En estos días se ha vuelto viral un discurso que la generala, y ex piloto de helicópteros Black Hawk, Laura Jane Richardson, jefa del Comando Sur de los Estados Unidos, brindó ante el Atlantic Council (un think tank "atlantista"), autoproclamado no partidista, con miembros "de las alas internacionalistas moderadas de ambos partidos" (el Demócrata y el Republicano) y por estatuto independiente del gobierno estadounidense y la OTAN (entre sus directores históricos estuvo Henry Kissinger y entre los honorarios James Baker III, Robert Gates, Colin Powell y Condoleezza Rice, muchos halcones y palomas guerreras).
Allí, explicó por qué a Washington realmente le importa Latinoamérica: "Si hablo de mi adversario número dos en la región, Rusia... quiero decir, tengo, por supuesto, las relaciones entre los países de Cuba, Venezuela y Nicaragua con Rusia. Pero… ¿por qué es importante esta región? Con todos sus ricos recursos y elementos de tierras raras; tienes el triángulo del litio, que es necesario para la tecnología actual. El 60 % del litio del mundo está en el triángulo del litio: Argentina, Bolivia, Chile. Tienes las reservas de petróleo más grandes, crudo ligero y dulce descubierto en Guyana hace más de un año. Tienes los recursos de Venezuela también, con petróleo, cobre, oro. Tenemos el Amazonas, 'los pulmones del mundo'. Tenemos también el 31 % del agua dulce del mundo en esta región. Quiero decir, es fuera de lo común. Tenemos mucho que hacer. Esta región importa. Tiene mucho que ver con la seguridad nacional y tenemos que intensificar nuestro juego".
Algunas consideraciones: en primer lugar, se refiere a Rusia como su "adversario número dos en la región"... ¿Es su forma elegante de decir que el número uno es China? Por otro lado: está tan metida la "doctrina Monroe" ("América para los americanos") y la idea de Latinoamérica como "patio trasero" de Estados Unidos, tanto en la cabeza de la oradora como de su público, que pasa ligeramente del impersonal retórico "tienes" ("you have") al posesivo en primera persona del plural, "tenemos" ("we have").
Por cierto, en julio del año pasado se había referido en similares términos en una conferencia en el Aspen Institute, donde había agregado: "Hay adversarios que se están aprovechando de esta región todos los días justo en nuestro vecindario, y solo veo que lo que sucede en esta región en términos de seguridad, impacta en nuestra seguridad, nuestra seguridad nacional en la patria y en los Estados Unidos".
Reacciones
Las respuestas en la región no se hicieron esperar. La primera figura política qué cuestionó estos dichos fue el ex presidente boliviano Evo Morales. A través de su cuenta de Twitter expresó: "Le recordamos a la jefa del Comando Sur de Estados Unidos, Laura Richardson, que América Latina no es patio trasero ni su hacienda para explotar recursos naturales. Ante la nueva amenaza intervencionista yanqui, reiteramos que los pueblos libres de la Patria Grande defenderán su soberanía".
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, presente en la VII Cumbre de Jefes de Estado de la CELAC, afirmó que "tenemos que aprender dónde está la verdadera naturaleza y el verdadero interés del Imperio, y seguir defendiendo los postulados martianos. (...) Martí nos convocó a mantener unidas a nuestras naciones, en ese concepto que es tan universal como Nuestra América", informó el portal de Cuba Debate.
El presidente de Bolivia, Luis Arce, sostuvo en entrevista con Télam: "No vamos a aceptar que nadie se atribuya nuestras riquezas naturales como si fueran suyas". Y agregó: "No es la primera vez que Estados Unidos habla de nuestras riquezas naturales. No vamos a aceptar ninguna imposición de nadie ni que nadie se atribuya nuestras riquezas naturales como si fueran suyas".
De igual modo, el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, aseguró que "Latinoamérica ya no es un pedazo de tierra para saquear", a la vez que advirtió que "aquí se construye un bloque geopolítico emergente que será clave en la construcción de un Nuevo Orden Mundial Multipolar".
Mirada argentina
El año pasado, la generala Richardson -de soltera Strickland- se reunió con varias autoridades de la República Argentina, incluyendo la actual vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner. Si bien no trascendieron muchos detalles de lo conversado, se supo que la cuestión Malvinas fue parte de la conversación. En la ocasión, Richardson se excusó diciendo que, al considerarlas una colonia británica, las Malvinas pertenecían al Comando Europeo: otra afrenta a la soberanía nacional.
Por eso, quizás fue el gobernador que tiene a su cargo aquellas islas, Gustavo Melella (cuya autoridad incluye Tierra del Fuego, Antártida e Islas de Atlántico Sur) quien se metió de cabeza en la discusión al escribir: "No, Sra. Cmdte. del @Southcom, no son SUS recursos naturales, es la riqueza de los pueblos latinoamericanos. No toleraremos ninguna amenaza a nuestra soberanía, ni que la historia de saqueos imperialistas se repita. Nuestros recursos naturales nos pertenecen. Meses atrás denunciamos la presencia de submarinos nucleares de su país en el Atlántico Sur. ¿Serán estos los cambios de estrategia que sugiere, Sra. Richardson?".
Y avanzó: "Los pueblos de la Región no necesitamos ser tutelados sobre cómo manejar nuestros asuntos. Esto quedó en claro cuando hace 213 años derramamos nuestra sangre y luchamos por lograr esa libertad e independencia. Dos siglos después no admitiremos tal intromisión, y mucho menos bajo la coacción que veladamente insinúa. La provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, ya padece del saqueo de sus recursos a manos del colonialismo e imperialismo británico y sus aliados en nuestras Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur. Apelaremos a todos los medios pacíficos que estén a nuestro alcance para que estas intromisiones terminen de una vez y para siempre y no se intente su repetición. Hago un llamado a todo el arco político nacional para repudiar tales declaraciones oficiales".
Melella no se privó de encarar a la oposición, y aquel cuestionado pacto Foradori-Duncan: "Sería interesante escuchar ahora las voces de protesta de los recientemente seudo preocupados diputados de @juntoscambioar que alzaran sus voces como ficticios paladines de la soberanía, pero que el 13 de septiembre de 2016 avanzaban, entre gallos y medianoche, en la mayor entrega soberana de los últimos tiempos. Su silencio y sus protestas selectivas solo dejan en blanco sobre negro a que intereses responden. Sin duda no al interés nacional".
El sur y el mundo
A partir de aquí podemos empezar a pensar más allá de los supuestos derechos de explotación del "American backyard", y cuestionar la propia idea del Comando Sur como entidad: esta concepción en la cual se segmenta el mundo entero en función de los intereses económicos y militares -que a fin de cuentas son lo mismo- de los Estados Unidos. ¿Por qué el Comando Sur está tan al sur de El Paso, Texas? De igual manera… ¿por qué la Organización del Tratado del Atlántico Norte tiene tantos intereses en el Mar Negro, unas aguas tan aparentemente lejanas del océano que surcó Cristóbal Colón?
En estas preguntas se encierran varios de los movimientos tectónicos de la geopolítica mundial, y el destino de la humanidad en el corto plazo. Pero eso, ya sería motivo de otro artículo.