Lunes 24.10.2022
/Última actualización 4:19
En abril de 2021 escribí el siguiente texto: "Perotti gobierna solo, el Covid-19, también". Debajo de ese título, el texto decía: "Con la Cámara de Diputados puesta a corregir lo que no corresponde (presupuestos y nombramientos) y sin aportar alternativas que mejoren las situaciones a las que aluden, sumado a la Cámara de Senadores resolviendo una interna sin salida (territorio y pactos pre existentes versus La Peste y su circunstancias) el gobierno de Perotti se encuentra en este punto: Un laberinto que, como el de Ícaro, solo permite la salida elevada, por arriba. Y, por si esto fuese poco, desde el 20 de marzo de 2020, La Peste, una guerra mundial que no admite ni politiquería barata ni distracciones pero, ay, las hay".
Peronismo Imperial
La situación interna del partido gobernante (Un Frente, coalición de muchos) es, a mediados de abril, esta. El peronismo es imperial, siempre pide más, quiere crecer, expandirse. Perotti es amarrete, les da menos de cuanto tenían como graciosas canonjías cuando eran oposición, beneficencias que inaugurara Bonfatti y expandiera Lifschitz, como los dos gobernadores hiper-complacientes con el peronismo, al punto de la sospecha.
La trifulca fue, es y será. El peronismo es así. No hay resolución a dos modos tan diferentes de una misma realidad. Con el socialismo: "Poltrona, esta es mi casa y conversemos" enfrentados a "La caja no se toca, el territorio es de todos, ahora conversemos"… la clásica actitud del peronismo
Ahora manda el peronismo y su clásico comportamiento. La suma es el peronismo siglo XXI. Cuando se asusta se reúne y se pacta el gobierno. Siempre que se conversa, se arregla. Por ahora no conversan, ni siquiera sobre recordatorios de lo que fue febrero/marzo/abril/mayo de 2019 y los pactos preexistentes. Deberían.
La Capital Federal
Ese sistema bifronte/escuálido y claramente diferenciado en parte A y Parte B del binomio presidencial no favorece a Santa Fe. El gobierno (Casa Rosada y/ o Instituto Patria) está en aquello que llamábamos la Capital Federal. Ahora es como El Vaticano, entronizado en la ciudad de Roma.
El Movimiento Evita no sabe si es gobierno o revolución tardía y La Cámpora es burocracia efectiva y conducente. Ambos sectores pugnan por arrebatarle autonomía a Santa Fe. De lejos, sin trabajo territorial. De puro imperialismo porteño, nada más; Santa Fe nunca estuvo cerca.
Solo se habla de 2023. Se discute Senadores posibles para la provincia y Diputados posibles en Provincia y Nación en nombre del peronismo, pero por ahora es imposible que alguno de los que se sugieren como candidatos defienda el territorio y/o el proyecto santafesino. Los que se autopostulan… peor.
De modo basal la cuestión es simple, el Movimiento Evita y La Cámpora no reconocen la Jefatura Provincial al sentirse parte de movimientos extraterritoriales. Los muchachos peronistas de estas fracciones no piensan en la provincia, piensan en el Imperio Peronista Nacional. Es un Imperio que se derrumba. Sin "los territoriales" perdieron, acaso pierdan otra vez. Es La Soberbia Burocracia del Relato… y CFK.
Los partidarios de Fernández Alberto, cantan a Coria Peñaloza: "Una sombra ya pronto serás"… y no es un caminito amigo. Les duele el destierro. Algunos simplemente prefieren ser traidores. Eso decía, eso escribí; parecería que no ha cambiado mucho el esquema solo que, ay, solo que algunos ya no tienen el peso específico de antes. Se llaman igual, se pintan igual para la guerra pero son disfrazados… sin carnaval, como dice el tango.
Partes pudendas al aire
Carignano, Cleri, Busatto, Mirabella, Martorano, Lewandowsky son minisectores, fracciones de un ejército con varios jefes y el peronismo -se sabe- es piramidal y de un solo jefe. Todos sueñan con "La" Gobernación
Entender la jefatura territorial de Perotti, sin reelección pero con ejecutividad en la provincia, es entender que hay Senadores Provinciales que no perdieron su potencia y sectores nacionales desflecados, famélicos y más peligrosos porque el hambre a los burócratas los pone en situación de calle y eso provoca lo dicho: furia. No leer esa realidad es vivir equivocado, Tocan todos los timbres a cualquier hora.
La ciudad de las multas privadas
Rosario está a merced de la abulia peronista y la discrecionalidad de Javkin Guelman, un intendente que no mejoró el estado de la Región Rosario, acaso ni siquiera de la ciudad, que no tiene arreglos definitivos con los tres sectores del radicalismo, los dos sectores del socialismo, los moderados suelto (que son muchos y los micro-partidos como el suyo o el PDP. Cada vez es más notorio que los concejales se definen por la seducción de la radical Schmuck que consigue unanimidades inexplicables.
No lo sé, nadie sabe cuánto de la tranquilidad de Javkin Guelman depende de la hiper-movilidad de María Eugenia Schmuck en el Concejo… y el deseo de muchos de sostener un proyecto no peronista.
Luego de La Peste, la Región Rosario se quedó sin sábana. Todo al aire. Son muchos votos peronistas que nadie recoge. Pensar que Cavatorta puede ser candidato a Intendente es pensar con atrevimiento y una rara vocación de choque, estrépito y crónica del disparate. Por las dudas, Javkin Guelman inauguró las multas de tránsito.
El salto a las redes
Perotti, luego del terremoto Sain, esa crónica que no tienen fin cercano, donde aún no salen a la luz las muchas escuchas de los funcionarios socialistas y radicales, como la de muchísimos empresarios, respondió (me respondió) que no le tenía miedo al telefonito (eso pregunté) y que decía en vivo o por teléfono lo mismo, acaso con más o menos vehemencia. En el fondo: Perotti no le tiene miedo a las escuchas telefónicas. Eso entendí tras mi pregunta… y su respuesta.
Perotti se inscribe en la categoría de los políticos anteriores al año 2.000. Después llegó el precipicio informático, donde todos tenemos miedo, porque la oscuridad es tal que cualquiera puede tropezar. La noche cerrada aparece si se fija la política en un punto: Siglo XXI.
No es posible hablar de los líderes, sus preferencias y su comportamiento, si el eje está en los nacidos en este siglo. No son pocos, suman más del 30% del padrón. No los seduce The Palmers, están más cerca de los creadores de comportamientos masivos y temporarios ("Influencers").
Allí todos tenemos miedo porque todos somos ignorantes y es válida la anécdota, apócrifa, sobre una pregunta que hiciese un altísimo funcionario del trípode de gobierno de este raro peronismo. Preguntó cómo ganar la elección. El consultor yanqui devolvió la pregunta con una pregunta, cuántos votaban y cuántos no aparecían jamás al cuarto oscuro sin boleta única ni electrónica, verdadero anacronismo fraudulento (en yankilandia, no es obligatorio el voto) al indicarle la obligatoriedad del voto aconsejó contratar a los "influencers" pero ahora no, dijo, sólo dos semanas antes de las elecciones.
Allí, a los mejores, lo que cuesten siempre será poco para que retengas el poder -le dijo, sin duda alguna- a quien lo contrataba por segunda vez. Las posibilidades son sólo dos -le dijo- con los influencers hay salida… sin ellos el destino es incierto. En las redes está el voto cautivo para la única solución tranquilizadora, que su mensaje sea a favor de quien cambie poquito para no cambiar casi nada…
Eso es "El Gatopardo", acotó el dirigente… Y, sí, Occidente es así, respondió el asesor yanqui, veo que hemos leído literaturas parecidas… acotó. Sonrió el dirigente nacional, más tranquilo. No es mi opinión. Las novelas no aseguran que las redes resuelvan las elecciones de 2023 y peor: ¿Si alguno de estos influencers se presenta como candidato? Tenemos cada caso en la provincia con este tema… Requisitoria final: con tantas cosas fuera de foco…¿Qué será cambiar poquito?
Solo se habla de 2023. Se discute Senadores posibles para la provincia y Diputados posibles en Provincia y Nación en nombre del peronismo, pero por ahora es imposible que alguno de los que se sugieren como candidatos defienda el territorio y/o el proyecto santafesino. Los que se autopostulan… peor.