No se trata de un número más en la secuencia elemental. No. Se trata de siete miembros de la Corte Suprema de Justicia de la Provincia de Santa Fe (CSJP) y no seis, como hasta hoy. De diversos modos se habla de este tema y parece resuelto: habría cambios con mucha sustancia en la Corte Provincial, la cima del Poder Judicial. Una nota del colega Mario Cáffaro, una voz directa de diario El Litoral, puso claramente las cosas en su lugar. Antes, como después, diversas voces, como esta, apuntan a los alrededores del hecho.
De producirse lo que se promete para agosto de 2024, cuando comenzarían varias tareas de profundos cambios del entramado provincial -un entramado de poderes y de nombres que detentan tales categorías-, el gobierno de Maximiliano, es decir la "Gobernación Pullaro", estaría marcando una diferencia muy grande con las anteriores. Se insiste: grande, muy grande, acaso excesivamente grande, pero queda en claro que, de producirse, como todo indica, la provincia avanzaría a otro plano.
El cambio de la "Gobernación Pullaro" sería histórico. Un cambio en cuestiones de fondo que se extenderían al menos por los próximos veinte años. Tal vez más. Un llamado a una Convención Constituyente traería el relevo de la Constitución 1960-1962 (la referencia es para indicar los años de su escritura). Los mandatos del Poder Ejecutivo, donde aparecería la posibilidad de la repetición sin intermitencias, es una reforma que no se puede considerar menor. Hay más. El articulado sobre jueces, duración y forma de elegirlos, la posibilidad de las autonomías municipales, el modo de la distribución de fondos y la recaudación, según esa misma autonomía.
La cuestión de los legisladores y esa inaudita (hoy inaudita) mayoría automática en la Cámara de Diputados, por un simple voto de diferencia, otorgando 28 bancas al ganador y solamente 22 para todos los perdedores no resiste consideración alguna. No públicamente. Bien que en el fondo de sus despachos los gobernadores que contaron con esa herramienta la gozaron, los que no la tuvieron sufrieron la capacidad del torniquete legislativo, una injusticia electoral que se consolida al no respetar una simple proporcionalidad según cantidad de votos emitidos. Eso debe reformarse sí o sí,... o sí.
El Senado y esa suma/división en 19, sin respeto por el género y con más, con la felicidad eterna de la repetición de mandatos al infinito, es algo que no se explica fácilmente y muchos prefieren no mencionarlo. Tampoco queda claro (para algunos sí) que los candidatos votados y con mandato real no admiten licencias para ejercer otro cargo provincial al mismo tiempo, hay diferencia con las enfermedades que no terminan en inhabilitación y todo, todo esto, es parte de discusiones escondidas en despachos y pocas discusiones públicas.
Llamar a una Junta de Especialistas para justificar la Reforma de la Constitución obliga, periodísticamente al menos, a repreguntar: ¿Quiénes son los especialistas en Reforma Constitucional en la provincia de Santa Fe? Cabe agregar que urge reformularla, no está adecuada al siglo XXI. No se encuentran defensores a ultranza del total de sus artículos. Debe reformarse. Listo.
¿Hay antecedentes sobre Constitución, jueces y permanencia en el cargo? Hay uno, un fallo en especial que sí se comenta. La Constitución vigente en la provincia de Santa Fe indica que, más allá de los 65 años, los jueces deberían pasar a retiro, deberían… antes de esa fecha no es posible pedirles el retiro, después… qué importa del después. Después es supervivencia natural, porque la Constitución Provincial lo permite.
Hay un interesante fallo sobre un juez de la CSJP que consiguió eso, un fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que decía lo obvio. Los 75 años para pasar a retiro corresponden a la justicia federal, a los jueces federales y nada dice de los jueces provinciales. De reformarse corresponderá otra pregunta: ¿Los jueces de la CSJP que hoy están, con qué régimen de jubilaciones se rigen? Citemos el tango: "hay un vacío imposible de llenar".
¿Quién elige a los jueces? ¿Quiénes pueden ser jueces de la Suprema Corte? Muchos, ante estas dos preguntas, intentan contestar con códigos y eso no es lo cierto. Los jueces los elige el sistema político y sus actores. Mario Netri, en su momento, fue sugerido por el intendente de Rosario, Horacio Daniel Usandizaga. Un acuerdo sobrio y tranquilo hizo que el hombre de Franja Morada, Daniel Erbetta, en el interregno entre Jorge Obeid y Hermes Binner, fuese nombrado juez. María Angélica Gastaldi fue una decisión de Carlos Reutemann, como la de Rafael Gutiérrez, hombre con genética en esa familia. Eduardo Spuler de una parte, como Roberto Falistocco de la otra (la renuncia de Iturraspe lo colocó en tal cargo) provienen de razones políticas.
Todos, cabe destacar, han servido fielmente a las leyes de la Constitución Provincial. En todos hay una suficiente probanza que sus fallos están más ajustados a derecho que en otras provincias, también más sobrios y serenos que algunos fallos nacionales. Todos tienen el boleto marcado. Es posible asegurar que un cambio en la conformación de la CSJP pondría a la "Gobernación Pullaro" como la que actualizó el más alto tribunal. Con igual énfasis es posible asegurar que la misma tendrá un clarísimo tinte político y reformista, muy siglo XXI.
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El tema obliga a una repetición: un cambio en las estructuras que durará al menos veinte años. Debe insistirse y lo hacemos: va de la mano de un llamado a Reforma de la Constitución. No es poco. Es mucho. Son dos movimientos telúricos por cuerdas separadas, pero en el mismo momento, en la misma provincia y con los mismos actores. Ah… ¿Pueden gobernador y vice ser convencionales constituyente? Una biblioteca entera dice que no, el borrador de la Boleta Única dice que sí,… pero es un borrador.
A todo eso, el sistema previsional (Caja de Jubilaciones) está en alerta súper rojo y va a la reforma, o el rojo hace estallar a la provincia. Nación ni pagó, ni paga, ni pagará. El proporcional de activos contra pasivos y los descuentos actuales sobre los sueldos no alcanza. Es un cambio basal.
La provincia, con estos tres temas, estaría con estudios, análisis y actividades febriles desde agosto de 2024 a mayo de 2025. Sobre tal mes la elección parcial/ provincial de autoridades comunales daría un marco estrictamente territorial. Si se une a las nacionales ("oktober fest") a las provinciales vendrían Javier y Karina, y nadie quiere que en este negocio aparezca un kiosco nacional. No irían juntas.
Los jueces que se irían pueden ser todos. Nadie cree que a Erbetta, antiguo hombre de Franja Morada, con un paso veloz y certero por las definiciones "zafaronianas", más allá de sus posibilidades de integrar cortes nacionales, donde hay abundancia de santafesinos a esta fecha, lo inquieten demasiado. Le cabe el Martin Fierro: "Mantente en el rincón donde empezó tu existencia…"
Es raro el destino de Rafael Gutiérrez. Todo indica que, pese a la fecha de vencimiento que teórica y unilateralmente han fijado (los 75 en la Libreta de Enrolamiento y Libreta Cívica) el hombre de la Santa Fe señorial se quedaría. Solo en la Casa Gris está la respuesta. Es más cercano a las intuiciones positivas el adiós de Gastaldi, Spuler y Netri. Igual suerte correría el otro hombre del sur: Falistocco.
¿Terremoto o secuencia? Hay una diferencia entre la renuncia pactada de uno tras otro, escalonadamente, y el adiós en conjunto. Si Gutiérrez no se va en el mismo barco que lleva a mansas lagunas a los otros cuatro mencionados, el efecto de su despedida no sería tal y acaso le perdonarían la vida mas allá de octubre del 2025 y quien dice después dice a lo mejor, dice está por verse, dice déjamelo pensar, en fin, y ya veremos…
¿Es la Dra. Levin un pedido radical?¿Es Diego Giuliano un pedido peronista? ¿Existe el Dr. Carranza en el magín de alguien? ¿Tiene el socialismo un nombre? ¿Quién estará en el pequeño cónclave donde se decidirán estos nuevos miembros?
Lo que se indica como posible, siguiendo la lógica elemental que brinda el periodismo y la veteranía, seria esto. Una corte de siete miembros. Una compensación a lo mucho que pierde Rosario (Netri, Gastaldi y Falistocco) de no cumplirse estas primeras variables la ciudad de Santa Fe se vería triunfadora (y ese es el deseo de la burocracia patricia santafesina, como la bauticé en el 1985). Advertencia elemental: al menos dos mujeres deberían ser juezas.
Desde Rosario se indica que hay algo cierto: a nadie inquieta, en la masa electoral del sur, este tema puesto a consideración en mitad del año 2024. Sus efectos, porque esto indefectiblemente sucederá, se verán reflejados en los actos judiciales de los próximos veinte años. Muchos analistas, ante tal posibilidad inatajable sostienen: siete es mejor que seis. ("Dese por aprobado, publíquese, archívese").
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