Jueves 2.12.2021
/Última actualización 13:52
¿Qué momentos mágicos se pueden experimentar en un aula? ¿Qué docentes tocaron nuestra vida y la transformaron por arte de encantamiento educativo? Al respecto, en su libro "Enseñar hoy", Andrea Alliaud sostiene que el encuentro entre deseos y voluntades (de enseñar y de aprender) en la escuela tiene un componente casi mágico u oculto. Para esta autora, no hay otro oficio más privilegiado que la docencia para despertar en otros seres humanos poderes y sueños. Puntualmente, "rascarse la cabeza" ante un desafío educativo tiene que ver con el momento mágico en que algo exterior a nosotros nos conmueve y hace pensar.
Xuxo Ruiz es un maestro-mago español. Desde hace -aproximadamente- veinte años mezcla trucos de magia con la enseñanza de lengua, matemática, ciencias sociales o naturales. En el aula ha logrado conjugar sus dos pasiones: educación y magia. M-A-G-I-A con: "M" de motivación que es lo que nos lleva a la acción; "A" de apasionamiento por el conocimiento y de actitud de confianza, cercanía y cariño por los alumnos (¡Sin que falte autoridad y respeto mutuo!); "G" de ganas de aprender y de enseñar; "I" de implicación (con vocación), inspiración (para ir más allá de lo curricular) e imborrable (ser un educador que deje una huella); "A" de amor por la labor formativa que se realiza. Toda su experiencia está volcada en sus redes sociales y en su libro: "Educando con magia: El ilusionismo como recurso didáctico (Herramientas)". Amablemente, desde el Viejo Continente, accedió a dialogar con nosotros.
-¿Cuál es la magia -en sentido estricto y metafórico- que no le puede faltar a los educadores transformadores (familiares y docentes)?
-Algo fundamental es la ilusión. La ilusión de seguir aprendiendo y de seguir formando. La ilusión de crear oportunidades para que los pequeños puedan sacar a la luz todos sus talentos. Algo fundamental: tenemos que proponerles métodos de enseñanza y aprendizaje que tengan un alto potencial de motivación y de personalización.
-En tu rol de maestro mago: ¿Cómo planificas cada una de tus clases? ¿Qué objetivos te trazas al entrar en un aula?
-Planifico actividades que tienen que ver con contenidos. Trabajo con objetivos que tienen que alcanzar ellos. Y sobre todo: planeo cómo vamos a motivarlos y a despertarles la curiosidad a través de algún juego de magia que hago para llamarles la atención; mis trucos buscan despertar esa chispa de la curiosidad con respecto al nuevo contenido que vamos a aprender. En algunas ocasiones, propongo actividades en las que mis pequeños tienen que aprender un juego de magia con "doble fondo" y que -además- va a servir para trabajar los diferentes contenidos del currículum. Por ello, creo que uno de los objetivos que más importa a la hora de ingresar a un aula es que: ellos tienen que salir con ganas de seguir aprendiendo; con ganas de llegar a casa para practicar lo que hemos estado haciendo en clases; y, por supuesto, que tengan ganas de volver al otro día para seguir conociendo
-¿En qué se parecen una clase con magia a un show de magia?¿En qué punto se rozan y conviven el espectador de un show de magia y un estudiante que habita una clase con magia?
-El docente y el mago tienen roles muy semejantes. El show de magia y una clase con magia se parecen bastante: el Mago tiene que salir a su escenario, captar la atención del público y transmitirle su mundo interior a través del show. Por su parte, un docente tiene que salir a su escenario (la clase) para captar la atención del público (los niños y niñas que están en el colegio) y lograr transmitir esos conocimientos que propone. Esto no quiere decir que mis clases sean un show continuo; hay momentos en los que hay magia; hay momentos en los que tienes que trabajar en forma individual; momentos en los que tienes que esforzarte mucho; momentos en los que la clase es más distendida; hay momentos en los que trabajamos en grupo… Hay de todo un poco pero la magia siempre sucede; siempre hay algo mágico.
-¿Cómo encaras tu formación profesional como docente y como mago?
-La asumo como un aprendizaje continuo. Estoy continuamente formándome. Es importante motivar a los alumnos pero, para ello, el maestro tiene que ser una persona motivada y motivadora. Insisto en que resulta clave lograr que nuestros alumnos vengan motivados a nuestras clases y con ganas de aprender. La transformación está en despertarle al alumno esas ganas para aprender. Si el maestro está sonriente y con buena energía, sus alumnos y sus clases serán sonrientes.
-¿Cómo impactó la pandemia de covid-19 en tus prácticas?
-Los maestros no estábamos preparados para algo así; nos vimos abrumados; nos atropelló. Para mí, la prioridad era considerar el lado humano: el cómo estaba mi alumnado; cómo estaba de salud; cómo estaba emocionalmente; cómo estaba su familia; ver qué canales de comunicación tenía con ellos. Desde el primer día de aislamiento preventivo, les di sugerencias para gestionar su trabajo, su rutina e hicimos muchas cosas bonitas. Una de estas cosas: hablaba por teléfono con ellos periódicamente; llamaba a tres o cuatro niños por día; hablaba con ellos y con su familia. Además, hicimos videotutoriales con juegos de magia que les mandaba para que siguieran practicando. Les elaboré unos carnets de "Valientes": se los envié por correo postal para que vieran lo bien que lo estaban haciendo y supieran lo orgulloso que estaba de ellos por cómo afrontaban toda esa situación. A finales de curso, les hicimos una visita y les entregamos un regalito: una mochilita con una foto virtual que nos habíamos hecho. Hicimos una fiesta virtual de cierre de año donde bailamos; yo había hecho un montaje con sus caras y unos videoclips; fue una sorpresa muy graciosa porque todo el mundo estaba conectado a una videoconferencia por Zoom y no sabía lo que iba a suceder; fue una cita magnífica con fuegos artificiales virtuales. Además de esto, me siento muy contento de haber logrado fortalecer su autoestima y de promover la empatía entre los compañeros porque hicimos actividades donde ellos compartían diferentes experiencias. Por otro lado, pudimos compatibilizar la tecnología con los juegos de magia y así superar esta situación compleja. La verdad es que estoy orgulloso de todo el profesorado que ha demostrado compromiso y profesionalidad por el bien de sus alumnos.
-Bonus track e invitación a hipotetizar: ¿Qué haría Xuxo si tuviera que dar clases en el colegio de magia y hechicería de Harry Potter?
-Como maestro-mago en Hogwarts, creo que contagiaría a los docentes para que buscaran métodos de motivación real; eso tiene que ser un desafío constante. Un buen maestro tiene que tener una caja o una mochila llena de recursos; yo creo que eso debería ser obligatorio y, además, esencial. Creo que la magia se debería enseñar en las escuelas de magisterio para darle todo a nuestro alumnado… Son fundamentales todas esas estrategias, todas esas herramientas para estimular su aprendizaje frente a todos los procesos estandarizados de enseñanza. ¡Ojalá algún día sea miembro de ese claustro de Hogwarts!