Olaf Scholz lleva el mismo maletín casi toda su vida. Incluso se ha convertido en una broma. Mucha gente pregunta por qué no compra uno nuevo. El canciller federal de Alemania tiene 65 años y, desde que se tiene memoria, aparece en público con el mismo maletín negro. Muchos se preguntan por qué le gusta tanto y cuándo lo reemplazará. El propio canciller de Alemania respondió en su cuenta de Instagram. "Mi maletín negro me acompaña desde hace casi 40 años, en cada reunión, en cada viaje de negocios e incluso en las vacaciones", escribe Olaf Scholz. "Lo compré cuando era un joven abogado".
Este fino Bree Times 16, de 40 por 34 centímetros, fabricado en cuero auténtico y con dos grandes bolsillos en la parte delantera, lo adquirió a finales de los años 80, cuando era abogado en prácticas en Hamburgo. El maletín es caro: según el fabricante, costó alrededor de 890 marcos alemanes (hoy en día, modelos similares cuestan aproximadamente lo mismo, pero en euros). El mundo cambia, el maletín no. El mundo ha cambiado mucho desde entonces, y también Olaf Scholz. Pero la maletín siguió siendo el mismo.
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"Es obvio: tengo mucho apego a este maletín. Es práctico, caben muchas cosas", explica su dueño en Instagram. "Algunos de mis colegas lo consideran desgastado. Pero cada año me gusta cada vez más". El maletín negro ha estado en todas partes y en lugares y momentos importantes de la historia, incluida Ucrania en el punto álgido de la guerra. E incluso provocó una picante historia diplomática en 2022: cuando Olaf Scholz apareció en la alfombra roja frente al palacio presidencial de Kiev con su enorme maletín, los presentes no pudieron ocultar su sorpresa.
Entonces… ¿Qué hay en el maletín?
Ese día, el canciller alemán estrechó la mano del presidente Volodimir Zelenski, sosteniendo en la otra su maletín maltratado. Un guardia de seguridad ucraniano presente durante esta reunión finalmente lo alejó de Scholz y lo apartó de los ojos de los fotógrafos.
En su publicación de Instagram, el canciller federal también reveló el secreto de lo que lleva allí: "La gente siempre me pregunta qué cosas misteriosas hay en este maletín. Y son mucho más aburridas de lo que uno podría esperar: gafas para leer, periódicos y, por supuesto, carpetas con documentos." Al mismo tiempo, Olaf Scholz olvidó mencionar una cosa más que siempre le acompaña. "Siempre guarda su tarjeta de miembro del SPD en el bolsillo delantero de su maletín; tal vez algún día la revisen", dijo el biógrafo del canciller Lars Haider a la publicación alemana Abendblatt.
Además, respondió a la pregunta de si Olaf Scholz está dispuesto a actualizar su accesorio favorito de 40 años. "No va a comprarse un nuevo maletín en un futuro próximo", está seguro Haider, "porque este portafolio le acompaña durante toda su vida política". Mientras tanto, se supo que el fabricante del maletín favorito del canciller, la empresa Bree Collection, conocida desde 1970 por sus bolsos y accesorios de cuero, presentó recientemente una petición oficial de insolvencia.
Un museo sueña con tenerlo
Mientras tanto, dos organizaciones sueñan desde hace mucho tiempo con adquirir el legendario maletín. Una es la Fundación Friedrich-Ebert, de tradición socialdemócrata. El otro es el Museo de Historia Alemana (Haus der Geschichte der Bundesrepublik), situado en Bonn, frente a la antigua Oficina del Canciller Federal. Fue inaugurado en 1994 y actualmente es uno de los museos más visitados de Alemania: unas 850.000 personas al año.
El periódico alemán Süddeutsche Zeitung informó que el director del museo, Harald Biermann, está seriamente interesado en adquirir el maletín. Sería una gran adición a la colección existente de objetos pertenecientes a ex cancilleres alemanes, que incluye una chaqueta de punto de Helmut Kohl y el antiguo teléfono móvil de Angela Merkel.
"Hablé con el portavoz del gobierno, Steffen Hebestreit, y le dije que algún día nos gustaría tener el maletín de Olaf Scholz. El accesorio aparece en muchas fotografías y tiene valor histórico", dijo Harald Biermann al periódico alemán. Sin embargo, el espacio del museo todavía está vacío. Y según Biermann, "así es el curso normal de las cosas", porque el desgastado maletín de cuero todavía se utiliza y probablemente seguirá siendo el compañero de Olaf Scholz hasta el final de su mandato como canciller de la República Federal de Alemania.
El más impopular en décadas
De acuerdo con un informe brindado por Sabine Kinkartz para Deutsche Welle el año pasado, el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) no tiene motivos para celebrar. Si tuvieran lugar ahora elecciones generales, el partido del canciller Olaf Scholz solo obtendría un 14 por ciento de los votos, según una encuesta realizada para la red ARD. Se trata del nivel más bajo que registra desde junio de 2021.
Los Verdes subieron un punto y alcanzarían en 15 por ciento. Los liberales del FDP, con un 4 por ciento, no entrarían siquiera en el Parlamento. Tampoco lo haría La Izquierda, con un 2 por ciento. En cambio, la Unión Cristiano Demócrata (CDU) y su ala bávara, la Unión Cristiano Social (CSU), lograrían su mejor resultado desde marzo de 2021, con un 32 por ciento. Y la Alternativa para Alemania (AfD), de derecha populista, obtendría un 21 por ciento.
La encuesta, realizada por el Instituto Demoscópico Infratest-dimap entre el 4 y el 6 de diciembre de 2023, consultó a 1.364 personas con derecho a voto. Solo un 17 por ciento de ellas se mostró satisfecho con el trabajo del gobierno alemán. Es la cifra más baja desde que se lleva a cabo esta encuesta para la ARD. Casi la mitad de los alemanes (48 por ciento) le atribuyen un proceder mesurado, pero solo una cuarta parte considera que maneja bien las crisis. Y únicamente un 12 por ciento piensa que comunica las cosas en forma convincente.
Socialdemócratas, verdes y liberales conforman la coalición que gobierna desde hace dos años. Han atravesado varias crisis, pero ninguna tan profunda como la actual crisis presupuestaria. A mediados de noviembre, el Tribunal Constitucional objetó en parte la política financiera del gobierno federal. Este había redirigido hacia la protección del clima fondos no utilizados de los créditos destinados a paliar el impacto de la pandemia de Covid-19, superiores a 60 mil millones de euros.
(*) Publicado originalmente por la Agencia Deutsche Welle y adaptado para Diario El Litoral.
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