Decenas de juzgados de primera y segunda instancia sin magistrados, escritorios vacíos que deberían ocupar fiscales y defensores a designar, no hay defensor del pueblo y está cuasi acéfalo el Ente Regulador de los Servicios Sanitarios y también el Directorio de la Zona Franca Villa Constitución. Para casa caso se necesita que la Casa Gris y la Legislatura logren acuerdos.
El Enress es un ente autárquico y sus resoluciones se votan en un Directorio de cinco miembros que logra deliberar con quórum de tres. Allí, está solo (en las dos acepciones del término) Leonel Marmiroli que, a grandes rasgos hoy administra lo que se estoqueó antes de mayo.
Desde entonces, el Ente Regulador de los Servicios Sanitarios necesita dos directores más para que se puedan dictar resoluciones. Los expedientes de todo tipo (incluso las multas por malas prestaciones del servicio) solo llegan al nivel de las disposiciones de sus gerencias técnicas, formadas por personal de carrera (no por funcionarios políticos). Sólo porque hay un acuerdo tácito de la empresa estatal, Aguas Santafesinas acepta las multas que consisten en compensaciones directas a los usuarios afectados.
El medio año que ha pasado el Enress con sus facultades regulatorias acotadas, ha dejado sin aumentos a las cooperativas de agua potable del interior que tienen tarifas muy atrasadas, en el mejor de los casos en un 40 ó 59%. Y la situación se explica por la falta de diálogo entre la Casa Gris y la Legislatura.
Esta semana el único director que le queda al Ente aceptó contar lo que sucede y advirtió que la inflación demuele -también allí- todas las previsiones y que incluso los insumos para los laboratorios de Santa Fe y Rosario van a comenzar a agotarse en diciembre, entre otros problemas que pueden poner en una situación "compleja" para el ente que debe vigilar qué agua beben los santafesinos. Hoy sigue en condiciones de hacerlo pero se teme que cuando termine 2022, si no resuelve su cuasi acefalía, sea cada vez más difícil.
Cada director del Enress debe ser propuesto por el Poder Ejecutivo a la Asamblea Legislativa que integran los 50 diputados y 19 senadores provinciales. Al sesionar, por mayoría se pueden aprobar o rechazar los pliegos enviados por el gobernador y de no expresarse, al cabo de un mes se produce una sanción de hecho o ficta.
Los mandatos de los directores del Enress están acotados a cuatro años pero su proceso de designación se parece al que la Constitución de Santa Fe dispone para otros que no tienen plazos, como los de los jueces. Las leyes también lo disponen para los fiscales y defensores públicos del nuevo sistema penal, los defensores del pueblo, los vocales del Tribunal de Cuentas y los directores del ente regulador.
Otra vez, la falta de acuerdos -que es peor que la de diálogo- demora la decisión del gobernador de elevarle pliegos con postulantes ante la chance de que sean rechazados. Hay tensiones entre el Ejecutivo y sectores de su propio partido, y otras que se renueva con la oposición ante cada nueva revelación emanada de la causa del espionaje ilegal desde el ministerio de Seguridad en tiempos de Sain.
En ese contexto, avanzan pese a renuncias varias en el jurado, críticas y denuncias en los medios, los concursos para que el gobernador cuente con ternas para proponer al próximo fiscal general y del defensor general, y de sus regionales. En mayo deben concluir sus mandatos las actuales conducciones. Sería un muy mal antecedente institucional que se remedie esa situación con una prórroga de mandatos de quienes ya están pensando en que les restan meses para dejar sus escritorios.
Lo mismo, si se recurre a un decreto para nombrar "directores interinos o de transición" en el Enress. Ya sucedió en 2007 y casi todo el mundo lo ha olvidado, seguramente porque más se recuerda lo mucho que de bueno tuvo el segundo gobierno de Jorge Obeid y no aquel traspié.
La semana se cierra con un hecho y un rumor. Ambos alentadores: habría por fin pliegos para jueces comunitarios y, lo más importante, para un vocal del Tribunal de Cuentas. No es lo más difícil de acordar pero puede ser visto al menos como un comienzo para que el diálogo prospere. El hecho es que el Senado votó por unanimidad en general las dos leyes más importantes para el último año de la gestión de Omar Perotti, de Presupuesto y Tributaria, y que parece incluso diseñado el camino para las negociaciones en Diputados para las que el ministro de Economía Walter Agosto se ha guardado un par de cartas (para conceder más recursos a municipios y comunas).