* Por Marwan Sarwar Gill
Según el islam, la libertad religiosa es el pilar para asegurar la paz y la buena convivencia en una sociedad. El Corán promueve la libertad de creencia prohibiendo categóricamente el uso de coacción en asuntos de fe. (Corán 2:257)
* Por Marwan Sarwar Gill
El 25 de noviembre de 1981, se produjo la proclamación por parte de la Asamblea de las Naciones Unidas de la “Declaración sobre la Eliminación de todas las formas de intolerancia y discriminación fundadas en la religión o las convicciones”. Se trata del instrumento internacional que ha proclamado con más énfasis el derecho fundamental a la libertad religiosa, explicitando los distintos derechos que, tanto para los individuos, como para las comunidades religiosas, derivan del mismo.
En el marco de tal proclamación, el 25 de noviembre se celebra en la Argentina el “Dia de la libertad religiosa”. La Argentina se ha caracterizado por la convivencia pacífica entre diferentes credos y, por tal razón, celebramos esta fecha. Más allá, la celebración de la libertad religiosa es una fecha necesaria para llamar la atención sobre la importancia de este derecho fundamental y recordar la necesidad de defenderlo y fortalecerlo frente a múltiples amenazas.
Según el islam, la libertad religiosa es el pilar para asegurar la paz y la buena convivencia en una sociedad. El Corán promueve la libertad de creencia prohibiendo categóricamente el uso de coacción en asuntos de fe. (Corán 2:257)
El islam enseña que Dios ha creado al ser humano con el libre albedrio y le ha otorgado el derecho a elegir y desarrollar libremente su camino religioso. El Corán prohibe imponer en nombre de Dios una doctrina religiosa a los demás. (Corán 10:100)
Sin embargo, la libertad religiosa incluye también el respeto y la tolerancia hacia los sentimientos religiosos del otro. Según el islam, aunque la idolatría es el pecado más grave, no se permite, ni siquiera insultar a los ídolos falsos de los idólatras, para evitar la hostilidad y la discordia en una sociedad. (6:109)
El Corán ordena que es la responsabilidad de un estado garantizar la protección, sea para un individuo o una colectividad, de expresar su derecho de libertad religiosa, tal como dice:
“ ... y si Al-lah no hubiera permitido a los hombres defenderse contra la actuación injusta de los demás, ciertamente habrían sido destruidos monasterios e iglesias, sinagogas y mezquitas, en las que se conmemora frecuentemente el nombre de Al-lah... “ (El Corán 22:41)
El profeta Muhammad en su función como gobernante no impuso la “Sharia” (ley islámica) en Medina, una ciudad donde vivían musulmanes, judíos y poleteistas, sino que estableció una constitución completamente secular, conocida como la “Constitución de Medina”. A través de esta Constitución aseguró la libertad y la igualdad religiosa entre los diferentes grupos. Además, con su propio ejemplo mostró la importancia de separar el estado de la religión.
Por otro lado, sirve la vida del profeta Muhammad como ejemplo práctico para establecer el respeto interreligioso en nuestras sociedades pluralistas:
Una vez, una delegación cristiana de Nayran visitó al profeta Muhammad en Medina, donde en tal momento no hubo ninguna iglesia. Cuando llegó la hora de su oración, el profeta del islam le ofreció a la delegación cristiana la mezquita principal de Medina para que pudieran realizar su oración, según la tradición cristiana.
En otro momento, un judío y un musulmán presentaron su pelea al profeta Muhammad con el fin de que el decidiera como juez entre ambos, quien de los profetas, Muhammad o Moisés eran superiores. En ese momento, el profeta Muhammad ordenó a su discípulo no lastimar los sentimientos de la persona judía y no disminuir el estado del profeta Moisés.
*Imam Marwan Sarwar Gill es teólogo islámico y Presidente de la Comunidad Musulmana Ahmadia en Argentina.