Cuando el Boletín Oficial insulta a los ciudadanos
Pese a la promesa oficial aún no fue derogada parcial o totalmente la resolución que trata de "imbécil", "idiota" y "débil mental" a beneficiarios de la Agencia Nacional de Discapacidad. El gobierno nacional dice que corregirá ese texto. Otra investigación para la Justicia.
Cuando el Boletín Oficial insulta a los ciudadanos
La semana tuvo un punto álgido, en lo mucho malo que contuvo: desde el nombramiento de dos jueces de la Corte por mero decreto del presidente y la abstención argentina que da la espalda a una país invadido (Ucrania) en favor del invasor (Rusia) en Naciones Unidas, pasando por la nota de tapa del New York Times que menciona al presidente y su rol central en caso $Libra. Pero hubo otro asunto aún peor, al que bien le cuadra el término "abominable".
El miércoles se supo que no era una mentira más de las tantas que en las redes difunden fanáticos K y de LLA que el gobierno nacional había decidido volver al siglo XIX al redactar lo más importante dela norma con la que reformó a la Agencia Nacional de Discapacidad. Sí, no había duda, los términos "idiota", "imbécil" y "débil mental" son usados para personas con "retardos mentales" bajo el título "Psiquismo" en el anexo de la Resolución 187 publicada el 16 de enero pero descubierta recién ahora.
La explicación oficial que ha dado el Ministerio de Salud no se parece a un pedido de disculpas pese a que varios medios así lo hayan interpretado. Simplemente admite "un error (…) en un anexo" con "términos que, históricamente, se han utilizado en la medicina psiquiátrica para describir grados profundos de déficit intelectual, pero que, en la actualidad, han sido discontinuados".
En realidad, son los términos que correspondían a otros esquemas para entender a las discapacidades, y que son propios de la idea de apartar, encerrar y hasta descartar a esas personas. Más que "discontinuados" esos términos fueron superados por la ciencia y, sobre todo, por los valores sociales imperantes (hasta ahora).
Es absurdo plantear que se trata simplemente de una equivocación por el uso de una "terminología obsoleta". El descalificar a "el otro" o "los otros" es una constante del ejercicio del poder desde que Javier Milei es presidente. No hay contradicción entre lo ocurrido y su diatriba de siempre a lo que llama "ideología woke". (¿Amar a hijitos de cuatro patas no es acaso parte de esos cambios sociales?).
Ya desde la campaña electoral quedó claro: con La Libertad Avanza se agregaron al debate político palabras como "mongólico" o construcciones poéticas como "viejos meados" para descalificar a quien lo critique y tenga canas. "Cabeza de pulpo" es otro decadente aporte.
¿Qué sucedió?
No fue una ofensa solo para las personas que necesitan de la psiquiatría. El Poder Ejecutivo Nacional trata con ciudadanos, no con súbditos, ni subordinados. A todos los argentinos está dirigido el Boletín Oficial que todavía no ha sido corregido. Se ofendió a esos ciudadanos y a quienes los queremos. Se degradó la idea de la condición humana. Al presidente le gusta la ópera y no teme mostrar su sensibilidad, se lo ha visto muy mal cuando se lo acusa livianamente de "nazi". En alguna entrevista hubo hasta un sollozo al enfrentar ese agravio. Sería bueno que desde el poder se piense en la misma escena en cada uno de los hogares donde esos términos hieren profundamente.
La cartera a cargo del ministro Lugones (¿con cual de ellos habría que emparentarlo?) bien pudo ya haber dictado a varios días de la ola de indignación reinante una nueva resolución que deje sin efecto el Anexo de la 187. Sin embargo sigue ahí, a un par de clics en internet, el texto cuya redacción ahora investiga la Procuraduría de Investigaciones Administrativas del Ministerio Público Fiscal. Habrá que ver si no hubo delito. La clasificación es "estigmatizante y presumiblemente contraria a la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD)" y "generó "numerosas críticas por especialistas en la materia", indica ese órgano del Poder Judicial de la Nación.
La redacción del Anexo pasó el filtro de la Dirección de Asuntos Jurídicos de ese ministerio. Así lo indican los considerandos y hasta ahora solo hubo dos remociones de funcionarias de cargos muy menores. Sigue en su puesto el director de la Agencia, Diego Spagnuolo, que firmó la resolución. De acuerdo con expertos en el tema, lo medular del cambio es que se recortan o directamente suprimen -según el caso- las ayudas y subsidios del Estado.
El argumento de que se trata de un apéndice, de un texto supletorio es rebatible: quien tenga el hábito de leer el Boletín Oficial o las leyes en general sabe que, en el ámbito de lo administrativo, muchas veces allí está lo medular de una resolución o de un decreto.