Por Joaquín Bernardis*
Por Joaquín Bernardis*
El 13 de marzo de 2013 el Papa Francisco fue elegido como Obispo de Roma. Desde entonces, su liderazgo se reflejó en su fuerte activismo internacional. A lo largo de sus 10 años como Sumo Pontífice diversas crisis emergieron en el mundo. Frente a los desafíos internacionales, el papado de Francisco se destacó por la búsqueda de la paz, el cuidado del medio ambiente y la fraternidad a través del diálogo.
Tales ejes surgieron como respuesta a las tensiones globales. Entre ellas encontramos la constancia de las guerras civiles, como Siria o Sudán del Sur a través de su crueldad y destrucción. Actualmente el conflicto armado entre Rusia y Ucrania preocupa a Francisco, llegando a calificarla como la "tercera guerra mundial". También las crisis políticas internas, como Venezuela y Nicaragua en nuestro continente. Y no debemos dejar de lado un desafío que afecta a todo el mundo: el calentamiento global, con pocas respuestas concertadas en la comunidad internacional.
Para hacer frente a los desafíos mencionados, Francisco desarrolló sus principios y medios de acción en las encíclicas Laudato Sì (2015) y Fratelli Tutti (2020). El cuidado del medio ambiente, o la "casa común" en palabras de Francisco, es el eje de Laudato Sì. Allí menciona que nuestra relación con las demás personas se ve reflejada en la crisis climática. Es crítico del sistema económico que impulsa a la "cultura del descarte" de objetos y personas. Luego del Sínodo de la Amazonia celebrado en 2019, el Papa hizo un llamado a cuidar el bioma de la selva continental. No sólo el ecosistema, sino también a las diferentes sociedades y culturas que integran el Amazonas. En Fratelli Tutti, Francisco esboza principios y acciones dirigidas a reducir la conflictividad armada y política en los países. La base para el éxito debe estar en la caridad política, la búsqueda del bien común y la apertura a visiones distintas por parte de los políticos.
Como primer Papa de América, Francisco ha manifestado su fuerte interés en las problemáticas del continente. La paz, el diálogo y el medio ambiente son parte de las preocupaciones de Francisco en su relación con América Latina. En ese sentido, el Papa Francisco ha visitado la región en 11 ocasiones. Incluso, su primer viaje como Sumo Pontífice participó en la Jornada Mundial de la Juventud del 2013 celebrada en Brasil.
Las negociaciones para terminar con el conflicto armado en Colombia fue un caso donde el Papa intervino para garantizar el diálogo, la fraternidad y la paz en la política colombiana. Incluso, luego de que el acuerdo de paz no fuese aprobado por la población, en el 2017 Francisco viajó a Colombia para volver a impulsar el proceso de paz. Con Estados Unidos y Cuba se dio otro momento en donde Francisco buscó tender puentes y restablecer el diálogo. El Papa intervino como mediador y abrió las puertas del Vaticano para que se lleven a cabo negociaciones. Como resultado, se reabrieron las Embajadas en ambos países y el reconocimiento tanto de Barack Obama como de Raúl Castro por los buenos oficios del Papa.
Poco antes de ser elegido como Obispo de Roma, en Venezuela había fallecido Hugo Chávez. La crisis venezolana que se desató a partir de entonces fue otra de las cavilaciones de Francisco. En ella buscó acercar las posiciones entre el chavismo y la oposición, sin poder llegar a una solución política duradera. Con respecto a Nicaragua, Francisco tuvo una posición crítica con el régimen de Daniel Ortega luego de perseguir políticamente a obispos y laicos.
Por la guerra civil que sufre Sudán del Sur se estima que más de 400.000 personas murieron desde 2013. Ante tal desastre humanitario, Francisco recibió en 2019 a los líderes en disputa: Salva Kiir y Riek Machar en el Vaticano. En dicho encuentro besó los pies de ambos como gesto para poner cese a la guerra. Recientemente el Papa visitó Sudán del Sur y volvió a pedir el cese de la guerra civil ante el presidente Salva Kiir.
Luego de iniciada la guerra entre Rusia y Ucrania, el Papa visitó personalmente al Embajador ruso en el Vaticano y pidió al Canciller de Rusia, Serguéi Lavrov, una reunión con Vladimir Putin. Por otro lado, llamó por teléfono en repetidas ocasiones al presidente ucraniano Zelenski. Además, declaró que visitaría Kiev para estar en contacto con ambos países beligerantes. A día de hoy, las acciones del Papa están encaminadas a ofrecer sus buenos oficios para acercar las partes a negociar.
En Fratelli Tutti, las migraciones son un eje de la encíclica. Como gesto de fraternidad, el Papa puso foco en la crisis de refugiados que llegaban a Europa huyendo de sus países, a fin de brindarles protección y no dejarlos a su propia suerte. Además, el papado de Francisco se caracterizó por la búsqueda de profundizar el diálogo interreligioso con las ramas del cristianismo y otras religiones.
Durante sus 10 años de pontificado los desafíos fueron complejos. Factores económicos, políticos y sociales que atraviesan las fronteras hacen que las soluciones sean difíciles. Sin embargo, el Papa Francisco tuvo un rol activo en la búsqueda para proponer alternativas. En su camino no estuvo solo. El Vaticano cuenta con un cuerpo diplomático capacitado y en los principales temas de la agenda global tuvieron una participación destacada. A través de sus acciones, Francisco en sus 10 años de pontificado demostró su empeño por una economía más justa y sostenible, la paz y el diálogo.
*Lic. en Relaciones Internacionales. Miembro del Observatorio de Política Internacional (OPI), Universidad Católica de Santa Fe.