Me dicen que la materia Enfermería escolar estará el año que viene en el programa de la carrera de Enfermería. Es una buena noticia para las enfermeras y para los enfermeros, y para los alumnos de primaria y secundaria, y para sus padres. Y para todos en consecuencia.
Es una buena noticia para los de enfermería porque se les abren nuevas y estimulantes perspectivas, tanto en lo profesional como en lo personal, puesto que el trabajo enfermero es mucho más que la atención de los pacientes de sanatorios y hospitales. Velar por la salud y el crecimiento, y el desarrollo de un niño en el entorno escolar, es una perspectiva fascinante.
También es una buena noticia para los alumnos porque alguien más velará por ellos, por las vacunas, por la alimentación, por el ocio y el deporte, por el peso y el sobrepeso, por las cosas del desarrollo, etc. Quien tenga inquietudes, o dudas, o realidades difíciles de comprender o de asumir, encontrará allí un consultorio abierto y una voz profesional que sabrá dar un buen consejo, o encaminar el problema hacia donde mejor convenga.
Cada uno en su nivel, cada uno en lo suyo. Nadie invade las competencias de nadie sino que todos se complementan en busca de un objetivo en común, que es la infancia. Si no hay niños sanos y de sanas costumbres, tampoco los adolescentes serán así, ni tampoco cuando sean adultos. Entre todos tenemos que cuidar el árbol que crece, porque a todos nos conviene.
Este nuevo rol para enfermeras y enfermeros es parte de las nuevas ideas que están entrando con fuerza en el sector de la salud. Se necesitan cambios porque el modelo sanitario actual es caro y no llega a todos los que debería llegar.
Ya hace un tiempo que se plantea que los diversos profesionales de la salud tienen que asumir nuevos roles, nuevas responsabilidades. Porque hay nuevos escenarios. Y para ello se necesita formación. Entonces, la incorporación de materias de vanguardia en los programas de formación del personal sanitario es un primer paso para solucionar un problema real y evidente: no todos en Santa Fe tienen un buen acceso a la salud. En especial, niños y adolescentes.
En Argentina todavía hay chicos que no están del todo vacunados, con las vacunas de siempre, y éstas son incuestionables. No se sabe ni quiénes son ni dónde están hasta que es demasiado tarde. Es evidente que el modelo sanitario es insuficiente, incompleto. Lo es porque la prevención, ya sea individual o colectiva, no recibe todos los recursos humanos y materiales que necesita. Y porque se gastan muchos esfuerzos y mucho dinero en campañas que no se basan en la evidencia científica sino, al parecer, en opiniones o en intereses personales.
Hay que habilitar más recursos y dotarlos de personal, y darles la llave y la responsabilidad, y plantearles roles nuevos para nuevos objetivos. Y abiertos de lunes a sábado, y de mañana y de tarde. Nuevos roles en nuevos escenarios es más salud. Individual y colectiva, porque una lleva a la otra, y viceversa.
En el mes de julio pasado, el martes 12, se presentó en Londres un informe sobre los nuevos roles del personal sanitario y sobre los nuevos escenarios en los que hay que actuar. El personal de enfermería, incluyendo las parteras, recibe aquí un impulso especial. Entre los nuevos escenarios figura la escuela y, por extensión, la comunidad. Es un informe del más alto nivel y para una salud global.
El informe parte de una realidad ya comentada: los recursos y los profesionales de la salud están distribuidos de una manera injusta, y es así como escasean allá donde más falta hacen. Entonces, sin dejar de lado, obviamente, los sistemas de hospitalización tradicional, propone redistribuir los roles profesionales, y crear los nuevos roles que hacen falta.
Para ello es condición indispensable que la formación de un profesional de la salud se base menos en lo tradicional y que se sustente más en las necesidades concretas de cada comunidad en concreto. En otros foros ya se propone que la formación de un profesional de la salud sea distinta según apunte al trabajo hospitalario, o bien al trabajo de la atención primaria.
Citando a un ministro de Salud, los autores del informe nos recuerdan que la salud se hace en casa, y que el hospital está para repararla. Es decir, hay que reforzar la comunidad (el hogar, el barrio, la escuela, el centro de salud periférico), y así luego el hospital estará mejor. Se trata de prevenir en casa y de controlar en el barrio las pequeñas cosas que afectan a la salud. Ya se sabe que la mayoría de los problemas de salud se pueden solucionar o controlar en el contexto del centro de salud del barrio. No es difícil, pero exige planificación y buena disposición.
Las ganas, la buena voluntad, el compromiso profesional, la necesidad de rendir cuentas y de obtener resultados, también son condiciones imprescindibles. Es mucho más fácil y más barato de lo que parece. Hay que empezar por las embarazadas, los recién nacidos, los escolares, y los chicos y chicas en edad reproductiva.
Del deporte
También me dicen que la materia Enfermería del deporte será materia de estudio para los futuros profesionales de la enfermería. Es otra buena noticia. Son nuevos roles, nuevos escenarios.
El informe que comento aparte también incluye el deporte, en cuanto ocio infantojuvenil, como uno de los nuevos escenarios donde los nuevos roles tienen mucho que hacer. Basta recordar hechos no lejanos para comprender cuánta falta hace la promoción de ciertos valores en este contexto y en otros similares. Estos valores también son determinantes de la salud, y por tanto del futuro.
Entonces, el nuevo rol de los profesionales de la salud es doble. Por un lado, todos sin excepción, cada uno en lo suyo y sin empujarse deben ser los agentes del cambio que la comunidad necesita. No se puede esperar que ninguna solución real venga de otra parte.
Y por el otro lado, estos profesionales deben ser también la voz autorizada, la que inspira confianza, la que es creíble. La voz a la cual la gente hace caso. Debe ser así porque vivimos en un mundo donde abunda la mala información y la palabra vacía e interesada.
En fin, todo esto es para irlo pensando. Quien quiera consultar el informe mencionado, que sepa que está gratis en Internet, bajo este epígrafe: "Probable futures and radical possibilities: an exploration of the future roles of health workers".