El denominado "caso Loan" (nene que vive en la provincia de Corrientes y que permanece desaparecido) atravesó las pantallas de televisión abierta y por cable de un modo realmente aluvional. No aparecía programa donde este caso no estuviese narrado y reformulado. Van dos meses angustiantes con el tema. Es un nene. Se convirtió en caso líder. Una familia correntina, sus parientes, desguarnecidos parajes, zonas donde el siglo XX aún no llegó y las marcas del confort como una afrenta estuvieron y están expuestas. Reitero: el siglo XX es el que no llegó.
Hay una primera reivindicación de las fórmulas de comunicación hasta hoy más conocidas: televisión abierta y cerrada, corresponsales, cámaras en vivo en el lugar. Las redes son el sitio de los comentarios y las luchas por afrentas de ida y vuelta, con la cantidad de "visitas" o señales de apoyo a lo que se muestra y se dice. Ocasionalmente las redes son primera información. Tal vez Javier Milei las use con esa característica, pero hasta el presidente, un adicto a esta forma de transferencia, suele usarlas para avalar y, en algunas ocasiones, declarar sus preferencias.
Después de sesenta días de avasallamiento del menú televisivo la cuestión se complicó con el "caso Venezuela", por así llamarlo. Y si con el caso Loan las explicaciones iban del delirio a la extravagancia y la repetición era el eje, permítanme un juego de palabras: la repetición era la constante. Abruma, en este caso, tanto la ignorancia de leyes internacionales como de formas elementales de la diplomacia, el protocolo y el respeto por esos venezolanos, los de adentro y los de fuera.
Es difícil creerle al presidente Nicolás Maduro, como se hace cuesta arriba entender sus fórmulas de gobierno y sociedad, de Estado y Poder Militar. Y mucho más cuesta arriba se hace con el aluvión informativo que ocupa los canales y sus analistas "todo terreno". Si no se ofenden, un viejo dicho los enmarca: "tanto para un barrido como para un fregado" sirven los analistas televisivos. El petróleo de la cuenca del Caribe, donde Venezuela es el centro, interesa de modo específico a Estados Unidos. Basta recordar que Nicaragua y Cuba, por ejemplo, tienen destinos más tremendos a la fecha que el que golpea a Venezuela. Pero, mediáticamente, son olvidos.
Los torneos de fútbol en ambos continentes se definían por países, no por clubes, y los Juegos Olímpicos trajeron más confusión. Solo las películas y las viejas series americanas en asistencia al enfermo de actualidad monocorde y sin variantes. Pocas opciones para disparar del bombardeo monocolor. Cuando esto se convertía en una tormenta dura de sostener, un vendaval repetitivo en los medios, apareció "la tormenta perfecta": el "caso Fernández versus Yáñez". Una tóxica pareja sin escape posible. Quien quiera entender a la Argentina por sus medios de comunicación tendrá un problema. Loan, Maduro y Fernández versus Yáñez. Hay poco más machacona, insistentemente, sin que aparezcan las verdaderas cataduras de nuestros males.
Las redes sociales, participantes en segundo grado de estos tres ejes, solo contribuyeron al desorden general. Pero las redes son un territorio de libre albedrío, de confusión y divertimento. Solo los muy avezados saben usarlas según dictados de la IA bien aplicados. Milei, por caso, quedó fuera de las tres temáticas, aun cuando Maduro le ofertó un ring con los guantes puestos.
¿Qué hizo el presidente? Solo participó de un beso a boca cerrada (le dicen "piquito") con la señorita Yuyito González, una acción personal realizada en mitad de un acto público. Convidados a la pantalla con ese menú puede decirse que hay un plan de informar centralmente esos temas. ¿Quién lo ordenó?... No me pregunten a mí, yo soy periodista, soy el que hace las preguntas.
Ojo. Una paradoja -entre todo esto- es que los medios anti Milei y favorables a CFK, último roble en pie, no escaparon del convite. Ofertaron su interpretación sobre los mismos temas. Atención: no hubo contraoferta noticiosa. Todos con la misma milonga de "amasijo habitual", como dice el poema lunfardo de Carlos Muñoz del Solar quien, con el seudónimo de Carlos de la Púa, alguna vez escribió: "La durmió de un cachote, gargajeó de colmiyo, se arregló la melena y pitándose un faso salió de la atorranta pieza del conventiyo, y silbando bajito rumbeó pa'l escolaso".
Celedonio Esteban Flores, "el negro Cele", también contribuye con lo suyo. Podría ser testigo, ya que escribió: "Él se lo había dicho: Del laburo sin hacer estación, venite a casa. No es que yo esté celoso, te lo juro, pero si vos no estás... no sé qué pasa.... Si tardás en llegar tengo pavura de que te hayas peleao en la milonga, vos sabés que no falta un cara dura...Y yo te manco bien, cara chinonga (...). Pero ella se olvidó, sucia y borracha llegó como a las nueve la muchacha por seguirle la farra a un mishenón. Los bifes -los vecinos me decían- parecían aplausos, parecían,… de una noche de gala en el Colón". Lo tituló "Biaba". Escrito en formato de soneto, es un clásico de aquellos años en que estas cosas contaban, exageradamente, una realidad que ya se fue forever.
Más allá del pintoresquismo del asunto de la pareja tóxica con sus excrecencias y seudópodos a la política nacional, las ausencias noticiosas son notorias. Por eso es interesante una nota de Urgente24, portal de noticias donde, al denunciar una excesiva cantidad de publicidad de YPF durante este gobierno de Milei (el austero, el de "no hay más plata"), terminan indicando las ausencias de temas importantes en el paquete diario de las noticias y reúne ausencias, falencias, acaso mentiras a esconder. Y son gruesas ausencias. Distracciones pecaminosas de los Milei Brothers, para ser exactos:
1) Dijo el candidato que no aumentaría gravámenes pero subió ganancias para los trabajadores e irrumpió el "impuesto país"; 2) Juró que iba a dolarizar pero, como dijera el economista Carlos Melconián, "no había fideos ni tuco"; 3) Prometió cerrar el Banco Central, pero abrió la canilla de emisión monetaria de manera grosera; 4) Aseguró que no iba a intervenir los mercados, pero puso pronto de rodillas a las prepagas, obligándolas a retrotraer incrementos que, en muchos casos, estaban atados a un dólar que se triplicó tras la devaluación inicial del gobierno de La Libertad Avanza; 5) Certificó una y otra vez que "el ajuste lo hará la casta", pero, sin embargo, quienes más perdieron en estos ocho meses han sido los jubilados; 6) Garantizó que no se registrarían aumentos en los servicios energéticos, agua y transporte pero ocurrió todo lo contrario ya que las subas comienzan a ser salvajes. 7) Confirmó la pronta salida del cepo y que todos podrían comprar dólares, luego su ministro de Economía, Luis Caputo, explicó que quienes tenían "verdes" deberían venderlos; 8) Por último, se rasgó las vestiduras con la pauta publicitaria del gobierno anterior, pero hoy se sabe que YPF ya gastó más de 33 mil millones de pesos en propaganda durante el primer semestre de 2024 (más del triple de lo usado en el mismo período de 2023).
Lo que antecede es un textual del portal antes indicado. Cuando se les mencionan estos temas, como un olvido casual, los Jefes de Noticias suelen excusarse centrados en una frase: "¿A quién le interesan esos temas?" Puede agregarse otra frase hecha: "No hay para dónde disparar". Se podría agregar: "ni con quién hacerlo".