Coloca la lengua correctamente: Coloca la punta de la lengua en el techo de la boca, justo detrás de los dientes frontales superiores. La presión debe ser suave y constante, pero no excesiva.
Respiración nasal: Respira por la nariz en lugar de la boca siempre que sea posible. Esto ayudará a fortalecer los músculos faciales y promoverá un desarrollo facial más armonioso.
Evita malos hábitos: Elimina hábitos como chuparse el dedo, morderse las uñas o morder objetos. Estos hábitos pueden afectar negativamente la posición de la mandíbula y el desarrollo facial.
Ejercita los músculos faciales: Realiza ejercicios faciales regulares, como abrir y cerrar la boca lentamente, hacer muecas y movimientos laterales con la mandíbula. Esto ayudará a fortalecer los músculos y a mejorar la apariencia facial.
Es importante tener en cuenta que el Mewing no es una técnica que produzca resultados inmediatos, ya que requiere de tiempo y práctica constante para notar cambios significativos. Cada persona es única y los resultados pueden variar, por lo que es fundamental tener paciencia y mantener una rutina constante.