25 de Mayo: los festejos en Santa Fe, allá por 1900
Conmemoraciones patrióticas
25 de Mayo: los festejos en Santa Fe, allá por 1900
Jueves 25.5.2023
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Última actualización 3:13
Las conmemoraciones patrióticas, especialmente las que corresponden al 25 de Mayo y al 9 de Julio, fueron instancias de formación cívica. A través de una serie de actos y festejos, populares algunos y otros no tanto, se iba forjando en la ciudadanía el sentimiento de amor por la Patria.
En particular en Santa Fe, una ciudad con importantes colectividades de inmigrantes, y capital de una de las provincias con mayor porcentaje de extranjeros, resultaba imperativo fomentar ese sentido de apego. Así se explica, en parte, la dedicación e interés de las autoridades y de la elite santafesina en dotar de gran relieve a estas fiestas públicas.
¿Qué cuentan los periódicos?
Los diarios de los albores del siglo XX son una fuente muy ilustrativa del modo en que se festejaba el 25 de Mayo. Tanto Nueva Época como Unión Provincial, los dos medios gráficos que existían en Santa Fe en esos años, relatan una serie de eventos que tenían lugar en cada conmemoración de la gesta patria.
Infaltables, eran el acto protocolar en el Cabildo y el solemne Tedéum a cargo del obispo y al que asistían los funcionarios del gobierno y todas las personalidades de la ciudad. A ellos se sumaban otro tipo de espectáculos públicos como los fuegos artificiales que congregaban a los sectores populares, y actos como la velada patriótica que requería de un público más selecto.
Nueva Época en su ejemplar del sábado 23 de mayo de 1903 anunciaba con estas expresiones una velada:
"Esta noche, en el salón de la Cosmopolita, tendrá lugar la velada que ya hemos tenido ocasión de dar a conocer al público. Se trata de una fiesta patriótica, con la que esta sociedad se asocia al júbilo público, conmemorando la fecha de las grandes promesas de libertad e independencia á la que han sido invitados todos los asociados y sus respectivas familias sin dejar por ello de ser pública".
"El programa constará de solo tres puntos: un discurso que pronunciará el doctor Santiago Irigoyen, un número intermedio de música, á cuyo efecto la orquesta de la juventud del norte se ha prestado gustosa, y una conferencia sobre biblioteca, escrita por el señor Domingo G. Silva y que leerá el estudiante de nuestra facultad señor Carlos Sandoz".
Otro ejemplo encontramos en el número del 19 de mayo de 1901, que exponía el programa de una velada organizada por el Centro de la Juventud:
"Aún no ha sido terminado el programa de la velada patriótica que el centro de la juventud organiza para la noche del 24. El presidente, doctor Gómez, ha solicitado y obtenido el concurso, muy valioso de la señora de Centeno; esta dama debía volver hoy al Rosario, pero se decide a prolongar su permanencia entre nosotros para cooperar al mayor brillo de la gran fiesta social en perspectiva. También tienen números en el programa las señoritas Esmeralda Loza, Camila Rodríguez y María Esther Busaniche".
"Se exhibirán cuadros plásticos alusivos al acontecimiento, habiéndose encargado de esa interesante tarea las señoritas María Cervera y Mercedes Pujato Crespo. Por lo que se refiere al núcleo de aficionados que ha de representar el drama del publicista doctor Alberdi, La Revolución de Mayo, podemos afirmar que se lucirá. Corre con la dirección de la parte musical de la velada el profesor señor Hardin; este solo antecedente es promesa segura de éxito completo. La orquesta del Politeama ha quedado contratada por la comisión".
La descripción de ambas veladas da cuenta de la participación de destacados personajes del entorno santafesino. Por ejemplo, algunos caballeros ilustres que estaban a cargo de discursos y de conferencias, como los mencionados Santiago Irigoyen y Domingo Silva; o de la organización, como el Dr. Gómez. También de agraciadas jovencitas, que hacían gala de sus talentos artísticos -sean musicales o del ámbito de las artes plásticas- en calidad de aficionadas, quienes eran citadas con nombre y apellido en la crónica periodística, ya que tal referencia proporcionaba distinción a los festejos.
También se exalta la relevancia de la propuesta con la alusión a artistas consagrados como la señora de Centeno, el profesor Hardin y la orquesta del teatro Politeama. En ese mismo ejemplar de Nueva Época encontramos la información acerca de un baile que organizaba el Club del Orden. Estos bailes, para una muy selecta concurrencia, constituían uno de los eventos obligados en la celebración del 25 de Mayo:
"Parece indudable que el Club del Orden se asociará a la conmemoración del aniversario patrio, celebrando un regio baile en sus salones. Muchos plácemes recibirá la comisión directiva si así lo resuelve".
Pocos días más tarde, 26 de mayo, el mismo diario, que por entonces dirigía Juan Arzeno, daba cuenta de que el baile se había llevado a cabo con todo éxito, y abundaba en elogios al evento, a sus organizadores y a la distinguida concurrencia.
Los festejos escolares
Otro tipo de actividades ligadas a la conmemoración patria del 25 de Mayo, se referían a un público en especial, como eran los niños en edad escolar. Por un lado, estaban los actos formales que se llevaban a cabo en la plaza de Mayo, del que participaban delegaciones escolares. Se izaba la Bandera, se cantaba el Himno Nacional y se escuchaba a algún orador, que generalmente era un estudiante de la carrera de Derecho de la Universidad Provincial.
Sin embargo, no todo era tan serio, había también algunas actividades recreativas, de modo de asociar el día de la Patria con el júbilo y la alegría de los festejos. Por ejemplo, leemos el 5 de mayo de 1900 en Unión Provincial –periódico dirigido y editado por Domingo Silva-, que se programaba una fiesta de los niños al aire libre y con juegos, a la que estaban invitadas todas las instituciones educativas de la ciudad:
"Al prado concurrirán todas las escuelas fiscales y particulares que quieran hacer acto de presencia. Los varones ocuparán una sección y otra las niñas. En la zona media, con acceso para los chiquillos de ambos sexos, habrá calesitas, columpios, muñecos, etc.".
Como podemos ver, había festejos para todos los grupos sociales y para todas las edades.
Recapitulando…
Los programas de festejos que se reiteraban año tras año con algunas variantes, tienen en común una característica: distinguían entre festejos populares, como eran los actos y fiestas en plazas y parques y por la noche, los fuegos artificiales a los que eran muy afectos los santafesinos; y otro tipo de eventos destinados a un público selecto, tales como bailes en el Club del Orden o las veladas patrióticas.
La elite santafesina, que asumía un rol tutelar en relación a la población de la ciudad, se encargaba de la organización de todos los actos, velaba por el buen tono de los festejos, por la corrección de los actos públicos, así como también por el orden urbano. De esa manera todos participaban de la conmemoración del día de la Patria, y a la vez se mantenían las jerarquías sociales, en una época en que algunos pocos ejercían el poder y se concebían a sí mismos como responsables de toda la sociedad.
(*) Contenidos producidos para El Litoral desde la Junta Provincial de Estudios Históricos.