Por Ricardo A. Qüesta
Por Ricardo A. Qüesta
Una gran parte del país se sorprendió, seguramente, ante la intención absurda, de parte del candidato libertario, Javier Milei, de cerrar el Conicet en caso de ser presidente. Eso sería inadmisible. El enorme costo que ha tenido para el Estado invertir en infraestructura (edificios, instrumental científico, formación de investigadores) y el esfuerzo que las universidades a través de sus autoridades y las del propio Conicet están haciendo para desarrollar este instituto, no tiene precio.
El país nunca va a desarrollarse si no cuenta con un instituto como el Conicet, que tiene una organización admirable, la que es perfectible, por supuesto, pero imprescindible para el país. Esta institución científica ha formado, gracias a su apoyo y estímulo, una gran cantidad de investigadores, brillantes científicos, muchos de los cuales triunfan en los países más desarrollados del mundo, de los cuales nos sentimos orgullosos y nos alegramos y emocionamos cada vez que algún científico argentino por un hallazgo científico, recibe un premio internacional. Además gran parte de esos descubrimientos son útiles no solo al desarrollo económico, sino al bienestar y salud de la población.
El Conicet fue fundado por el doctor Bernardo Houssay, gran hombre de ciencia argentino, Premio Nobel de Medicina en el año 1947. Él fue quien dijo: "Los pueblos pobres no pueden darse el lujo de no invertir en investigación científica". Con él se formó el doctor Luis Federico Leloir que posteriormente fue por sus descubrimientos Premio Nobel de Química. Además por el instituto de Fisiología que dirigía Houssay pasaron dos investigadores extranjeros que también fueron galardonados posteriormente con el Premio Nobel. Tanto Houssay como Leloir se formaron en la universidad pública, así como gran parte de los científicos argentinos, muchos de los cuales proviene de hogares que no hubieran podido pagar una universidad privada.
Otro ejemplo más reciente es el del doctor César Milstein, que estudió también en la universidad pública y se formó como investigador en los institutos de investigación del país y luego fue becado a Gran Bretaña. Al finalizar la beca regresó al país para continuar sus investigaciones, pero al no recibir el apoyo que debía y por algunas otras razones regresó a Inglaterra, continuando sus investigaciones en dicha nación, donde realizó grandes descubrimientos en el área de la inmunología, de gran utilidad y que generó ganancias millonarias en concepto de patentes que no fueron otorgadas a Milstein por errores cometidos en la gestión de las mismas; de haber continuados sus investigaciones en nuestro país, esas ganancias hubieran quedado para él y nuestras universidades.
Brevemente mencionaremos solo dos equipos de investigadores que han hechos trascendentes hallazgos que generan importantes ingresos al Conicet, las universidades y a los investigadores. Uno de ellos es el equipo dirigido por la doctora Raquel Chan, del Instituto de Biotecnología del Litoral, que modificó genéticamente semillas de soja y maíz, haciéndolas más resistentes a la sequía y a la salinidad, logros que fueron debidamente patentados y transferidos a empresas comerciales
Y el otro desarrollo tecnológico reciente de gran trascendencia por su impacto económico es el conseguido por el doctor Adrián Brunini, quien junto a un grupo de investigadores -todos pertenecientes al Conicet-, desarrollaron en Caleta Olivia (provincia de Santa Cruz) un procedimiento que por destilación desaliniza totalmente el agua de mar, haciéndola apta para el consumo humano y para el desarrollo de emprendimientos productivos, como la cría de animales, desarrollo de la agricultura mediante riego artificial, y radicación de empresas industriales. No tiene precio el impacto que va a tener este desarrollo tecnológico sobre la economía de esa región y todo el país.
Estos son sólo dos ejemplos de los múltiples descubrimientos que todos los años hacen nuestros hombres de ciencia que contribuyen con su esfuerzo a la emancipación del país. No solo no hay que cerrarlo al Conicet, sino incrementar la inversión en desarrollo científico y tecnológico; Corea de Sur incrementó sus inversiones en este rubro y hoy es una nación admirable por su desarrollo.
Luego de estas breves descripciones de lo que es el Conicet para que la gente entienda su importancia, hay que decirle al candidato libertario Javier Milei, que jamás debería privatizarse la educación, ni el Conicet. Esto revela que tiene grandes lagunas en el conocimiento que debe tener un aspirante a la presidencia de la Nación, y que lo descalifica sin atenuantes para aspirar a ese cargo. También elogió al expresidente Menem, considerándolo como el mejor presidente luego del retorno de la democracia, algo que llama poderosamente la atención porque el gobierno menemista fue uno de los más corruptos de la historia, junto al de los Kirchner, y se enriqueció en forma ilícita.
Además, Menem aplicó el plan de convertibilidad que tanto daño causó a la economía del país provocando el cierre de gran cantidad de empresas, porque con la paridad uno a uno, era más barato comprar bienes en el exterior que en el país, entonces los empresarios cerraban sus empresas y se dedicaban a importar los bienes que antes fabricaban y eso causó gran desocupación. Por otra parte, su política educativa causó gran perjuicio a las escuelas técnicas del país.
Dicho gobierno fue el que más endeudó al país y una de las decisiones que más graves consecuencias tuvo para el desarrollo tecnológico fue el desmantelamiento del Proyecto Cóndor, por presiones del entonces presidente de Estados Unidos -George Bush padre-, que se desarrollaba en la localidad de Falda del Carmen, provincia de Córdoba. De no haber sido por ese acto de subordinación a una potencia extranjera hoy tendríamos un lanzador de satélites propio.
Bush padre ejerció sobre Brasil las mismas presiones para que desmantelen un proyecto similar al Cóndor, pero los brasileños, mucho más patriotas, resistieron esas presiones. Y hoy las investigaciones están muy avanzadas, calculándose que para el año 2025 pondrán en órbita a un satélite con un cohete propio.