Lamentable, un país entero vive desde hace un año la guerra. Podría decirse que los que tienen suerte y sobreviven, deben implementar variadas medidas de prevención que pueden llegar a los extremos. Es decir, salvar sus vidas si se tiene la suerte de entrar a tiempo a un refugio, o minimizar los efectos de los misiles -grandes, chicos-, morteros o aviones no tripulados con que atacan los enemigos. Estando en la calle como peatones, o conduciendo un auto, tirarse al piso y así minimizar los efectos de las esquirlas si la explosión es cercana.
En la batería de acciones que las incesantes situaciones generan, los padres intentan minimizar los efectos nefastos sobre la integridad mental de los niños; cantar en la "corrida" hacia lugar seguro; contar cuentos o chistes en la espera posterior a las sirenas. Las imágenes se ven repetidamente en los medios de comunicación. Pónganse en situación. Usted tiene que correr a refugiarse con lo que ello implica, también está la posibilidad de accidentarse, caerse y lastimarse por lo menos diez veces al día. Hasta los perros familiares llegan antes que sus dueños al refugio. A mi perra se le dio por aullar al mismo tiempo que las sirenas; fue algo macabro, porque ella también sufre la situación extrema.
Cualquier ruido intenso repentino genera una actitud de crispación defensiva. Y todo esto porque Israel está siendo atacada por siete frentes, a saber: Irán, Franja de Gaza, Líbano, Yemen, Siria, Irak y los territorios de Cisjordania. ¿Quieren un poco de datos para dimensionar lo que nos pasa? En un año -desde el 7 de octubre de 2023- Israel sufrió el ataque de por lo menos 26.000 misiles, 3.000 aviones explosivos no tripulados, otros miles de misiles antitanque y morteros. La cifra llega "tranquilamente" a 30.000. Dividida por 365 días del año, hace unas 100 explosiones por día.
¿Todavía alguien, en su sano juicio, puede poner en duda las acciones defensivas de Israel? Hay que tenerlo bien claro: el país se está defendiendo de las múltiples agresiones y pretende tranquilidad en sus fronteras, así como el regreso de los evacuados fronterizos (que se aproximan a 100.000). Desde ya, también implora por el regreso incondicional de los 100 secuestrados que aún están en poder del grupo Hamás.
El cinismo de las acusaciones del supuesto genocidio que se está cometiendo, choca contra la realidad, porque Israel está siendo agredido a mansalva desde Líbano (país limítrofe reconocido internacionalmente), por el ejército terrorista que representa la segunda fuerza política libanesa: el Hezbolá. Y desde Gaza por el otro ejército terrorista que también es reconocido internacionalmente por los supuestos organismos multinacionales que "pretenden la confraternidad de los pueblos". También desde Irán, reconocido internacionalmente por las Naciones Unidas. Y a estos hay que sumarles Irak, Yemen y Siria.
Nada puede deslegitimar las acciones de un país que es agredido tan arteramente con el único objetivo de "eliminarlo de la faz de la tierra". Declaraciones propias y ajenas desnudan la crudeza de una guerra que Israel no provocó y pretende finalizar lo más pronto posible con los beneficios de la paz para todos los involucrados . Repito, todos los involucrados: del lado de los agresores, la población civil; del lado agredido, toda la sociedad israelí.