Por Leonardo Simoniello (*) Representante de las actividades del Centro Ana Frank Argentina para la Provincia de Santa Fe. Coordinador de Espacios Educativos.
Por Leonardo Simoniello (*) Representante de las actividades del Centro Ana Frank Argentina para la Provincia de Santa Fe. Coordinador de Espacios Educativos.
En este 25 de junio se cumple un nuevo aniversario de la primera publicación del Diario de Ana Frank. Fue en 1947, cuando su padre -Otto Frank- decidió cumplir el sueño de su hija y lanzarlo al mundo con el nombre que Ana había deseado: "La Casa de Atrás". Desde la escritura, desde su intimidad, Ana pudo plasmar sus sentimientos, sueños y opiniones, y así no solo construir el relato de su realidad sino dejarnos un legado tan rico como infinito.
El Diario de Ana Frank ha sido y es uno de los libros más leídos en la historia y a la vez una de las piezas literarias traducidas a más idiomas en sus distintas versiones. Es un verdadero recurso pedagógico para el trabajo en el aula, pero también lo es para la vida, y sobre todo la vida en la actualidad. Es un texto amigable para niños y adolescentes, que pueden identificarse con facilidad por la edad de Ana debido a que los sentires y reflexiones de su historia son aplicables a múltiples situaciones de actualidad que los atraviesan. Así es que se constituye en una herramienta sumamente versátil y con posibilidades de ser aplicada en un amplio rango etario.
Ana escribió sobre temas que hoy aún siguen estando muy vigentes, y por eso sensibilizan mucho más de lo que nos podemos imaginar: el sentimiento que provoca el encierro, la construcción de grupos sociales de forma negativa, el miedo, la incertidumbre en un contexto tremendamente adverso, las discriminaciones o las diversas violencias fueron su realidad y son también lamentablemente parte de la realidad de nuestros días.
Pero el desafío puede ser aún mayor cuando, a través de la lectura de sus escritos, nos podemos acercar también a otros conceptos que nos atraviesan en la actualidad como la resistencia a través de la expresión, la defensa de la identidad, la libertad de ser, y sobre todo la esperanza en un mundo mejor posible.
Ana escribía para ella, buscando en momentos de extrema soledad y horror la idea de una amiga imaginaria. Sin embargo sus palabras aún nos siguen diciendo cosas desde las cuales podemos construir, soñar y fundamentalmente ayudar a soñar. Es su mensaje que hoy nos permite y nos convoca a reflexionar sobre nuestro presente y futuro, buscando construir lazos de convivencia en los que la inclusión y la diversidad sean los pilares para poder vivir sin discriminaciones ni violencias absolutamente absurdas.
Porque Ana sigue allí, en cada niño excluido y con derechos vulnerados, en cada víctima de violencia o intentando un refugio marchando lejos de su hogar y sus pertenencias, en cada discriminación, en cada uno de muchos prejuicios o en cada "etiqueta" que construimos… y esto es porque su diario es mucho más que un libro, y se transforma en un verdadero recurso para deconstruirnos y volvernos a pensar.
Este año pudimos abrir en la ciudad de Santa Fe y para toda la Provincia, la Sede de las actividades del Centro Ana Frank en Argentina, y nos sentimos orgullosos por ello. Sin dudas es un sueño hecho realidad. Esperamos poder, a partir de su legado y de un comprometido equipo de trabajo, construir caminos que sensibilicen, y animarnos a pensar que tal cual como ella lo escribió: "¡Qué maravilloso es que nadie tenga que esperar un instante antes de comenzar a mejorar el mundo!".
Ana escribía para ella, buscando en momentos de extrema soledad y horror la idea de una amiga imaginaria. Sin embargo sus palabras aún nos siguen diciendo cosas desde las cuales podemos construir, soñar y fundamentalmente ayudar a soñar. Es su mensaje que hoy nos permite y nos convoca a reflexionar sobre nuestro presente y futuro, buscando construir lazos de convivencia en los que la inclusión y la diversidad sean los pilares para poder vivir sin discriminaciones ni violencias absolutamente absurdas.
Desde la lectura del diario de Ana Frank nos podemos acercar y analizar ejes que son transversales en las sociedades actuales, como la lucha por la igualdad de género, el empoderamiento de las juventudes, la búsqueda de una profesión y la resistencia para la construcción de un futuro mejor, con más inclusión.
"Más de una vez, una de las preguntas que no me deja en paz por dentro es porqué, en el pasado, y a menudo aún ahora, los pueblos conceden a la mujer un lugar tan inferior" . Ana Frank, 13 de junio de 1944
Ana vivió en un mundo, en donde había cosas muy similares a la actualidad, pero que hoy las cuestionamos. La mujer estaba "supeditada" al hombre y condicionada a llevar siempre un papel secundario. Es complejo imaginar cómo una niña de 13 años, en el año 1942, puede haber plasmado ideas y reflexiones sobre la mujer y su rol en la sociedad.
Tal vez son lecturas que pueden pasar desapercibidas, pero a medida que las repasamos, la fuerza de su discurso sobresale y uno puede analizarlo de forma diferente. Sus relatos comienzan a quedar lejos de ser "las confesiones de una niña" y sugieren los mismos posicionamientos que en la actualidad plantea el feminismo.
Ana expresaba una profunda preocupación frente a las desigualdades entre hombres y mujeres ya en su época, pero ella no sólo ve este problema sino que también adopta una postura crítica del tema: entiende que para transformar una injusticia, hay que comprender su origen.
Ana fue considerada "impertinente" porque se atrevió a alzar su voz contra los comentarios y actitudes machistas de las personas con las que tuvo que convivir entre las paredes del escondite, y además tuvo la suficiente claridad para expresar esos pensamientos en sus escritos.
Desde esta perspectiva, se nos presenta como una joven defensora de la igualdad de género que nos ayuda a seguir valorando los logros obtenidos y a no dar nada por sentado. Hoy las mujeres han avanzado muchos pasos en el arduo camino de la defensa de sus derechos, lucha que es un camino permanente de construcciones colectivas, a la que no solo debe aportar el feminismo sino la sociedad en su conjunto.