Si bien las Paso del domingo 13 de agosto de 2023 no definen quien será nuestro próximo presidente, sí nos dirán quiénes serán los pocos con posibilidades de serlo. De las veintisiete listas que se oficializaron, la jueza María Servini dio de baja a cuatro, por no reunir la totalidad de los requisitos requeridos, mientras que Julio Bárbaro decidió no presentarse. En conclusión, serán veintidós los candidatos presidenciales, o las alianzas o partidos que los proponen, y si hacemos una encuesta callejera veremos lo difícil que puede ser que alguien siquiera nos nombre a diez de ellos. Para las generales de octubre serán menos y si llegamos a un ballotage, solamente ahí sabremos quienes serán.
Pero cualquiera sea la cantidad de postulantes, serán muchos, y esto no significa renegar del método eleccionario. Muchos, porque ya se sabe que no son más de tres los que pretenderán seducirnos para ganar nuestro voto y triunfar en la elección. Y si lo sabemos nosotros también lo saben los que no llegarán ni al 5% de los sufragios. Entonces… ¿Por qué se presentan? Porque para muchos es un buen negocio debido a la gran cantidad de dinero que reciben del Estado, o sea de todos nosotros, y que seguramente les permitirá "seguir participando" dentro de estas reglas de juego. ¿Tienen derecho a participar? Si, absolutamente, debido a la legislación vigente, hecha a medida para que esto ocurra. ¿Alguien propone cambiar algo para que las elecciones no representen un buen ingreso de dinero a algunos actores de la política nacional? No. Además, ¿por qué todavía seguimos con el voto papel en la inmensa mayoría de los casos? Eso también debería modificarse.
Mirá tambiénEn busca del heredero¿Por qué tantos "desconocidos" se agregan a los pocos conocidos que ambicionan nuestro voto para gobernar un país con tan enorme crisis? ¿Por qué se pelean para llegar si saben de las dificultades que afrontarán y las posibilidades que tienen de solucionar a mediano plazo los problemas más acuciantes de los argentinos? Las posibles respuestas serían muchas, según analicemos la generalidad de la realidad o los reales intereses de los candidatos. La cantidad no significa profundizar la calidad democrática.
Que haya tantos candidatos para las Primarias no significa que eso nos transmita una variedad de propuestas para analizar, o que nos muestre profundas diferencias ideológicas entre los pocos con posibilidades de triunfar, salvo contadas excepciones, más allá de los vacíos mensajes pre-electorales. Seguramente el futuro presidente estará entre los nombrados como la "derecha" nacional, oficialismo y oposición, aunque por supuesto ellos no lo reconocen públicamente así. La dividida izquierda argentina no tiene posibilidades de acceder ni siquiera a un ballotage. Muchos de los veintidós ni siquiera reconocen el real diagnóstico sobre la actualidad del país y su pueblo, al menos públicamente. Estas cuestiones y tantas más ¿serán la causa de la gran abstención demostrada hasta ahora? ¿Del alto porcentaje de voto en blanco en algunas Paso provinciales? ¿Será que al acercarnos a los tramos definitorios aumentará el interés popular?
Sería un signo más que importante que el 13 a la noche nos informen del importante porcentaje de votantes, disminuyendo grandemente las abstenciones y votos en blanco. Entre otras cosas significaría que los argentinos creemos en la herramienta del voto popular y que seguimos esperanzados en poder construir un país mejor para todos. Pese a los muchos que no tienen eso como preocupación principal y que hasta el domingo serán precandidatos presidenciales.
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