La delgadez extrema está de moda: cómo impacta en la salud de las personas
Las profesionales Laura Luna y Belén Fernández brindaron información acerca de cómo la sociedad influye en la generación de trastornos de la conducta alimentaria.
El regreso a ideales de belleza extremos en las redes sociales contribuye al aumento de los TCA.
Igual que las tendencias, los cuerpos de las mujeres también entran y salen de moda. En las últimas décadas, hemos presenciado un ciclo constante de idealización de figuras, desde la voluptuosidad de las supermodelos de los ‘80 hasta la delgadez extrema de las celebridades de los ‘90 y principios de los 2000, para luego dar un giro hacia la aceptación del cuerpo y la diversidad en la era de las redes sociales.
Sin embargo, un preocupante regreso a la delgadez extrema está ganando fuerza, impulsado por la cultura de las redes sociales y la nostalgia por una época pasada. Este resurgimiento desencadena un alarmante aumento de trastornos de la conducta alimentaria, patologías que padecen cerca de 70 millones de personas en el mundo, reportándose la muerte de una persona cada 62 minutos como consecuencia de las mismas.
Para tratar la temática, Nosotros entrevistó a Laura Luna y Belén Fernández, psicóloga y nutricionista del equipo Lazos. Las profesionales brindaron información acerca de cómo la moda y la cultura popular influyen en la percepción del cuerpo femenino, así como también nos enseñaron a abordar el tratamiento de los trastornos alimenticios de manera correcta.
Qué es un TCA
Laura Luna, psicóloga especializada en el tema, definió a los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) como “desórdenes en la alimentación como consecuencia de múltiples factores”. Estos pueden ser “el miedo engordar, el seguir un patrón social de cuerpo, la necesidad de validez externa”.
Además, agregó que también influye “la baja autoestima, la dificultad de resolver situaciones, conflictos familiares y la sociedad”. “Todos esos factores confluyen para que una persona empiece a tener conductas alimentarias cada vez más organizadas, hasta transformarse en una obsesión”, explicó Luna.
El tratamiento de los TCA requiere un enfoque interdisciplinario que integre psicología y nutrición.
Los TCA que se presentan con más frecuencia son la bulimia y la anorexia. Sin embrago, también existen otros, que si bien no son tan comunes, significan un problema igualmente grave. Entre ellos, la ortorexia “obsesión por las comidas saludables, comidas fit”, y vigorexia, u “obsesión por ver un cuerpo más marcado, de gimnasio”, detalló Luna.
“Lo que los une a todos es la obsesión por el cuerpo, la presión por la comida, que el hecho de subir o bajar de peso esté totalmente ligado a mi autoestima y a mi estado del ánimo”, aclaró la profesional.
A quiénes afectan
La nutricionista Belén Fernández informó que los trastornos de la conducta alimentaria afectan principalmente en la adolescencia, debido a que “es una etapa de mucha vulnerabilidad, donde está en formación la personalidad”. Sin embargo, también se puede presentar en la edad adulta y en la infancia. “Estamos viendo hace unos años que ha bajado la edad de inicio a los trastornos alimentarios a los ocho, nueve años”, agregó.
Las profesionales coincidieron en que las mujeres son más afectadas por este comportamiento obsesivo que los hombres: “La mujer siempre es más condenada socialmente, tiene que seguir estereotipos desde hace muchos años”, consideró la psicóloga. Aseguran que la sociedad tiene una mirada más crítica y constante acerca del cuerpo femenino.
Fernández observó que “ha bajado la edad de inicio a los trastornos alimentarios a los ocho, nueve años” en los últimos años.
Sin embargo, los hombres también lo padecen, pero queda invisibilizado: “Estadísticamente no se puede comprobar, porque el hombre consulta menos. Le da más vergüenza decir que está obsesivo con su cuerpo, con la comida, o que se mata en el gimnasio”, advirtió Luna.
Moda y redes sociales
Si bien los trastornos de la conducta alimentaria son formas patológicas de relacionarse con la alimentación que atraviesan a personas particulares, la sociedad es un factor esencial que influye en el desencadenamiento de las mismas. El regreso del 90-60-90, romantizado en las redes sociales e impuesto por la mirada crítica de las personas, alerta a las profesionales.
La psicóloga responsabilizó a nuestra sociedad, a la que caracterizó como demasiado superficial y exigente con la figura corporal: “Somos muy críticos y ponemos el cuerpo y la moda como aspecto principal a la hora de caracterizar o describir una persona. A los argentinos nos caracteriza este gen de que tenemos que ser físicamente perfectos”, aseguró Luna.
Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) afectan la relación con la comida y el cuerpo.
Los medios de comunicación históricamente han ayudado a la implantación de estos estándares, al promover estereotipos que imponen un determinado cuerpo “válido” o “de moda” al que las personas deben aspirar a tener. En la actualidad, la masividad de las redes promueven estos estándares de belleza y permiten la comparación masiva con otros cuerpos.
En este sentido, Belén Fernández aseguró que “antes no teníamos tanta exposición. Vos te veías tus amigas en el club, en la escuela. Ahora, a través de las redes sociales, existe una necesidad constante de validación del otro sobre la foto que vos subiste. Eso también genera dependencia donde hay una autoestima baja”.
La psicóloga Laura Luna coincidió con este planteo, y señaló el rol de los influencers en la creación de espacios que fomentan la perpetuación de estos mandatos: “Si yo veo que todas las influencers que sigo tienen determinado cuerpo y tienen un estilo de vida de mucha actividad física, cierta alimentación, influye en mi autoestima”.
Familia y amigos
Dentro de los factores que influyen en que una persona padezca trastornos alimenticios se encuentra el círculo personal más intimo de la persona. “Una familia que todo el tiempo opina sobre el cuerpo, que tiene una cultura dietaria, si critica a los alimentos, influye. Pero también la sobreexigencia en cuanto a lo académico, o en cuanto a cómo un hijo tiene que ser”, explicó Laura Luna.
Luna destaca que los TCA pueden surgir debido a factores como la baja autoestima y los conflictos familiares.
Pero también incide el grupo de amigos, el círculo de pertenencia en la adolescencia, que define la forma en la que los jóvenes se relacionan. “Si yo encuentro un grupo en el que lo único que importa es mi cuerpo y cómo me visto, qué tengo y los likes, también es determinante”, desarrolló la psicóloga.
El entorno cercano del paciente también es determinante a la hora del tratamiento. Las profesionales aseguran que es esencial cuando tanto la familia como los amigos acompañan y hacen el mismo cambio que la persona afectada. “Cuando el paciente empieza el tratamiento no es que lo depositan y listo. Muchas veces hacemos reuniones con los amigos para que acompañen, para que sepan qué no decir, qué no hacer”, ejemplificó Luna.
Tratamiento interdisciplinario
Las profesionales remarcaron la importancia de un abordaje que atraviese varias disciplinas que se enriquezcan entre sí. Aseguraron que trabajar las distintas áreas en las que la persona se ve afectada facilita al paciente salir de la patología: “La interdisciplina es fundamental. No podemos atomizar y trabajar solamente el trastorno desde lo psicológico o desde lo nutricional. Tenemos que integrar todas las áreas porque estamos tratando con personas”, explicó Belén Fernández.
Belén Fernández y Laura Luna alertan que el regreso a ideales de belleza extremos en las redes sociales contribuye al aumento de los TCA.
En el mismo sentido, Laura Luna agregó que “hay muchas familias vienen, te dejan el chico o la chica y quieren que se lo arregles. Es importante que la familia se comprometa y asista a las reuniones, que asista a los entrenamientos, que coincidan con otras familias también, que funcionan como grupos de autoayuda”.
Por otra parte, la profesional subrrayó la necesidad de erradicar el mito de que los TCA se curan comiendo. “Se cura aprendiendo a tener una relación diferente con los alimentos y con mi cuerpo, a saber organizarme. Se cura entendiendo que tengo que trabajar mi autoestima, a tener la capacidad de expresar lo que me pasa que no sea a través de la comida o de mi cuerpo”, desarrolló la psicóloga.
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.