Miércoles 31.7.2024
/Última actualización 21:55
Siempre me pregunto lo mismo. ¿Qué nos pasa a los argentinos? ¿Qué nos pasa con nuestra Patria? ¿Por qué somos como somos con ella? Me lo pregunto porque estoy convencido de que somos un pueblo capaz, trabajador, creativo, emprendedor, productivo y con muchas otras cualidades, pero no podemos salir adelante. ¿Qué nos pasa, entonces, que cuando nos transformamos en administradores democráticos, es decir en los funcionarios y los legisladores de las instituciones de la democracia (sea en municipios, provincias o la Nación), dejamos de ser los "Campeones del Mundo", como nos gusta llamarnos, para transformarnos en "incapaces", "distraídos" o "inmorales", y no respetamos al pueblo anónimo, más allá que constitucionalmente los representamos.
La verdad es que los gobernantes nos deberían gobernar desde una cancha de fútbol y con público, porque en esa situación todos nos inspiramos y en todo el país resuena la voz de los patriotas. Lógicamente, al otro día, cuando tenemos que ir a trabajar, se acaba el sentido de patria y seguimos gobernando como siempre: irresponsablemente. Como desde hace por lo menos sesenta años. Y así nos va. Voy a enumerar, bajo mi absoluta responsabilidad y mis modestos conocimientos de la historia, algunos de los que -para mí- son los errores que han generado nuestra denigración como administradores políticos. Es decir, los episodios y las decisiones que han hecho que, siendo el nuestro un país potencialmente productivo y rico, estemos en la pobre situación actual.
Error 1: En 1860 se reforma la Constitución Nacional de 1853, a requerimiento del gobierno de la provincia de Buenos Aires, que no había participado en la anterior, siendo que el país era gobernado desde la ciudad puerto de Buenos Aires. Lógicamente, la provincia esa vez no había participado porque la convención o asamblea constituyente no la organizó dicha provincia, lo que entiendo como una traición a la Patria. En la Constitución de 1860, la provincia de Buenos Aires obliga a cambiar el nombre establecido en la Constitución de 1853, que fue Confederación Argentina, por el de República Argentina. En mi forma de entender ese momento, allí se constituye realmente lo que defino como "Gobierno Unitario", igual al actual que padecemos.
Error 2: En el gobierno que presidió Arturo Frondizi (1958-1962) se logra el autoabastecimiento de petróleo, que hasta ese momento no se había podido concretar. Pero dicho gobierno es derrocado por los militares, con la colaboración del peronismo (a través de la CGT) y un sector de los radicales. En 1963, los radicales ganan las elecciones y asume como presidente Arturo Umberto Illia, con la promesa de la UCR de anular los contratos petroleros. Entonces, en cumplimiento de lo prometido como plataforma política, se anularon dichos convenios, de los cuales nada se pudo demostrar que no se hubieran contratado como correspondían. En síntesis: logramos la pérdida del autoabastecimiento de petróleo que nos podía generar verdaderas utilidades y hoy no tenemos la seguridad de autoabastecernos. ¿Somos o no somos "Campeones del Mundo"?
Error 3: En 1983 regresa un gobierno constitucional. Por el ambiente que se vivía en nuestra república, después de la guerra civil iniciada por una fuerza subversiva, los militares en 1976 habían tomado la conducción del país. Luego de ganar esa guerra contra la subversión, entregaron el gobierno a un presidente elegido por el pueblo, Raúl Ricardo Alfonsín. En función del movimiento que generó un apoyo del pueblo, las Señoras de los Pañuelos Blancos, lograron instalar el concepto de que las Fuerzas Armadas (que ganaron aquella guerra), no habían respetado los Derechos Humanos. El presidente impulsa el Juicio a las Fuerzas Armadas y la justicia sanciona gravemente a las mismas, por lo que hoy padecemos su casi desaparición, mientras que a los subversivos con el tiempo no se les dio el mismo tratamiento, siendo que ellos fueron quienes hostigaron al poder político para derrotarlo y hacer de nuestra Nación una copia de Cuba, que en aquellos años era un país muy emblemático para ellos. Consecuencia: hoy no tenemos a las Fuerzas Armadas como institución para la defensa de la Nación.
Error 4: En el propio gobierno de Raúl Alfonsín empezó la entrega de la caja PAN (Plan Alimentario Nacional) y nunca se cortó. Peor aún, gobiernos siguientes agrandaron tanto la torta que se constituyeron los movimientos sociales, que a su vez generaron importantes "negocios", no debidamente esclarecidos incluso hasta ahora. Esto hizo acrecentar la pobreza, que se transformó en esclavitud, y hoy es un enorme problema social, por su magnitud y su difícil solución. Es decir, hicimos al revés: en vez de generar producción generamos dependencia, con la mentalidad de comprar votos. Así nos fue y así nos va.
Error 5: Carlos Saúl Menem, dentro de las privatizaciones realizadas en los ferrocarriles argentinos durante su gobierno (1989-1999), decidió directamente levantar las líneas férreas para que no circulen más los trenes, pero con la excepción de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires. Los ciudadanos de dicha parte del territorio argentino, lógicamente, siempre fueron y serán los beneficiarios del sacrificio del resto del país (oportunamente, el presidente Frondizi había generado el levantamiento de algunos ramales). El ferrocarril en la Argentina fue de una importancia que hizo historia, generó la fundación de pueblos, a favor del desarrollo de los sectores de la producción y el comercio. Desde que el gobierno de Juan Domingo Perón los estatizó, hasta el de Menem, que los "levantó", siempre fue un despropósito, resultando en el despoblamiento de cientos de localidades del interior argentino.
Durante el gobierno de la señora Cristina Kirchner, el ministro Florencio Randazzo comenzó con la reorganización y restauración de los rieles, funcionando en principio, y hasta donde yo sé, el Ferrocarril General Manuel Belgrano con las máquinas y vagones usados. En todo este interregno de tiempo, por los errores de los señores gobernantes, perdimos mucho terreno, mientras en otras naciones crecieron los TAV, o Trenes de Alta Velocidad.
Una muestra de nuestro atraso: estamos en 2024 y no tenemos ningún plan serio de ampliación de los ramales o de modernización de trenes y vagones. En cambio, en otros países de otros continentes están planificando, como por ejemplo China, que proyecta tener una conexión intercontinental ferroviaria con España. Es decir: una ruta ferroviaria mucho más económica y rápida que el transporte marítimo. Mientras que nosotros no podemos conectar Santa Fe con Laguna Paiva. Y los ramales que queremos rehabilitar son obsoletos, sin durmientes, al igual que las máquinas y vagones.
Ahora bien,… ¿de qué podemos hablar? ¿A quién le vamos a echar la culpa? Perdimos la vergüenza. Nos quedamos en el tiempo; perdemos oportunidades día tras día. Pero ojo, que quede bien claro: si hay culpas por haber dañado y seguir dañando a nuestra Patria, esas culpas no son las del pueblo laborioso y contribuyente; no, son las que derivan de la incapacidad de administrar que muestran dirigentes políticos, funcionarios y miembros de la justicia.