Martes 14.5.2024
/Última actualización 22:43
Me expreso desde la observación y la experiencia que me dan mis 80 años y tomando los gobiernos democráticos desde 1958 en adelante. Desde el de Arturo Frondizi y subsiguientes, como el de Arturo Illia, llegamos a 1974 con Juan Domingo Perón y María Estela Martínez de Perón, pasando después por Raúl Alfonsín y Fernando De La Rúa. Todos ellos sufrieron, Carlos Menem no (aclaro), lo que denomino el "Poder Armado Intelectual de la CGT", a la cuál considero como "Organización Anti Patria", porque han sido partícipes de todos los golpes de Estado. A Isabel le hicieron el primer paro a un gobierno peronista el 27 de junio de 1975.
A mi entender, el reciente paro general determinado por la CGT, el del 9 de mayo de 2024, es una clara conspiración contra la democracia. Los "muchachos" están pergeñando, como siempre lo hicieron, en forma organizada y maquiavélica el derrocamiento del actual gobierno constitucional. Lo llamativo de la situación, y a esta altura del partido, es que quienes gobiernan se hacen los "estrategas" y no toman ninguna medida, como ignorando la magnitud de dicho acontecimiento.
Una recomendación y a la vez algo para tener muy en cuenta: mientras los que gobiernan duermen la siesta, "los muchachos trabajan". Las organizaciones obreras son entidades civiles, no entidades estatales, pero actúan como si lo fueran. Por ejemplo: la cuota para el Sindicato se descuenta de los haberes de los afiliados y también de los no afiliados, siendo el empleador obligado a ser Agente de Retención.
Tienen ese privilegio cuando ninguna entidad civil -como los clubes, mutuales, cooperativas y otros- no están autorizados de la misma forma; por ello a las entidades civiles gremiales se las debería igualar como a todas las organizaciones, se debitan por débitos automáticos. Además, el Estado autoriza la matrícula como entidad gremial y también se les puede anular, por no cumplir con la Ley de Libertad de Trabajo o las normativas de Circulación, y de no respetar la propiedad privada. Entonces me pregunto: ¿El Estado tiene capacidad para actuar o solamente permite que tengan la posibilidad de intimidar (que es lo mismo que patotear)?.
Muchos argentinos que padecemos el avasallamiento de la prepotencia sindical entendemos que nuestros derechos están defendidos y resguardados por la Constitución Nacional. Quienes deben hacer cumplir la Constitución son los que nos gobiernan; si no son capaces de aplicar la Constitución, deben renunciar. La Patria -así con mayúsculas, para que sepan que debe importarnos antes que nada y siempre- está en peligro y el pueblo "de a pie", nosotros, no podemos actuar si no es a través de los legisladores; nuestros legisladores. Bueno así nos va. Por eso digo siempre... ¡Me duele la Patria! ¡Que Dios y la Patria los demanden a los responsables!