UN LECTOR
"Estamos viendo cómo desde los distintos gobiernos se fortalece la penalidad por cuestiones de tránsito o infracciones. A su vez, el nivel de exigencia del estado de los vehículos, de tener toda la documentación al día, etc., cosa que está bien, PERO, como ciudadano digo: ¿no debiera existir una adecuada simetría entre el organismo, el gobierno, exigente, y lo que ofrece a cambio? ¿No es desparejo el requisito de tener un auto en PERFECTAS CONDICIONES y ofrecer a cambio un estado DEPLORABLE de las rutas?, además de inseguro y causante de accidentes fatales. Realmente, a los consumidores, a los que pagamos los impuestos, a los usuarios de automóviles nos indigna soberanamente que el Estado sea tan exigente, pero mientras tanto a la par ofrece las rutas DESTROZADAS. Como ejemplo, la ruta nacional 11, cadena troncal del Mercosur, hecha pedazos, donde ya han muerto varias personas en accidentes por esa causa. Entonces, ver un Estado que pone hasta drones para controlar nos hace emitir este juicio. Están bien los controles, pero por favor, queremos a cambio (de pagar una multa, de abonar la patente, la verificación técnica vehicular, etc.) que la contraparte, el Estado, nos brinde una ruta en condiciones. Yo creo que si se analizara desde el punto de vista legal caerían todas las reglamentaciones del tránsito, porque no se están dando las necesarias condiciones y se está vulnerando permanentemente un contrato comercial entre el dador y el exigente. Lo dejo para que lo analice algún abogado, o el Colegio de Abogados mismo sobre el equilibrio entre lo que se exige y lo que se brinda".
RICARDO LUIS MASCHERONI
Estas terribles expresiones que circulan por nuestra patria, a raíz del ataque de Milei a la educación en general, al deseo de muerte de la ex presidenta, se remontan a 1936 en España, que dejó dos millones de muertos. Las mismas se escucharon en el paraninfo de la Universidad de Salamanca durante una ceremonia, apenas iniciada la guerra civil española, dichas por el fascista Gral. José Millán-Astray, fundador de la homicida Legión, que fueran respondidas por Miguel de Unamuno, rector de esa Universidad. La réplica de Unamuno (que no era republicano, menos populista), que en principio apoyó la sublevación, pronto pudo contemplar la represión, la detención, fusilamiento y persecuciones de muchos españoles, y sus palabras adaptadas y parafraseadas a nuestra realidad pueden servir de advertencia a lo que nos puede acontecer.
En el acto, las críticas y amenazas proferidas a todos los que no compartían los ideales de la gente de bien no hicieron permanecer en silencio al rector que dijo: callar, a veces, significa asentir, porque el silencio puede ser interpretado como aquiescencia. Vencer no es convencer, y hay que convencer sobre todo. Pero no puede convencer el odio que no deja lugar a la compasión, ese odio a la inteligencia, que es crítica y diferenciadora, inquisitiva (más no de inquisición). Su alocución se cortó por Millán-Astray, que en ese momento pronunció sus gritos de: "¡Mueran los intelectuales, viva la muerte!". Y concluyó: "¡España, libre!". Ante ello, Unamuno dijo: acabo de oír el grito de ¡viva la muerte! Esto suena lo mismo que ¡muera la vida! Él mismo es un símbolo de la muerte. Milei es un inválido social y moral. Borges lo era visual. Pero los extremos no se tocan ni nos sirven de norma. Por desgracia, hoy tenemos demasiados inválidos en Argentina. Me duele pensar que Milei pueda dictar las normas de psicología a las masas. Un inválido que carezca de la grandeza espiritual de Borges se sentirá aliviado al ver cómo aumentan los mutilados a su alrededor. Milei no es un espíritu selecto: quiere crear una Argentina nueva, a su propia imagen. Por ello lo que desea es ver una Argentina mutilada, como ha dado a entender. Este es el templo del intelecto y yo soy su supremo sacerdote. Vosotros estáis profanando su recinto sagrado. Venceréis, pero no convenceréis. Venceréis porque tenéis fuerza bruta, pero no convenceréis porque convencer significa persuadir. Y para persuadir necesitáis algo que os falta en esta lucha, razón y derecho. Me parece inútil pediros que penséis en el país.
El 22 de octubre, dos meses antes de la muerte de Miguel de Unamuno, Franco firmó el decreto de destitución del rector. Se alegaba que el país fue apuñalado traidoramente por la pseudo-intelectualidad liberal-masónica tornadiza, sinuosa y oscilante, que fue la envenenadora de las inteligencias y las voluntades vírgenes de varias generaciones de escolares en Academias, Ateneos y Universidades. ¿Les suena? Cualquier parecido con lo que estamos viviendo es solo producto de la casualidad.
CDOR. MATÍAS ANÍBAL ROSSI
Pasan los años, y la verdad fatiga ser testigo de las generaciones de argentinos divididos por egoísmos y luchas estériles. Mucho tuvo que ver la cultura política promovida por los gobiernos durante décadas. Una dirigencia a la que solo le interesó el poder y por consiguiente someter al otro. Perón y los antiperonistas en las décadas del 50 y el 60. El terrorismo subversivo y el terrorismo de Estado en los 70. Y todo lo que después nos trajo la democracia. Ese otro, el que piensa diferente siempre fue un enemigo, un traidor o en el mejor de los casos un ignorante. Con esa impronta, la mala política transformó de a poco a ciudadanos orgullosos de una Argentina rica en un pueblo pobre y lleno de dudas por su futuro. Por ello, bien haría el señor presidente en diferenciarse del pasado y ser el primero en 70 años, en levantar la bandera de la unión nacional. Dejar atrás insultos y agravios inútiles con los que pareciera solazarse, pero que solo sirven para salpicar su investidura y nada ayudan para convencer a los demás de sus convicciones.
Creo que todos necesitamos el ejemplo de un líder y sus manos firmes, pero extendidas. Necesitamos que utilice su poder para esas políticas de Estado ausentes, que sirvan hoy y a los que nos sucedan. Acuerdos políticos perdurables con buenos dirigentes que también antepongan la patria a sus intereses personales. No es una utopía. Otras sociedades lograron salir de sus crisis de ese modo.
Creo que todos necesitamos una clase política autóctona, con la cara lavada y cambiada. Que trabaje y sea honesta. En unión y libertad no son palabras, es un camino. Un logro inédito y enriquecedor para que algún día la Argentina deje de ser el país de las generaciones perdidas.
MARTA SNAIDERO
En El Litoral se informó cada vez que ciudadanos votantes procedimos a reclamar o denunciar la inacción y desidia del municipio respecto de promesas incumplidas por cada gestión en cuanto a la Puesta en Valor del Jardín República del Líbano. La decadencia del predio sito en Aristóbulo del Valle 4700, jurisdicción de la Seccional 11 de policía y en barrio Fomento 9 de Julio, es notable. En su recorrida de campaña, el Dr. Juan Pablo Poletti se comprometió ante vecinos a hacer lo que no se logró desde el año 2008. También le informamos sobre el perjuicio que causan los gomeros de Pedro Víttori a igual altura, sector donde muy de vez en cuando solo juntan las hojas secas. De podarlos o reemplazarlos, ni hablar.