Por Mirra Banchón
Por Mirra Banchón
Para Deutsche Welle
"Según la Comisión Europea, este año debemos liberarnos de dos tercios del gas que la Unión Europea importa de Rusia. Es una propuesta ambiciosa y arriesgada, porque no va a ser fácil encontrar alternativas", dice a DW Nicolás González Casares, miembro de la comisión de Industria, Investigación y Energía. En esta instancia del Parlamento Europeo se presentó esta semana el plan RePowerEU, cuyo objetivo es acabar totalmente con la dependencia de los combustibles fósiles importados de Rusia antes del año 2030.
La diversificación del suministro de gas natural por gasoductos no rusos y la intensificación del biometano y el hidrógeno verde forman parte de la estrategia. Estados Unidos, Noruega, Qatar, Azerbaiyán, Argelia, Egipto, Corea, Japón, Nigeria, Turquía e Israel están en la lista de suministradores alternativos a Rusia. ¿Qué pasa con países de América Latina, como Chile y Argentina, con su inmenso potencial en renovables? Según informan a DW fuentes europeas, las conversaciones con múltiples socios internacionales están en marcha.
Con todo, "específicamente, no hay una propuesta que tenga que ver con América Latina, pero el hidrógeno verde puede ser producido en cualquier lugar del mundo, donde haya suficiente capacidad en renovables. Y América Latina tiene un potencial renovable muy importante, tanto en la hidráulica, en la eólica como en la solar", responde González Casares, eurodiputado español de la bancada socialista.
"Europa tiene la necesidad estratégica de dejar de depender del gas ruso, lo que posiciona al hidrógeno como una alternativa complementaria. Si bien no es algo que vaya a ocurrir en el mediano plazo, en el futuro esta fuente de energía puede llegar a reemplazar parcialmente al gas", afirma en un comunicado Patricio Lillo, catedrático de Ingeniería de Minería de la Universidad Católica de Chile. La guerra de Rusia contra Ucrania hace aumentar el precio de los combustibles fósiles, lo que, en opinión de Lillo, acelerará los planes de reemplazo de estas fuentes energéticas.
Cabe recordar que, desde antes de RePowerEU, siguiendo su estrategia del hidrógeno, presentada en julio de 2020, la Comisión Europea viene implementando una iniciativa para el "Desarrollo de Hidrógeno Verde en Chile". Debido al gran potencial del país austral y a su plan nacional de descarbonización, la iniciativa europea prevé inversiones en el sector, tanto para apoyar a la economía chilena en su proceso de descarbonización, como para crear oportunidades para empresas de ambas regiones. Y también para suplir la demanda europea de hidrógeno verde.
No obstante, si bien Chile es la punta de lanza del hidrógeno verde en la región, según explican a DW fuentes europeas, el potencial "verde" es alto en varios países de América Latina y el Caribe. Bruselas financia, junto con la CEPAL y el Banco Mundial, la plataforma H2LAC para la producción, aplicación y exportación de este combustible limpio.
En cualquier caso, según el comunicado de RePowerEU, para reemplazar al gas ruso se requerirían 10 megatones de hidrógeno importado y 5 megatones de producción propia. "Está claro que esa cantidad de hidrógeno verde no se puede conseguir rápidamente. En este momento, sería más posible conseguirla de hidrógeno bajo en carbono", explica González Casares. Con todo, a mediano plazo, "Africa, vecina de Europa, tiene un alto potencial renovable y es una oportunidad de desarrollarlo y vendérselo a Europa", agrega.
¿Y la importación del hidrógeno verde desde Chile? "No se descarta ninguna posibilidad, pero la conexión con África, evidentemente, es más fácil, porque se puede hacer mediante gasoductos. De América Latina tendría que ser importado por barco y siempre va a ser más caro el hidrógeno que venga de más lejos", observa González Casares.
Además, concluye, "cada país debe buscar su propia independencia energética. Y también Argentina y Chile están comprometidos con la neutralidad climática para el 2050, y deben descarbonizar algunos de sus procesos industriales. Ese hidrógeno renovable puede ser exportado a Europa, sí, pero puede hacer también mucha falta en Sudamérica".
Esta semana se presentó en el Parlamento Europeo el plan RePowerEU, cuyo objetivo es acabar totalmente con la dependencia de los combustibles fósiles importados de Rusia antes del año 2030.
La estrategia europea para apoyar internacionalmente el hidrógeno verde viene de lejos. Pero no queda claro que sea de América Latina de donde provenga el combustible que requiere la UE para independizarse del gas ruso.
"No se descarta ninguna posibilidad, pero la conexión con África es más fácil, porque se puede hacer mediante gasoductos. De América Latina tendría que ser importado por barco y siempre va a ser más caro el hidrógeno que venga de más lejos".