Una suerte de huida mágica por la tangente hace suponer que el balotaje presidencial podría definirse por la decisión estratégica de la Casa Rosada de ignorar el pedido de la Cámara Nacional Electoral y mantener el feriado del Día de la Soberanía Nacional el 20 de noviembre. Eso -especulan en el marketing de la política- alentaría a determinados segmentos sociopolíticos a viajar el fin de semana largo.
Como la disputa se plantea en el terreno emocional, entre la bronca y el temor, el gobierno garantiza que haya combustible para no frustrar más a los opositores potenciales. Pero ninguno de estos artilugios para sostener fantasías y postergar realidades hasta después del 19, habrá de eliminar lo inevitable; los problemas seguirán allí el martes 21 de noviembre y el presidente electo tendrá que decir qué piensa hacer con ellos.
Septiembre marcó la inflación récord de 12,7% (138,3% interanual y 103,2% en lo que va del año). Para octubre, la mediana de las estimaciones de quienes participaron en el Relevamiento de Expectativas del Mercado del Banco Central sugieren una inflación del 9,5% para sumar 180,7% en todo el año.
¿Puede el ministerio de Economía "celebrar" una inflación de un dígito en un mes? El 13 de noviembre el Indec dará a conocer el dato oficial y tres días después los registros de inflación mayorista y de la construcción. Serán datos "a la baja" que sólo en la Argentina de la mística peronista (Pepe Mujica dixit) pueden explicarse: la leve desaceleración de una inflación a las puertas de la híper será un nuevo argumento para el inefable Sergio Massa.
Sin embargo, las consultoras del sector privado advierten que para noviembre crece la incertidumbre, con una dinámica de precios que volvería a acelerarse en un mes marcado por las elecciones.
Bloomberg reportó que Sebastián Menescaldi -director asociado de EcoGo- calculó que el IPC del décimo mes del año estará "algo por encima del 9%". Santiago Manoukian, jefe de research de Ecolatina, también anticipó que, en principio, se espera un número "algo por debajo del 10%.
"Precios Justos" supuestamente renovados al 5% mensual y promesas de abastecimiento de combustible regular son, hasta las urnas, un camino balizado por las amenazas del ministro-candidato. Pero no solucionan los problemas que el heredero -acaso el propio Massa- habrán de recibir frente a una sociedad con angustiosas demandas a corto plazo.
Manoukian advirtió que el IPC "muy probablemente vuelva a superar el 10%" en noviembre. "Creemos que los riesgos al alza son muchos, teniendo en cuenta que hay una inercia que se consolida en pisos cada vez más elevados, una inestabilidad generada por la ausencia de anclas agudas de divisas, acompañado de un exceso de oferta de pesos".
Con tarifas de transporte y combustibles atrasadas, la campaña oficial buscó un punto de apoyo que no deja de ser un inminente problema macroeconómico. La intervención a los mercados financieros legales o informales, invirtiendo dólares de reservas negativas del Banco Central, despejaron los problemas a corto plazo pero no la falta de insumos importados que ralentiza la actividad económica, como lo demuestra por estas horas la recuperación parcial de actividades en la planta de GM.
Medicamentos e insumos hospitalarios insuficientes, prepagas y colegios privados al borde del quebranto, salarios en dólares por debajo del nivel de US$411 del Rodrigazo sólo para el sector formal, son parte de lo que le espera al próximo mandatario. El índice de salarios se actualizó 75,9% hasta agosto la inflación en ese período es de 80,2%
Según JP Morgan, el déficit fiscal primario a fin de año será de 3 puntos del PBI, a lo que debe sumarse otro punto más de deuda flotante, sin contar el déficit cuasifiscal y el consolidado de provincias, municipios y comunas.
Préstamos chinos por US$11.500 millones en condiciones secretas y pagadiós a los importadores a los que se les adeuda US$42 mil millones, suman más que la deuda que tomó Macri con el FMI. Pero hoy las reservas del BCRA son negativas y las Leliqs requieren imprimir $2,3 billones por mes sólo para pagar intereses de la deuda del BCRA con bancos, que a su vez sólo financian el déficit del Estado a tasas tan estrafalarias como la propia inflación.
Más allá de toda promesa, hasta septiembre las prestaciones sociales (jubilaciones y planes asistenciales) tienen un ajuste del 7,1% a valores reales; los subsidios económicos se redujeron 15,6% en el acumulado de los 9 meses del año (-24,1 en energía y +14 en transporte) según la Oficina de Presupuesto del Congreso. Massa "metió miedo" con los boletos porteños pero omitió los del interior y silenció las facturas de energía.
Mientras el gobierno resalta que desde hoy los salarios de hasta 1.980.000 dejan de pagar Ganancias, en silencio -sin interrumpir la dinámica de campaña- el diputado nacional Marcelo Casaretto (Frente de Todos) ya presentó un proyecto de ley que obligará a las medianas empresas a pagar un nuevo anticipo (recesivo) de ese gravamen, del 15%.
Y la Comisión de Presupuesto y Hacienda inició el análisis para eliminar exenciones impositivas por el equivalente al 2,4% del PBI, en una "separata" del proyecto presupuestario. Pero esas decisiones de incremento de la presión fiscal -a diferencias de beneficios como el del salario o las devoluciones sobre el Iva- son para después de las urnas.
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