Durante el mes de julio pasado se realizó la décimo novena edición del Festival de Teatro de la ciudad de Rafaela, con la puesta en escena de veintiún obras teatrales (en 2023 habían sido treinta y tres), originarias de Buenos Aires, Córdoba, Tucumán, Rosario, Mendoza y locales (cinco de ellas). En total fueron veintinueve funciones, que se presentaron en salas tradicionales, lugares alternativos y no convencionales, como así también en la subsede de Suardi (décimo segunda edición) con dos obras.
Con el paso de los años, este evento se ha convertido en un espacio cultural local y regional de real interés e importancia, de allí que las entradas se hayan agotado rápidamente. Además, este festival artístico tiene la particularidad de permanecer en el tiempo como política de Estado, más allá del gobierno de turno, habida cuenta que el 10 de diciembre de 2023 asumió la intendencia Leonardo Viotti, en reemplazo de Luis Castellano.
En esta última edición, la programación incluyó una diversidad de propuestas para chicos y grandes, en ciertos casos muy buenas, tanto en contenidos como en actuaciones, aunque hubo algunas obras que "dejaron mucho que desear", según el testimonio de críticos que concurrieron al festival. Entre ellas cabe citar la representación en el Centro Cultural La Máscara de la obra "Hermanas tejedoras", que es dirigida por Marcelo Allasino y trata sobre cuatro religiosas que entran en crisis por la renuncia del obispo de la diócesis, sumado a la falta de dinero.
Parafraseando al tango "Cambalache", de Enrique Santos Discépolo, allí se mezclan la Biblia y el calefón, porque mediante un acuerdo con el gobierno provincial decidieron tejer penes y vaginas para sobrevivir... con un léxico grotesco, criticando al papa Francisco y al cardenal Mario Poli, ante la sorpresa de algunos espectadores. Se trata de una obra religiosa, pero en realidad es profana, según el canadiense Lloyd Baugh (fue profesor de la PUG en Roma).
Como antecedente, no hay que olvidar la ofensiva obra titulada "Dios", que fuera presentada en 2018 en la Sociedad Italiana, en la que se atacaba a la Iglesia y al papa Francisco, y durante la cual rompieron una imagen de la Virgen María, con gran repercusión nacional. Otra representación polémica fue "Nada de carne sobre nosotras", presentada en 2022 en el cementerio municipal, donde mucha gente se mostró contraria con el lugar, expresándose en distintos ámbitos y en las redes sociales.
Martín Lopetegui, coordinador de Cultura de la Municipalidad de Rafaela.
Sobre estos temas consultamos al coordinador de Cultura de la Municipalidad de Rafaela, Martín Lopetegui, quien opinó que el criterio de elección de las obras para el festival "no cambió", al contar con "un equipo de producción, conducido por Gustavo Mondino, además de una programación de teatro independiente y con obras, artistas y dramaturgia que tengan un cierto reconocimiento en otros festivales".
Esta propuesta, agregó Lopetegui, ha tenido en el tiempo "una línea honesta y variada que posibilitó la proyección del festival". Luego admitió: "Se podría pensar en una ampliación de criterios, pero tiene que dialogar con las formas que tiene el festival. Es verdad que puede quedar afuera un grupo de personas que no les gusta el teatro que trae el festival. Pero desde hace diecinueve años se agotan las entradas y percibimos que la gente aprecia la programación con críticas constructivas".
A decir verdad, en varias oportunidades, quien esto escribe ha propuesto la creación de una comisión técnica del festival, que cuente con la participación de directores teatrales, dramaturgos y otros actores de la cultura rafaelina para designar las obras y los lugares. De esta manera, se evitaría que la selección recaiga en pocas personas -como viene sucediendo desde 2005-, quienes priorizan sus gustos y estéticas por encima del bien común del festival.
Que quede bien en claro: no estamos en contra de la libertad de expresión, que está garantizada por la Constitución Nacional. Lo que se critica es exhibir este tipo de obras en un festival con trascendencia nacional, que es financiado por el municipio de Rafaela y el gobierno provincial, más el aporte de auspiciantes y la venta de entradas. Tampoco se rinde cuentas sobre ese financiamiento, por lo que -por un lado- hay que repensar quiénes seleccionarán el contenido y las puestas teatrales (así como los lugares donde se presentan), además de clarificar el financiamiento, en orden a mostrar las cuentas transparentes de ingresos y egresos.
Los integrantes de La Máscara se "apropiaron" de esta movida cultural, con la anuencia del Ejecutivo municipal, tanto de la gestión anterior como la actual. En esta oportunidad, por ejemplo, no hubo ninguna obra del Centro Ciudad de Rafaela, que tiene una extensa trayectoria de casi noventa y dos años de vida cultural, ni tampoco de otros grupos teatrales. Por eso, una de las preguntas que nos hacemos es… ¿Las futuras ediciones incluirán otras propuestas teatrales de Rafaela?
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