MARTA MORIN
"Deseo agradecer de corazón la ceremonia de la unión civil de mi nieta, Sol Rotta y Lucca Altare, realizada en la Casa de la Cultura de Santa Fe, el 30 de agosto. Fue una agradable sorpresa escuchar en una antigua sala la música de un artista en un piano de cola acompañando a una hermosa voz de solista. Lamento no conocer sus nombres. Pero deseo agradecer todo lo vivido ese día. Fue una fiesta: la atención del personal, la sala preparada y la familia y amigos que pudimos ser testigos del compromiso de Amor. Las reflexivas y cariñosas palabras de la jueza dirigiéndose a ellos, y los deseos de bendición del Pastor Altare completaron una Boda Civil perfecta. Gracias a todos los que la hicieron posible".
N. de R.: agradecemos a la señora Silvia Rodríguez de Chiappero, quien averiguó y nos transmitió la respectiva respuesta de la Casa de la Cultura, que con suma amabilidad y celeridad contestó: "Los músicos cambian mes a mes. Todos los meses se les ofrece la oportunidad de tocar en la Casa a diferentes músicos locales. En los casamientos de agosto estuvieron: Mora Grabois en voz y flauta, y Santiago Benítez en piano".
UNA LECTORA
"Mi esposo y yo somos lectores de toda la vida de El Litoral, ¡hace como 80 años que lo compramos! Por medio de este espacio, quiero felicitar al diario y a Enrique Cruz por la nota al abogado Dr. Eugenio Marcolín, el presidente más joven de Colón. Encantada, al leer ese espléndido reportaje, distinguiendo a un santafesino de ley, amante del fútbol y ahora uno de los más jóvenes presidentes, según tengo entendido. Nuevamente: elogio a Eugenio Marcolín y también al jefe Deportes, Enrique Cruz, con fotos, recordatorio muy especial para él en su trayectoria".
PEDRO
"Es una vergüenza que la Caja Municipal y el gremio Asoem largaron los recibos de sueldo sin aumento, esos de los que se llenan la boca los dirigentes y no se sabe cuándo van a depositar dichos incrementos que nos corresponden. Es inadmisible esto que nos hacen padecer. Los jubilados y pensionados seguimos reclamando justicia y que nos abonen como debe ser. Gracias por el espacio".
TOMÁS ALBERTO GAUNA
Voy hacer uso del espacio que el diario gentilmente les cede a los lectores para manifestar mi total y absoluto desacuerdo con lo acontecido durante el día jueves 5 de septiembre, en la dependencia policial Subcomisaría 6a., con sede en La Guardia, donde nuevamente se produjo una revuelta entre los alojados, sus familiares y personal policial.
Cuando digo total y absoluto desacuerdo, me refiero a la mención de los títulos que a grosso modo resaltan los medios de comunicación que se hacen eco de la problemática acontecida. Si bien la localidad de La Guardia es el lugar donde se ubica la dependencia policial, los hechos producidos no fueron provocados por los vecinos afincados en la misma. Todo lo contrario: los disturbios, la revuelta, los desmanes, los destrozos, etc., etc., que cada tanto acontecen en la citada dependencia son ni más ni menos que responsabilidad de las autoridades de seguridad del gobierno provincial, que construyeron un pabellón para alojados detenidos en tránsito en una subcomisaría, que ya de por sí carece de los medios logísticos para llevar adelante la tarea de prevención para la seguridad de los habitantes de su jurisdicción para la que fue creada. A partir de entonces, los vecinos, ajenos a nuestra voluntad, pasamos a ser noticia en todos los títulos por hechos policiales que nada tienen que ver con nuestra condición.
Al diario: muchas gracias por permitir la expresión antes descripta.
HUGO MODESTO IZURDIAGA
La violencia ejercida contra los jubilados por parte de la Policía Federal, en las marchas del 28 de agosto y el pasado miércoles, no se deben pasar por alto. Ante estos acontecimientos, alguien tendrá que hacerse cargo de lo sucedido. El Congreso de la Nación debería llamar a declarar a la ministra de Seguridad, para que ésta pueda justificar, con razones convincentes, el accionar de las fuerzas policiales.
En un país democrático, todo ciudadano tiene derecho a expresar sus quejas y reclamos contra el Estado.
Si el presidente hace oídos sordos a lo dictaminado por el Senado de la Nación, a la gente mayor no le queda otra alternativa que manifestar su disconformidad.
Resulta inadmisible que una marcha pacífica en contra del veto presidencial tenga que ser reprimida con gases y palos. Los abuelos no son piqueteros, solo defienden sus derechos y pretenden ser escuchados.
El pegarle a un anciano es un acto vergonzoso... una represión únicamente vista en regímenes dictatoriales.
UNA SANTAFESINA
"Es injusto que nadie pueda resolver los casos de violencia laboral en el Estado provincial, o en los municipios y comunas. La Defensoría del Pueblo no actúa, solo recaba información y luego devuelve el expediente a los organismos del Estado provincial, municipal o comunal para que se solucione en esos lugares. Sabido es que no se resuelve, porque no se quiere resolver. Entonces son infructuosas y una pérdida de tiempo las denuncias en la Defensoría del Pueblo. Dicho esto, la consulta es: ¿a quién y dónde acudir por violencia laboral en el sector público? ¿Y qué pasa con los gremios que no se esfuerzan ni se preocupan por nada? Nadie se pone en la piel de quien padece violencia en el lugar de trabajo y termina siendo una víctima, que incluso luego es discriminada y rechazada por los mismos compañeros, como si portara una enfermedad contagiosa. La salud se resiente; el estrés, la angustia comienzan a destruir emocionalmente a la persona, e incluso se siente culpable por existir, ya que nadie se ocupa de darle una atención y solución a una problemática que ella misma no ha generado, sino que la padece por personas inescrupulosas que no dudan en realizar un maltrato verbal, como el grito, la amenaza de un sumario, la discriminación, la excesiva cantidad de trabajo -cuyo superior sabe que no alcanzará a realizar en el día-, o que deberá quedarse fuera de su horario, por mucho tiempo para terminarlo, y para colmo de males, sin la retribución económica correspondiente... Y así todos los días, hasta que el cuerpo dice basta, la mente explota, y la 'necesidad' de no ir más a trabajar para no encontrarse con la insistente presión y maltrato. Nadie se pone en la piel de quienes sufrimos esto en el Estado provincial, municipal o comunal. Mientras los gremios que todos conocemos se hacen los distraídos, olvidándose de que deben cuidar los derechos de los empleados, de trabajar en un lugar apto para su salud, cuidando su dignidad. Pero claro, los gremios tienen otros intereses, como las personas que ejercen violencia, y así nos va.. Pero algún día, la Justicia Divina les llegará...".
Días atrás falleció Lidia Martín, querida y consecuente lectora de El Litoral por más de sesenta años. Su nieta se comunicó con este diario para recordarla así, con una sonrisa y con El Litoral abierto todos los días, como un compañero inseparable.
Lidia había nacido en Elisa, hermosa y pujante localidad ubicada sobre ruta provincial 4, al norte del departamento Las Colonias. Hija de Agustín Martín y Ana Ravasi, pioneros colonizadores de la zona.
Desde la gran familia de El Litoral, de la que Lidia era infaltable miembro honorífico, rogamos por el descanso de su alma noble y por el consuelo para su familia y amigos.