Por Roberto Casabianca
Pese a la cantidad de pruebas acumuladas sobre la eficacia de la IVM, el titular de su patente, que ya no posee porque se encuentra vencida, se manifestó totalmente en contra de su uso para el Covid-19.
Por Roberto Casabianca
La Dra. Tess Lawrie, con sobrados antecedentes, consultora independiente de investigación externa para organizaciones, entre ellas la OMS y el servicio Nacional de Salud del Reino Unido, que revisa rutinariamente cuerpos de evidencias que se utilizan ampliamente para apoyar las recomendaciones médicas en todo el mundo y además no tiene ningún conflicto de intereses, al observar un informe del Dr. Pierre Kory al Senado de su Estado en EE.UU., a principios de diciembre de 2020, revisó las pruebas que presentara a favor del uso de la Ivermectina (IVM) para comprobar si funcionaba, llegando a concluir que sí lo hacía, tanto para la prevención como para el tratamiento.
Es así que a principio de 2021 envía un informe de sus conclusiones al Parlamento del Reino Unido y a la OMS donde según su análisis, la IVM reduciría las muertes por Covid-19 en un 83% y reduciría los contagios en un 88%, considerando entonces a la droga como un medicamento esencial en el arsenal terapéutico para la enfermedad, sin respuesta de las autoridades.
Así entonces realizó un llamamiento urgente al Primer Ministro del Reino Unido, el Sr. Boris Johnson, puntualizando entre otras cosas; "La buena noticia es que ahora tenemos pruebas sólidas de una tratamiento eficaz para el Covid-19, se llama IVM, Entre Navidad y Año Nuevo, revisé de forma independiente 27 estudios presentados por la Front line Covid-19 Critical Care Alliance (FLCCC) como evidencia de la eficacia de la IVM. La evidencia resultante es consistente e inequívoca. La IVM funciona bien tanto en la prevención de las infecciones por Covid como en la prevención de las muertes en las mismas dosis para tratar los piojos y otras infecciones parasitarias. Me complace informarles que estas pruebas corroboran sólidamente la recomendación de la FLCCC para que la IVM se adopte en forma global y sistemática para la prevención y el tratamiento del Covid-19".
También todavía sin respuesta hasta donde sé.
Siguiendo una estricta revisión Cochrane -una de las formas más elevada de evidencias médicas-, realizó un análisis sobre 18 estudios aleatorios de IVM para el Covid y los resultados informados en un manuscrito a principio de febrero eran coherentes con el informe original mostrando grandes reducciones en las muertes e infecciones por Covid.
Para compartir y discutir pruebas de la IVM participó de un grupo de 65 profesionales de la salud utilizando el proceso descripto en el "Manual para directrices de la OMS", el que utiliza permanentemente para su trabajo en esta organización, reunión a la que llamaron British Ivermectin Recommendation Deveploment, conocida como BIRD, realizada el 20/2/2021 llegando a la siguiente recomendación:
"El panel BIRD recomienda la IVM para la prevención y tratamiento del Covid-19 para reducir la morbilidad y la mortalidad asociada a la infección Covid-19 y para prevenir la infección por Covid-19 entre las personas de mayor riesgo".
Científicos argentinos del CIVETAN publicaron en la revista médica de acceso abierto E-Clinical los resultados del estudio clínico realizado en la Argentina. El mismo después de un proceso de evaluación por pares, con la opinión de numerosos científicos de todo el mundo, mostró el efecto antiviral de la IVM sobre el virus del COVID-19 "in vivo" en pacientes infectados tratados en etapas temprana de la enfermedad.
Tanto interés despertó a nivel mundial que en el tiempo que estuvo disponible como prepublicación en el sitio web específico de The Lancet, se mantuvo entre los 10 de mayor demanda dentro de toda la literatura médica mundial.
Desde el equipo que realizó el trabajo, sus autores sostienen que se ha avanzado lo suficiente para demostrar con elocuencia el efecto del fármaco para convertirlo en una eficaz ayuda en la profilaxis y cura del COVID-19 y que cuenta además con una cantidad de estudios realizados en EE.UU., España, Reino Unido, Israel y Australia, entre otros.
Pese a la cantidad de pruebas acumuladas sobre la eficacia de la IVM, el titular de su patente, que ya no posee porque se encuentra vencida, el laboratorio Merck, se manifestó totalmente en contra de su uso para el Covid-19 por carecer de bases científicas y por la falta de seguridad.
Esto es absolutamente irrazonable cuando la propia empresa había informado en su momento que es segura hasta una dosis 10 veces superior a la normal. No pueden caber dudas de que existe un conflicto de intereses con Merck que tiene en desarrollo nuevos medicamentos para tratar el Covid con los cuales puede llegar a ganar millones pero, es sorprendente la aceptación generalizada por parte de las autoridades sanitarias sobre las declaraciones de la empresa como ha sucedido en el Reino Unido.
También expresa la Dra. Tess Lawrie en el encuentro "Truth Over Fear" del 7/5/21: "Otra tergiversación de la ciencia sobre la IVM que se utiliza comúnmente y que sugiere que se necesitarían dosis más altas de IVM para actuar contra el Covid es la siguiente: aunque la IVM inhibe la replicación del SARS-CoV-2 en estudios de laboratorio, la dosis utilizada en los estudios de laboratorio para producir esos resultados son 100 veces superiores a las aprobadas para su uso en humanos".
"Este argumento fue presentado por primera vez por los NIH (Institutos Nacionales de Salud de EE.UU.) y se extendió como un reguero de pólvora entre las autoridades sanitarias de todo el mundo para apoyar sus argumentos contra la IVM. Sin embargo, los estudios clínicos en seres humanos, y no en células de mono, demuestran que la IVM es muy eficaz contra el Covid y ahora también hay multitud de estudios de laboratorio que corroboran su mecanismo de acción contra el Covid a dosis normales".
Más adelante pregunta: "¿Por qué las autoridades no expresan su preocupación por la seguridad de las vacunas Covid? Deben a los médicos y al público una explicación urgente sobre este doble rasero".
En nuestro país la resistencia a comprar vacunas y descartar donaciones de laboratorios norteamericanos, generó demoras y un descalabro que terminó en la carencia de las mismas pese a las urgencias.
Se sumó a esto la vacunación VIP desechando la urgencia de las personas de riesgo para hacerlo con amigos, los vacunatorios en unidades básicas y la desaparición de un número muy importante de dosis.
Así en la India, la Dra. Soumya Swaminathan, Jefa Científica de la OMS, fue demandada por la Asociación de Abogados de la India que la acusa de haber provocado la muerte de miles de ciudadanos de ese país a raíz de desaconsejar el uso de la IVM contra el Covid-19, a pesar de existir innumerable cantidad de datos clínicos que hacen referencia a su eficacia en la profilaxis y tratamiento de la patología. Si un juicio en la India declara culpable a la jefa científica de la OMS, podría ser condenada a muerte o a condena perpetua.
En una clara contradicción, la propia OMS publicó un informe del gran esfuerzo de salud pública llevado a cabo en Uttar Pradesh, el estado más poblado de la India y el cuarto en superficie, en donde omitió mencionar el uso de la IVM ampliamente utilizada en el mismo. Los casos se redujeron en este estado un 97%.
Me pregunto, ¿cuál es la razón por la que la OMS deseche un tratamiento que realmente funciona? Y de ser así, ¿será esta acción legal iniciada en la India solo un gesto o un presagio de lo que puede venir?
Ya se habla en el mundo de lo que ha generado esta pandemia respecto de los organismos de derechos humanos, en un escenario hasta ahora desconocido y con el cual seguramente los gobernantes serán evaluados cuando por una acción u omisión dolosa provoque muertes que se hubiesen podido evitar.
Las víctimas y sus familiares seguramente se lo van a demandar.