Sole Ajad
En esta nota te damos algunas claves de estilo para elegir los ejemplares que no fallan.
Sole Ajad
Inaugurado el último mes de este año tan diferente y extraño. Puede que la Navidad no sea tan brillante ni tan entrañable como suele ser, pero no por ello hemos de abandonar todo atisbo de ilusión.
Más bien al contrario, ahora es todavía más importante encontrar el espíritu de las celebraciones navideñas. Por eso te proponemos decorar tu casa con plantas y flores frescas y naturales, para recuperar la esencia de lo auténtico.
Existe un motivo importante para elegir plantas y flores naturales para decorar la casa en Navidad: aportan un frescor y una autenticidad difíciles de conseguir con ejemplares artificiales, si bien es cierto que existen modelos de gran realismo, fabricados con materiales de primera calidad.
Las especies naturales nos aportan algo esencial que difícilmente transmiten las plantas artificiales: despiertan en nosotros emociones y sentimientos. El aroma, la textura, la forma en que se refleja el paso de los días en las flores… Son pequeños detalles que aportan valor y autenticidad a los ejemplares naturales.
El mundo vegetal nos ofrece un largo repertorio de plantas y flores adecuadas para decorar en Navidad. Desde Interflora recomiendan elegir ejemplares resistentes, capaces de aguantar sin marchitarse hasta enero.
En lo que a ramas verdes se refiere, podemos optar por diferentes variedades de pino y abeto, eucalipto, tuya, etc. También por especies muy navideñas como el acebo o el muérdago. Todas ellas son perfectas para componer guirnaldas, para colocar en un jarrón o para adornar la mesa de celebración.
El árbol de Navidad es la estrella de la decoración en esta época mágica. Una gran idea, muy sostenible además, es elegir un ejemplar natural que aportará ese matiz de autenticidad que marca la diferencia.
Elige una especie de pino o abeto, opta por un tamaño acorde al lugar donde vas a colocarlo (elige una ubicación luminosa), y riégalo cada cierto tiempo poniendo un poco de agua en la base (un par de veces serán suficientes).
Hazte con un árbol con raíces, para después poder replantarlo si tienes el lugar adecuado. También puedes consultar si en tu ciudad existe un servicio municipal de recogida de árboles de Navidad, o llevarlo a un vivero donde puedan darle una segunda oportunidad.
El año que ahora termina ha sido duro y difícil, pero si ha traído algo positivo ha sido la oportunidad de darnos cuenta de lo que realmente importa; el valor de las pequeñas cosas que nos hacen felices, y cuánto las echamos de menos si nos faltan.
Por eso, en esta Navidad atípica es una gran idea tratar de recuperar la esencia, lo auténtico. En materia de decoración es tendencia emplear elementos vegetales naturales y, sobre todo, hacerlo sin perder glamour. Triunfa la mezcla entre lo hogareño, lo silvestre y lo elegante: un mix que no falla. "Es momento de crear hogar, pero sin perder de vista la naturaleza".
Puede que la primavera sea la estación de las flores, pero eso no quiere decir que no triunfen en Navidad. El invierno nos ofrece plantas con flor maravillosas, capaces de llenar tu casa de magia y color.
De hecho, pocas cosas reúnen tanta belleza como un jarrón con flores de invierno. Es importante elegir flores de larga duración, que no se marchiten enseguida.
Opta por especies como las brasicas (un ejemplo es la Brassica oleracea o col ornamental), capaces de aguantar en buen estado bastantes días. También es buena idea elegir alguna variedad de Symphoricarpos, como la baya de nieve (Symphoricarpos racemosus), un arbusto que en invierno se llena de pequeñas bolitas o bayas de color rosa pálido.
Para acertar combina este tipo de ejemplares con rosas o margaritas y crea bellas composiciones a tu estilo.
Sentarnos con aquellos a quienes queremos en torno a una mesa festiva es uno de los grandes placeres de la Navidad. Y para hacer de ese momento algo único y especial, no pueden faltar los detalles florales o vegetales que engalanen la mesa como merece la ocasión.
Puedes optar por un centro de flores, creado a partir de elementos silvestres: ramas (de pinsapo, acebo o muérdago), piñas, algunas flores (Amarillis, rosas, etc.) y unos detalles ornamentales como velas o bolas de Navidad. Lo importante es que la decoración de la mesa refleje tu propio estilo.
- A la hora de elegir centros de mesa, procura que no sean demasiado altos, para que no dificulten la visión de los comensales.
- Evita las flores o ramas muy perfumadas. En la mesa es mejor optar por especies que no destilen un olor muy fuerte. Así no interferirán con los aromas de los alimentos que se van a degustar.
- No combines demasiados colores. Elige pocos y procura que estén en armonía con el resto de elementos de la mesa: vajilla, mantelería, cristalería, etc.
Es todo un clásico. En cuanto la Navidad hace su aparición en nuestros hogares, la Poinsetia o flor de Pascua llega con ella para traernos sus bellos colores, rojo y verde.
Se trata de una planta muy especial que, además, es fácil de cultivar en interiores. Búscale un lugar luminoso, aléjala de los radiadores (el calor excesivo podría estropearla), riégala con moderación y disfruta de su esplendor.
¿Has preparado un precioso jarrón con flores y quieres que te duren mucho tiempo? Para conseguirlo tienes a tu alcance dos trucos que funcionan.
Comienza por añadir al agua del florero un conservante específico (de venta en floristerías y tiendas especializadas) o, en su defecto, una cucharada de azúcar. A pesar de estar cortadas, las flores aprovecharán esos nutrientes y tardarán más en marchitarse.
Por otro lado, es importante cambiar el agua del jarrón cada dos días.
La belleza de las flores es efímera. Un vez cortadas, se van marchitando poco a poco de manera irremediable. Sin embargo, existen algunas cosas que podemos hacer para que las flores o las ramas naturales nos duren más tiempo en buen estado.
Desde Interflora nos aconsejan encontrar un buen lugar para ellas. Si has elegido ejemplares sin agua para decorar tu casa esta Navidad es fundamental que las alejes de cualquier fuente de calor, ya sean radiadores, estufas o la propia chimenea. El calor acelera el proceso y se ajarán antes.
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