La técnica preferida por estilistas para dar luz al cabello sin arruinarlo
Las babylights se imponen como la opción más elegida para quienes buscan un cambio sutil, natural y de bajo mantenimiento. Conocé cómo se aplican, qué beneficios ofrecen y por qué cuidan la salud del pelo.
El acabado natural de las babylights, ideal para un look fresco y luminoso.
En el universo de la coloración capilar, cada año surgen nuevas técnicas que prometen transformar el cabello sin comprometer su salud. Sin embargo, no todas logran mantenerse en el tiempo. Una de las que sí lo ha hecho es la técnica de babylights, una forma sutil de aclarar el cabello que aporta luz, movimiento y naturalidad, sin recurrir a procesos agresivos.
Pensada para quienes desean un cambio visible pero delicado, esta tendencia se ha convertido en una de las favoritas tanto entre estilistas como entre clientas que buscan renovar su imagen sin renunciar al cuidado del pelo.
¿Qué son las babylights?
Las babylights son mechas ultrafinas que imitan el efecto que el sol genera naturalmente en el cabello de los niños. De ahí su nombre. A diferencia de otras técnicas más marcadas, este método trabaja con secciones muy pequeñas del cabello, que se aclaran apenas uno o dos tonos por encima del color base.
Reflejos delicados que se integran al color base sin contraste.
Este enfoque permite lograr un resultado natural, sin contrastes bruscos ni marcas visibles, lo que las hace ideales para cualquier tono de cabello, desde rubios hasta castaños oscuros. Además, al ser tan sutiles, iluminan el rostro y dan profundidad al peinado sin que parezca teñido.
Un punto a favor de las babylights es que minimizan el daño. Al trabajar sobre pequeñas secciones y con una aclaración suave, se evita el uso excesivo de productos químicos agresivos, lo que ayuda a conservar la salud y la estructura del cabello.
Cómo se aplican y qué esperar del resultado
El proceso de aplicación de las babylights requiere técnica, paciencia y precisión. Un estilista profesional selecciona mechones muy finos de cabello, los separa con papel aluminio y aplica el producto aclarador en zonas estratégicas, con el objetivo de lograr una fusión casi imperceptible entre el color natural y las mechas.
Una técnica que aporta dimensión y brillo a cualquier tono de pelo.
El tiempo total dependerá de la longitud, densidad y tono del cabello, pero por lo general es una técnica que requiere una sesión extensa. Aun así, el resultado final —una melena con reflejos suaves, luminosos y sin líneas duras de crecimiento— lo justifica por completo.
Bajo mantenimiento y cuidados simples
Uno de los grandes atractivos de las babylights es su bajo mantenimiento. Como se integran de manera tan natural con el tono base, el crecimiento del cabello no genera líneas visibles, lo que permite espaciar los retoques sin afectar el aspecto general del peinado.
Se sugiere un retoque ligero cada 8 semanas, y uno más completo entre las 12 y 14 semanas, dependiendo del ritmo de crecimiento y el efecto buscado. Para mantener el color y el brillo, es recomendable usar productos diseñados para cabello teñido, reducir el uso de calor extremo, y proteger el cabello del sol con productos con filtro UV.
Las babylights son mucho más que una tendencia pasajera. Se trata de una técnica versátil, elegante y saludable que devuelve al cabello el brillo natural, aportando un aire fresco, luminoso y moderno sin poner en riesgo su vitalidad.
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