El 31 de agosto vencerá el Decreto 408 que implementó el cepo a las exportaciones de carne vacuna. Y hasta hoy no hay una definición del gobierno sobre qué ocurrirá con este tema a partir de septiembre. El relato oficial no ha cambiado demasiado. Días atrás, en Rosario, el ministro de Agricultura, Luis Basterra, intentó explicar que "no es una obsesión sostener el mercado cerrado, lo que sí es una obsesión es poder equilibrar la accesibilidad de nuestras familias a determinados cortes". Antes escuchó a Daniel Nasini, presidente de la Bolsa de Comercio de esa ciudad, que esa y otras medidas limitando los volúmenes exportables de varios productos causan incertidumbre y frenan la inversión.
Por esas mismas horas, trabajadores de la carne de esta provincia se movilizaron en defensa de los 10.000 puestos de trabajo de santafesinos, que hoy están pendientes de la decisión que se demora, y que no tienen certeza sobre lo que puede suceder a partir del mes próximo. Lo repitió el secretario del Sindicato de la Carne de Santa Fe, Daniel Roa: "Esta medida del gobierno nacional produjo una reducción del 40% del salario de los trabajadores del sector. Por eso, le pedimos al gobierno provincial que arbitre las negociaciones correspondientes con el gobierno nacional para que la medida no se prolongue más allá del 31 de agosto, ya que podemos revertir la situación sin perder los puestos de trabajo. Hoy tenemos suspensiones de trabajadores y de turnos de trabajo, además de un régimen de garantía horario donde se cobra el 60% del sueldo. Además bajó la faena provincial", remarcó.
Como si fuese poco, la Sociedad Rural Argentina (SRA) señaló en un informe que con el cierre de las exportaciones de carne vacuna se perdieron ingresos por 108 millones de dólares en tan solo un mes. En consecuencia, "las medidas tomadas por el Gobierno Nacional hicieron que todos perdamos: menos precio a los productores, menos actividad para la industria y el gobierno y carne más cara para los consumidores", enfatizó Nicolás Pino, el nuevo presidente de la entidad. Pino se apoyó en el estudio elaborado por el Instituto de Estudios Económicos y Negociaciones Internacionales de la SRA, según el cual los productores recibieron menor precio por la hacienda porque su valor descendió, la producción de la industria cayó, los precios para los consumidores aumentaron y las exportaciones de junio cayeron en volumen 45% respecto de mayo de este año.
Pero más allá del intento por unificar discursos para evitar que la cuota exportadora se prorrogue por más tiempo, hay que tener en cuenta que hasta fin de año habrá siete cortes que no se podrán exportar (asado, falda, matambre, tapa de asado, cuadrada, paleta y vacío). Todo esto no se va a modificar. Por lo tanto, el mercado exportador de carnes seguirá adoleciendo de previsibilidad en una actividad de ciclos biológicos de largo plazo, lo cual también seguirá generando más incertidumbre.
Este escenario complica de sobremanera a los frigoríficos exportadores. En la provincia de Santa Fe hay diez establecimientos que todavía están digiriendo la medida, pero con plena consciencia de lo que puede llegar a ocurrir. En total hay ocho empresas exportadoras y diez plantas a lo largo de la provincia: Friar (Nelson y Reconquista), Swift (Rosario y Venado Tuerto), Rafaela Alimentos (Casilda), QuickFood (San Jorge), Mattievich (Carcarañá), Industrias Frigoríficas Recreo (Recreo), Coto (Rosario), Black Bamboo (Hughes). Entre todas las firmas generan unos 10.000 puestos de trabajo y en 2020 representaron el 44% de las exportaciones nacionales de carne, aportando unas 400.000 toneladas (equivalentes res carcasa). Una de las empresas santafesinas que vio resentida fuertemente su actividad es el Frigorífico Recreo, teniendo en cuenta que el 60% de su producción (carne vacuna) se destina a la exportación y tiene a China como principal (y casi único) cliente.