Por Cristian Sperati (*)
El 10 de noviembre es la fecha elegida para difundir la importancia de la Educación Emocional en el desarrollo y crecimiento del ser humano.
Por Cristian Sperati (*)
El 10 de noviembre es la fecha elegida para difundir la importancia de la Educación Emocional en el desarrollo y crecimiento del ser humano. Conmemoramos aquel 10 de noviembre de 2016 cuando la provincia de Corrientes promulgó la Ley de Educación Emocional. Más tarde se sumó la provincia de Misiones.
La ciudad de Santa Fe instituyó mediante ordenanza 12435 del año 2017 la incorporación en la currícula escolar del nivel inicial esta temática, siendo la primera ciudad de Argentina en la implementación de la misma.
Definición
Definimos a la Educación Emocional como una estrategia educativa con fundamentos neurocientíficos, filosóficos, fenomenológicos y pedagógicos, cuyo objetivo principal es mejorar la calidad de vida de los individuos a través del desarrollo de la Inteligencia Emocional. Esto significa que, mediante el aprendizaje planificado, en forma sistémica y sostenida en el tiempo, lograremos personas motivadas hacia un propósito de vida positivo, con mayor tolerancia a la frustración y herramientas socio-emocionales adaptativas al entorno que lo atraviese, en síntesis, un ser humano con hábitos saludables que lo aleje de conductas disfuncionales.
Un poco de historia
La OMS define a la salud como un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. A partir de dicho concepto podemos inferir que el trabajo de promover hábitos saludables (físicos y emocionales) está un paso adelante de los sistemas preventivos porque requieren participación activa del individuo en su calidad de vida. Dicha organización elabora en 1993 un documento centrado en la Educación (Life Skills Education in School) en el cual define a las habilidades emocionales como "Capacidades para adoptar un comportamiento adaptativo y positivo que permita a los individuos abordar con eficacia las exigencias y desafíos de la vida cotidiana". Más tarde, en 1998 presenta un glosario sobre promoción de la salud para desarrollar en el ámbito educativo enumerando 10 habilidades para la vida, de las cuales al menos 6 son emocionales específicamente.
Y ese es el campo de acción de la Educación Emocional. El límite claro es la patología, reservada exclusivamente a los profesionales de la salud clínica, psíquica y psicológica.
"El corazón tiene razones que la razón ignora" **
Metafóricamente las razones del corazón no son más que las emociones que se generan en nuestro cerebro. Es energía para la acción/inacción que fluctúa entre lo placentero y lo displacentero dependiendo de nuestro marco perceptual. Las emociones no son ni buenas ni malas, son necesarias.
Éstas se constituyen en el lenguaje del cuerpo, interactuando permanentemente entre sí para garantizar la supervivencia del individuo. Del mismo modo, el pensamiento es el lenguaje del cerebro. La forma de interpretar nuestra realidad es una mezcla entre lo que percibo corporalmente del entorno, lo que interpreto emocionalmente (interocepción) y los pensamientos habituales (creencias construidas por experiencias pasadas que se reinterpretan en el día a día).
El desafío educativo es incluir de manera sostenida el ejercicio de la observación interna para moldear nuestros comportamientos.
Estanislao Bachrach, experto en Biología Molecular, refiere a la capacidad de utilizar la metacognición (conciencia y comprensión de los patrones de pensamiento) para modificar nuestra interioridad, gestionar satisfactoriamente las emociones, cambiar los hábitos y conductas y, de esa manera, obtener resultados más cercanos a los objetivos que nos planteemos. Sostiene, el profesional, "la mente es energía" que posee la habilidad (a partir de interpretaciones funcionales y adaptativas) de generar nuevas sinapsis (conexiones neuronales), modificar la química del cerebro y su contextura fisiológica (neuroplasticidad).
La educación como responsabilidad social
Todo adulto significativo que participe activamente en el proceso de aprendizaje (para la vida) de un niño/a se transforma en un educador y allí diferenciamos los "educadores de oficio", aquellos que aprendieron el ejercicio de educar con las bases que sus adultos significativos les dejaron a través del ejemplo diario y los "profesionales de la educación", quienes por su expertise y formación en didáctica y pedagogía son los que participan del sistema educativo como docentes, profesores, etc.
Por lo tanto, independientemente de la trayectoria académica que el individuo posea, es, indefectiblemente, un educador.
Allí habita la importancia de promover adultos alfabetizados socio-emocionalmente que, mediante su accionar y ejemplo, sean el sostén de nuevas generaciones que crezcan en espacios vinculares sanos.
"El agradecimiento es la memoria del corazón" (***)
Desde la Asociación Civil Educación Emocional Santa Fe queremos agradecer a cada una de las personas e instituciones que nos acompañaron y nos ayudan a difundir la temática (familias, docentes, asistentes escolares, medios de comunicación, periodistas, organismos públicos y privados). Deseamos continuar con el trabajo mancomunado en la construcción de una sociedad más equitativa y libre de violencia.
Desde la Asociación Civil Educación Emocional trabajamos de manera solidaria y gratuita, llevando a todo el país charlas y talleres. Entre ellas se destacan: Educación Emocional en Instituciones Educativas Públicas y Privadas; Neurociencias y Educación Emocional desde el deporte en Clubes; Orientación vocacional y propósito de vida para alumnos de los últimos años de la secundaria; Ambientes libres de violencia y comunicación asertiva en el ámbito laboral; Educación Emocional a través de las Artes Escénicas. Teatro y oratoria para el desarrollo personal.
(*) Consultor Psicológico, Presidente de la Asociación Civil Educación Emocional, E-mail: [email protected]
(**) Blaise Pascal
(***) Lao-Tsé
Las razones del corazón no son más que las emociones que se generan en nuestro cerebro. Es energía para la acción/inacción que fluctúa entre lo placentero y lo displacentero. Las emociones no son ni buenas ni malas, son necesarias.
Las emociones se constituyen en el lenguaje del cuerpo, interactuando permanentemente entre sí para garantizar la supervivencia del individuo. Del mismo modo, el pensamiento es el lenguaje del cerebro.