Todos hemos experimentado ese doloroso momento en el que estrenamos un par de zapatos y nos encontramos luchando por sobrevivir a las inevitables incomodidades. ¿La buena noticia? No es necesario que enfrentemos este dilema cada vez que compramos un calzado nuevo. Te dejamos algunos consejos clave para usar zapatos nuevos y no "morir en el intento", sin importar cuán elegantes sean tus elecciones.
Comprá el talle correcto
El primer error que muchas personas cometen es elegir zapatos que no son de su talle. Siempre es tentador comprar ese par en oferta o el modelo que te encanta, incluso si no esta en tu número exacto. Sin embargo, usar zapatos que te quedan grandes o chicos solo aumentará la probabilidad de que experimentes dolor y molestias. Asegurate de medir tus pies antes de comprar y busca el ajuste perfecto.
Estirá tus zapatos
Si tenes zapatos que sentís un poco ajustados, podes estirarlos para que sean más cómodos. Visitar a un zapatero profesional es la mejor opción, pero también existen algunos trucos para hacerlo.
Mirá tambiénLas tendencias del 2010 vuelven con fuerzaTrucos para estirar el calzado nuevo
Bolsas de agua y congelador:
Llená bolsas de plástico con agua y metélas adentro de los zapatos, asegurándote de que queden como vos querés que se estiren.
Después, tirá los zapatos al freezer durante la noche.
El agua se va a congelar y expandir, estirando suavemente los zapatos. Cuando los saques del freezer, podés sacar las bolsas de agua y probar los zapatos.
Calor con secador de pelo:
Aplicá calor en las áreas que necesitás estirar usando un secador de pelo en la temperatura más baja.
Después, usá los zapatos mientras están calientes para que se amolden a la forma de tus pies.
Asegurate de usar medias gruesas o varias medias durante este proceso para evitar quemaduras.
Alcohol isopropílico:
Rociá un poco de alcohol isopropílico adentro de los zapatos en las áreas que querés estirar.
Luego, usá los zapatos mientras están húmedos para permitir que se ajusten a tus pies.
Este método es efectivo para cuero y gamuza, pero asegurate de probarlo primero en una zona escondida para no dañar el material.
Hormas de zapatos:
Considerá invertir en un par de hormas de zapatos, que son dispositivos diseñados para estirar y mantener la forma de los zapatos.
Ajustá las hormas al tamaño y forma deseada y dejalas adentro de los zapatos durante la noche o por varios días según lo necesites.
Técnica del diario mojado:
Mojá una hoja de diario y hacé una bola arrugada.
Meté la bola de diario adentro del zapato y dejala ahí hasta que se seque completamente.
El diario mojado va a ayudar a estirar los zapatos mientras se secan.
Recordá que la paciencia es clave al usar estos métodos. No intentes forzar demasiado el estiramiento de una sola vez, ya que podrías arruinar tus zapatos. Es preferible hacer el proceso gradualmente hasta lograr el ajuste deseado.
Usá medias adecuadas
Los calcetines son importantes cuando se trata de comodidad en tus zapatos nuevos. Opta por calcetines de algodón o materiales que absorban la humedad para evitar la fricción y las ampollas. Además, elige calcetines que se adapten a la ocasión y el estilo de los zapatos que usarás.
Caminá en casa primero
Antes de aventurarte a usar tus zapatos nuevos en un largo día fuera de casa, caminá en ellos en interiores durante un tiempo. Esto permitirá que el calzado se amolde a tus pies y reducirá el riesgo de sorpresas incómodas en la calle.
Utilizá productos para el cuidado de los pies
Mirá tambiénEl perfume ideal: la ciencia detrás de la elección según el pH de tu pielExisten diversos productos diseñados para aumentar la comodidad al usar zapatos nuevos. Podes probar plantillas de gel, almohadillas para los puntos de presión o aerosoles que reduzcan la fricción. Estos elementos pueden marcar la diferencia entre un día placentero y uno lleno de dolor.
Alterná tus zapatos
No te limites a usar solo un par de zapatos nuevos todos los días. Alterná entre varios pares para darle a tus pies un descanso y evitar la acumulación de presión en las mismas áreas.
Sé paciente
Finalmente, recordá que lleva tiempo que tus pies se acostumbren a un nuevo par de zapatos. No te desanimes si al principio sentís molestias; con el tiempo, la mayoría de los zapatos se vuelven más cómodos a medida que se ajustan a la forma de tus pies.
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