Viernes 8.3.2024
/Última actualización 4:51
En diálogo con la prensa, el mandatario santafesino sostuvo que "no hay claridad todavía sobre la propuesta que hace el Gobierno de la Nación con las provincias, que el año pasado perdimos muchos recursos. Entendimos también que en muchas oportunidades nos tenemos que arreglar con nuestros recursos, pero nosotros también tenemos reclamos que hacer la Nación" (El Litoral).
Maximiliano Pullaro no quiere "pelearse", "enfrentar", sostener la postura más airosa, la frontal, a la que nadie se anima porque no tiene sentido cortar lazos, aun con un inestable emocional como Javier Milei, pero no se calla totalmente ante quien le tiene que dar plata, la que debe o la que presta, la obligatoria (coparticipaciones) y que, además, no tiene contemplaciones ni el sentido de justicia y equidad que se supone de quien representa a todo un país, ejem, a todo un país sino el de un nene caprichoso que dice así soy, me gusta este juguete y me votaron para hacer esto. ¿Qué es esto…? Un aviso que viene la pobreza. Más pobreza. Poco dinero.
Pullaro deberá lidiar con su promesa: guerra a los narcos del sur. Y con un problema tan estructural como el otro: no hay generación de empleo y valor agregado. No hay plata. La que Santa Fe consigue es la que devuelve la Nación "en virtud de pactos preexistentes". Perdimos antes. Perdimos cuando no peleamos en serio por una Ley de Coparticipación que "no está reglamentada" y beneficia al control unitario del poder central. Pullaro está perdiendo ante Milei pese a que quiera jugar bien. Los votos mandan.
Ah… por ahí viene la cuestión: este es el resultado del sistema de elección y el mandato popular. El voto popular dio este resultado. Lo escribo una vez mas: elecciones separadas, diferentes fechas y distintos sistemas provinciales y diferenciados del nacional y aquí estamos…¿Qué es esto? Lo que hay. Poco dinero. El arribo de la pobreza.
Ejemplos, por si alguien no lo entiende: Santa Fe, provincia y Córdoba, también provincia, eligen con sistemas diferentes sus intendentes y sus gobernadores y, además, en fechas distintas aun en la misma provincia. El NOA igual. El NEA también. ¿Qué es esto? Un desorden que parecía libertad y fabricó contradicciones muy gruesas. No pedimos igual los santafesinos que los salteños. Desunidos. Es lo que hay. Ajustarnos porque llegó la pobreza. El dinero no viene por correo.
Esto tiene un escenario: en el ring un solo boxeador. No hay dos partidos ni dos coaliciones o, claramente, no hay un púgil frente a Javier Milei.
Los Medios de Comunicación bailotean por fuera y no son los rivales sino quienes sacan provecho de la rivalidad y apuestan. Estamos hablando de los Hiper Medios. Cogobiernan y hoy, por hoy, no han terminado de descifrar si Milei es un súper gerente de corporaciones, el delegado del Poder Empresario, un visionario o, simplemente, el cansancio del voto popular ante la imposibilidad de votar a Sergio Masa.
¿Tienen los Medios de Comunicación la culpa de la existencia de Milei? No. Una cuota parte sí. Repito otra frase que enoja: Milei es el primer panelista (y columnista) que llega a presidente. Con él queda desnudada lo que ya existía: la pobreza. Perdón, y también la pobreza intelectual. La ignorancia avanza por Argentina.
Dato absolutamente referencial: en el 1994 me ofertaron, por primera vez, una candidatura. Dije que no. En el 2015 la más tentadora y en el 2021 la que mi familia me dijo que debía rechazar sí o sí. Ser funcionario –desde el periodismo y en el caso de triunfar- es salir de la lucha por ganarle a la pobreza. Los funcionarios siempre cobran. Siempre. Aun los que juegan a la revolución tardía y la lucha de clases. También los aventureros como los que son, simplemente, ignorantes. Saltar del periodismo a la gestión pública es asegurarse un sueldo. En algunos además lo visible. Hábiles declarantes.
Siempre supe que el "Grado de Conocimiento" es sustancia. Es importante. Buena parte de los colegas que están en funciones de gobierno le deben su existencia política al rostro conocido, cara conocida, sonrisa eficiente. Hay una lucha por el pan y la ignorancia. Más pan, menos analfabetismo. Pocos con la camiseta para entrar a la cancha y jugar.
Milei le agregó (al grado de conocimiento, que fue avasallante por lo rápido y masivo) una constancia infinita, una coherencia de discurso que rindió frutos y una coyuntura nacional e internacional que pocos vieron de ese modo. Sabía que estaba la pobreza y usó ese arma. El arma de lo malo y de lo peor, así estábamos. Le dio otro valor a la corrupción y el poder burocrático.. El peronismo no es "Justicia Social", es más pobreza. Le creyeron. Listo. Busque por allí su existencia.
Debo insistir, repetir: el no peronismo o "antiperonismo" es del 55 al 65% de los votos posibles, según contra quién tengan que votar. El peronismo es el 32 al 42%, según se enamoren más o menos de su candidato. Los números de 56 versus 44 dan lugar a la corroboración.
Perón en su retorno (64%) y CFK en su viudez (54%), más allá de "contra quién", dejan libre todas las otras elecciones. Milei es eso. Lástima los que se probaban trajes y no tenían zapatos de gobernantes. Está claro que Milei no encarna al peronismo y eso es raro, porque sus arbitrios son los del peronismo más esclarecido, el de "derechas", como dirían los españoles. Milei no lo parece, pero es un exquisito "peronista de derechas". Eso parece. Eso es. Es lo que hay: generará mas pobreza. Obvio.
Dejo a los colegas porteños y su modo de "sobrevivir en los tiempos del cólera" interpretaciones sobre Milei como tal o cual cosa. No logran identificarlo y le cuelgan remoquetes y vestimentas que se corresponden con sus sueños, conocimientos y supuestos. El presidente no es la persona que los colegas quieren, desean, sueñan y exprimen para que sea.
Milei es eso que se ve. Y esas decisiones que toma. Deberían, los interpretadores de la cotidianeidad, empezar a resolver si están de acuerdo con las decisiones y si conviene a los negocios empresariales donde están encaramados. En algunos eso, el estar encaramados, es visible y no hay enojos ni nada irritante excepto una advertencia: se ven las entretelas del traje.
Javier Milei es esa Pyme que ha negociado con quien corresponde (el poder empresario y la derecha internacional) y levanta un escudo al que debemos enjuiciar: el voto popular. A Milei hay que enfrentarlo con verdadera democracia republicana, representativa y federal. Abrió la puerta… ¿no la ven?
El opositor no existe … todavía. Hay miedo. Claro que hay miedo. Por ahora pelea contra fantasmas y frases hechas, viejas y vencidas. Los colegas dudan. No saben cómo fabricar un muñeco como este, un símil. Tal vez deban entender que los análisis y las articulaciones del Siglo XX no van más. Perdieron por nocaut después de la Peste. El presidente patea cuevas, rompe códigos, niega dineros, se olvida de las costumbres que son casi leyes (no son leyes) y demuestra que juega el juego que quiere… y que le dejan jugar.
Lo que viene es un reconocimiento del valor del dinero y lo visible de la pobreza estructural. Milei lo hizo. Lo dijo, lo dice, lo muestra. Tiene su receta. Si se la resume es "ustedes se morían, vengo a salvarlos de la muerte, pero no van a quedar sanitos, van a sobrevivir apenas".
Un personaje, al que muchos no querían, escribió, en el Siglo de Oro Español (en las Letras y otras Artes) sobre el origen de los males de la sociedad. Esto decía, indicando que amarga es la verdad. "Pues amarga la verdad, quiero echarla de la boca; y si al alma su hiel toca, esconderla es necedad. Sépase, pues libertad ha engendrado en mi pereza: La Pobreza. ¿Quién hace al tuerto galán y prudente al sin consejo? ¿Quién al avariento viejo le sirve de Río Jordán? ¿Quién hace de piedras pan, sin ser el Dios verdadero?: El Dinero".
Otro escritor, con uno de sus más feos y sabios personajes, insultaba con su verdad: "Pues la miseria en su afán, de perseguir de mil modos, golpea en la puerta de todos y entra en la del haragán".
Quevedo, como Hernández (Martín Fierro/Viscacha -sí, con "ese"-) resumen la historia y el sano mandato de la sociedad en trabajar, no ser perezoso y entender el valor del dinero que todo lo compra.
Milei no cita a ninguno de los dos. No los leyó… o sí, pero piensa lo mismo. Argentina divide su destino hacia el dinero y la pobreza; enfrente la holganza, la posibilidad de pensar libremente, un caminito que se va cerrando, ay, con desconsuelo. Cuidado, Milei solo quitó la sabana. Eso lo hizo bien. Falta tanto…
A Milei hay que enfrentarlo con verdadera democracia republicana, representativa y federal. Abrió la puerta… ¿no la ven?