Ponte en la foto a mi lado, que a mí me trae sin cuidado el valor de tu interés.
Ponte en la foto a mi lado, que a mí me trae sin cuidado el valor de tu interés.
Alberto Cortez, "Úsame".
Con la actividad propagandística específica vedada por la normativa, y las definiciones de candidaturas sometidas a negociaciones, compulsas internas y un cuidadoso manejo de los tiempos, en el período preelectoral los políticos salen a la caza del registro de imágenes que sean funcionales a sus intereses o estrategias. Más que el contenido de los encuentros, "conseguir la foto" pasa a ser el objetivo; no siempre sencillo y a veces frustrado.
Así es como, en los últimos días (e indudablemente en los próximos), "la foto" se convirtió muchas veces en la noticia política, en relevo del contenido verbal de los discursos, acotado por los condicionamientos expuestos, o solapado por razones tácticas.
En Santa Fe sirvió, por caso, como una crónica visual de las tratativas para lograr la confluencia de los sectores de la oposición en lo que, transitoria y descriptivamente, se denominó "frente de frentes". Con el propósito/pretexto de discutir sobre cuestiones como la seguridad pública, o los recursos del Estado, los representantes de las diversas fuerzas políticas que pueden ser incluidas en ese universo ("la oposición") protagonizaron eventos o jornadas que, necesariamente, quedaron reflejados en registros fotográficos. El escrutinio de "quien está y quien no" se vuelve meticuloso, y obliga a que en muchos casos las ausencias visuales deban ser explicadas verbalmente, para que no se presten a interpretaciones inconvenientes (erróneas o no).
De la misma manera, los encuentros particulares entre figuras de relevancia, forman parte de este entramado, sobre todo cuando trascienden corrientes internas o identificaciones estrictamente partidarias. Y en este plano las de Carolina Losada (con Clara García, antes con Pablo Javkin o con Maximiliano Pullaro) suelen estar entre las más buscadas.
Las visitas de dirigentes nacionales a las provincias son la ocasión para tomar contacto con las instituciones, la ciudadanía y los contactos partidarios locales. Y lógicamente, para la foto. En estos días, con Mauricio Macri, con Miguel Pichetto, con Maximiliano Ferraro.
La misma lógica llevó a que el propio Macri se asegurase de recibir (y hacerse fotografiar) tanto con Patricia Bullrich como con Horacio Rodríguez Larreta, los dos más fuertes rivales en la interna del PRO, en una escenificación tanto de "prescindencia" individual, como de compromiso abarcativo.
Consideración especial merecen las fotos del oficialismo. Con la configuración de la estrategia electoral y la interna en plena ebullición, posar junto a Cristina Kirchner, Alberto Fernández y/o Sergio Massa (por separado o en cualquiera de los combos posibles) supondrá un mensaje para la sociedad, pero sobre todo y más enfáticamente puertas adentro de la coalición gobernante. Aquí se pueden apuntar las de Fernández con gobernadores, en su intenso periplo federal, y las de Juan Schiaretti, entre otros con Omar Perotti. Y en la semana que pasó, la "cumbre bonaerense" que reunió a Massa con Axel Kicillof y Máximo Kirchner, pero no tuvo representantes del grupo que responde al Presidente de la Nación. Sí hubo integrantes del gabinete, como Eduardo "Wado" de Pedro, que viene de desencadenar la enésima tormenta en el Frente de Todos, como consecuencia de haber sido excluido de la reunión de organismos de derechos humanos con el presidente de Brasil, Inacio "Lula" Da Silva. Y, por ende, haberse quedado sin la foto (cosa que, de todos modos, también le pasó a Cristina).
De todos modos, se trata solo de ejemplos preliminares y entrevistos. El devenir del proceso preelectoral apenas se insinúa, y a su ritmo, el caudal informativo adquirirá el acostumbrado "crescendo". Y claro, las fotos también.