Rogelio Alaniz
A la fecha se la recuerda como el día en que Perón echó de la plaza a Montoneros, es decir los mismos que un año y medio antes eran ponderados como la juventud maravillosa. Los enfrentamientos de Perón con la Juventud Peronista no eran nuevos, pero ese día adquirieron tono público, violento y desencajado, a partir de las dos palabras que el jefe del peronismo usó para referirse a ellos: “estúpidos” e “imberbes”.
La crisis se venía venir, se sabía que el desenlace iba a ser duro, pero nadie imaginó que Perón iba a perder la línea como la perdió. Los entendidos dicen que el “Viejo” se “sacó” cuando oyó que insultaban a su mujer. Es una explicación bastante pobre. Suponer que Perón se comportó como un marido enojado es no hacerle justicia a la política y, sobre todo, a él.
Antes del 1º de mayo, Perón había dado señales significativas contra la “jotapé”. En enero de ese año los diputados juveniles habían renunciado luego de esa suerte de emboscada política que él les tendió después del asalto del ERP al cuartel de Azul y su propuesta de reformar el Código Penal para reprimir a los subversivos, a los que no vaciló en calificar de psicópatas.
Perón, en esos meses, avaló la renuncia de Bidegain en provincia de Buenos Aires, legitimó la intervención golpista y ultraderechista de Navarro en Córdoba y propició la caída del gobernador Martínez Baca en Mendoza. Como para dejar en claro que en aquella guerra contra la subversión Perón no sería neutral, designó a Alberto Villar y Luis Margaride como jefes de la Policía Federal y la Superintendencia de Seguridad. Se trataba de dos policías especializados en represión política, una suerte de discípulos de Ramón Falcón o, tal vez, algo peor.
Hacía rato que Perón había perdido la paciencia, entre otras cosas porque no estaba acostumbrado a que lo contradijeran. En febrero de ese año, en una conferencia de prensa, se había desencajado por las preguntas de la periodista Ana Guzzetti. Sus respuestas fueron amenazantes y groseras. Nada que ver con el Perón divertido y ocurrente de sus años en el exilio.
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