Un mapa de los barrios santafesinos
BEATRIZ DE B° CANDIOTI
"A través de publicaciones de El Litoral, los lectores tenemos la oportunidad de conocer los distintos barrios que conforman nuestra ciudad. Sería interesante que editen un mapa para saber la ubicación de cada uno de ellos. Muchas gracias".
¿Qué hacemos con las pilas?
ANDRÉS
"Consulto: ¿algún organismo del Estado u otro tipo de entidad, como por ejemplo una vecinal, lanzará alguna campaña de recolección de pilas, de artefactos que no funcionan, como mouse, computadoras, etc., etc.? Realmente uno no sabe dónde tirarlos o dejarlos. Sería bueno que se organice una campaña, con algunos puestos donde se puedan depositar esos elementos".
El amparo de Dios
JOSÉ LUIS
"La maldad existe. Y aunque les pese entenderlo a quienes no crean, es la que determina muchas de las atrocidades que protagoniza el ser humano. Me dirán que son enfermedades psíquicas, o que es producto del comportamiento instintivo de cada persona. Particularmente, estoy persuadido y convencido de que el problema es espiritual; y no pienso así porque sea cristiano; aun si no lo fuera advertiría que algo muy fuerte y pesado subyace en el interior del ser humano que lo convierte en un monstruo, lo que no es privativo de una enfermedad mental. Dios les ha advertido al hombre y a la mujer que estamos acechados por huestes de maldad que buscan destruirnos, lastimarnos, dañarnos, hacernos cambiar el buen rumbo que podemos estar recorriendo en la vida. Solo el amparo del Dios Altísimo nos resguarda y ayuda a vivir por Fe. Lamentablemente, hay muchos que no tienen la humildad necesaria para creerle a Dios, porque si no entenderían y no dudarían...".
Impuesto
JUAN BELL
"En esta oportunidad, solo haré referencia a algo que puede ayudar al gobierno. Se trata de justificar un impuesto, de los tantos que hay. Veamos: los autos se fabrican para que tengan cierta capacidad de pasajeros. No más de cinco. Pero cuando vemos a los transportados, en su mayoría, va solamente uno, que es el chofer. Ahí hay algo 'superfluo' y que 'ayuda' a la contaminación. Recordemos que hemos llegado a los 8 mil millones de seres vivos. Entonces: sugiero que se aplique un impuesto a los que transitan con un solo pasajero o con menos de su capacidad de fabricación. Además de tratarse de un desperdicio, es uno de los factores más contaminantes. ¿Quiere circular solo? Pague. Una hermosa forma de recaudar, con razones sólidas".
Remates
MARTA SNAIDERO
Hace más de una década que asisto a remates, en calidad de cliente o en representación de otra persona, como oferente o que defienda.
Los que más me hacen permanecer por horas son los que se realizan en ambientes rodeados de naturaleza. Ver el pastaje de animales; comparar la crin de caballos que se acercan para recibir un mimo en sus hocicos y compartir charlas con habitués.
La mayoría son de varios dueños, otros de sucesorios. Muchas personas desconocen esta práctica regulada como corresponde.
El martillero cobra una comisión por su trabajo a quien vende y compra. Su tarea comienza varios días antes, al recibir e inventariar, acomodar por lotes, publicitar el evento, responsabilizarse por el pago de lo rematado.
Generalmente son "sin base", e incluso a total beneficio de una institución.
En muchos pueblos y ciudades suelen repetirse durante varios meses (un día), los fines de semana, y no se superponen, de modo que los interesados puedan asistir a uno y otro. Hasta es un código establecido entre rematadores.
Los objetos pueden supervisarse antes y durante el acto. Si no están en condiciones, aclaran que se subastan "en el estado en que se encuentran", o una vez abonados pueden ser probados luego de retirados y se reintegra el importe cobrado, de presentar fallas.
Obviamente que he sido vendedora y adquirente. Es una gran posibilidad para desprenderse de lo que ya no utilizamos; reunirnos con un dinero para gastos y de encontrar algo que necesitamos: nuevo o usado. Desde herramientas, cuchillos y armas de colección, mobiliario antiguo, frazadas, materiales para la construcción, discos de pasta o vinilo, colchones y hasta lotes de calabazas. Sí, de todo.
¿Qué sucede cuando lo que se pretende vender no es un bien propio y tiene una carga sentimental al haber pertenecido a un ser querido? Es algo que los interesados no tienen obligación de comprender y por eso pagar más del valor al que se lo cotiza.
Pasando a una experiencia que me tocó vivir hace poco, habiéndome enterado del remate de "herederos" según el volante, decidí acudir. Mi intención era aclarar que aun siendo pariente de sangre de la persona fallecida, que no se me encuadrara como "heredera"; que por lo tanto no tenía interés económico en el producido de la subasta de objetos propios ni de quien fuera cónyuge de mi familiar.
Quienes contrataron desde cientos de kilómetros al confiado profesional omitieron algunos "detalles" -como por ejemplo que algunos bienes habían sido retirados-, por lo cual él debió consultarles a familiares directos del difunto sobre el destino de los mismos.
Como suele decirse: "… el cuerpo del muerto aún no se enfrió y ya..." habían desaparecido objetos sin llegar al remate, donde el producido es legal, moral y se distribuye equitativamente. Para evitar ese atropello, sugiero entonces que se testamente.
Momento de tristeza y bronca repentina hizo que diera a conocer, antes de iniciarse del acto y luego de comprobar el faltante de objetos propios de mi familiar, que "herederos" lo eran del cónyuge fallecido años atrás; que objetos faltantes y exhibidos fueron adquiridos por quien a su muerte provocó un remate, que de legal solo tenía la confianza del martillero y su matrícula, como garantía de su buen nombre en su actividad durante años.
Les pregunté a los asistentes qué podía interesarles una fotografía de mi familiar, a quien ni conocieron...
Con la anuencia del rematador y un pariente en el mismo grado que el mío, con quien se motivó el acto, pude retirar esa fotografía, dejando el marco a pedido del profesional. No me interesaba nada más. A nadie le importó quitarla del marco y retenerla. Lo que "valía" no era la imagen...
Aquí va mi consejo: recuerden que a la mayoría de los compradores en un remate no los moviliza un sentimiento hacia quien falleció. Por eso, debemos apartar el pensamiento egoísta de que la muerte no tocará a nuestra puerta y adjudicar según lo merezcan a quienes amamos.
En la conciencia de quien nos cambió pañales, o aparece para reclamar lo que considera que le pertenece, sin siquiera haberlos ido a comprar, quedará el mea culpa, si algo de dignidad abriga.