Por Agencia Deutsche Well (*)
Por Agencia Deutsche Well (*)
(*) Transcripción parcial.
En el futuro, los denominados "robots asesinos" podrían decidir las guerras. Un organismo de la ONU quiere regular su uso. Pero debido a la guerra en Ucrania, las negociaciones están a punto de terminar. Los drones no son para repartir pizza: llevan explosivos. Cuentan con una cámara y sensores, y cuatro palas de rotor lo impulsan. Se trata del llamado 'dron kamikaze', que puede localizar su objetivo de forma independiente y lanzarse sobre él. Los algoritmos hacen eso posible. Cuando ataca, el dron se autodestruye, dejando solo desechos electrónicos. Sobre este tipo de armas volvieron a negociar el pasado lunes unos 80 países en la ONU, en Ginebra.
(...) Por definición, se trata de armas que pueden buscar, seleccionar y atacar su objetivo de forma independiente. A diferencia de las armas teledirigidas, gestionan la fase final del ataque por sí solas. Las empresas de armamento utilizan para ello los últimos descubrimientos del campo de la inteligencia artificial (IA) y del aprendizaje automático. Los críticos llaman a estas armas 'robots asesinos', mientras que en la sala de conferencias de la ONU se habla de 'sistemas de armas autónomas letales', que podrían ser, por ejemplo, drones, vehículos robóticos o submarinos.
El uso de estas armas es controvertido: algunos países piden su prohibición porque un algoritmo nunca debería decidir sobre la vida y la muerte. Otros proponen normas para su uso, que tendrían que ser más o menos vinculantes. Una exigencia fundamental es que el ser humano debe mantener un cierto nivel de control sobre estos sistemas de armas en todo momento.
"Las conversaciones de Ginebra han fracasado", coincide Vanessa Vohs, que investiga sobre armas autónomas en la Universidad de las Fuerzas Armadas de Alemania. Todavía habría muchas preguntas sin respuesta: "Si los sistemas de armas autónomas cometen errores, y posiblemente crímenes de guerra... ¿Quién es el responsable? La llamada brecha de responsabilidad es un gran problema", sostiene la experta en entrevista con DW.
Por su parte, Noor explica que "hay indicios de que Rusia está utilizando sistemas de armas autónomas en Ucrania". Entre ellas se dice que hay drones kamikazes, que "son más letales que una bomba nuclear". Su uso en una guerra, según el activista, "podría hacernos ver que necesitamos urgentemente regular estas armas antes de que se vendan en todo el mundo".