Juan Manuel Cozzi *
Juan Manuel Cozzi *
Ante la emergencia sanitaria, uno de los aspectos que se propaga rápidamente a igual ritmo que el covid-19 son las noticias falsas y la desinformación, fenómeno que la Organización Mundial de la Salud (OMS) denomina infodemia.
El término, propio de la jerga de la profesión, hace referencia a la información no contrastada o falsa que aparece en momentos críticos, como pueden ser los brotes de nuevas enfermedades. Asimismo, existe un exceso de información o sobreinformación provocada por la profusión de contenidos en internet – infoxicación- que no nos permite profundizar lo suficiente, y saltar de una cosa a la otra nos conduce directamente a la falta de comprensión de los datos recibidos. Los mitos – gárgaras de sal, agua con limón - y las recomendaciones peligrosas - el uso de productos desinfectantes en el cuerpo— prometen una “esperanza de protección” contra una amenaza a la que ni siquiera los líderes mundiales pueden escapar.
En definitiva, la puesta en circulación de noticias sobre un tema tan preocupante como el Covid-19, puede provocar situaciones peligrosas tanto por un exceso de información como por su falta de rigurosidad.
La revolución digital, más allá de sus bondades, ha complicado el hecho de estar informado. Los rumores y las mentiras (fake news) se propagan a través de las redes sociales y por las aplicaciones para enviar y recibir mensajes, mucho más rápidamente de lo que las autoridades sanitarias pueden suministrar información para apaciguar la incertidumbre.
La fórmula se replica: falso contenido e interlocutores que parecen creíbles facilitan la elaboración de teorías conspirativas y de manuales prescriptivos erróneos. Su “éxito” en gran parte se debe a componentes como la inseguridad y la sensación: A mayor inseguridad, mayor crecimiento y circulación de las falsedades. En cuanto a la sensación, cuando una situación nos supera tendemos a buscar refugio en lo que confirma nuestras percepciones.
Por eso es importante saber cómo piensa la ciudadanía, de qué manera percibe la realidad, qué representaciones utiliza para explicarse a sí misma y para darle sentido a lo que está experimentando, porque las reacciones de las personas dependen más de las interpretaciones de los hechos que de los hechos en sí mismos.
Así proliferan y se diseminan todo tipo contenidos: Que se deben tomar bebidas calientes porque el calor mata al virus, que se avecina un nuevo orden mundial cuyo objetivo es reducir la población mundial, un falso médico español contando cómo a los pacientes de coronavirus mayores de 65 años se les retiran los respiradores para dárselos a los más jóvenes, entre otros muchos ejemplos que son desmentidos por diferentes medios como Chequeado.com y por datos de organismos especializados o por opiniones de expertos en la materia.
En tal sentido, una comunicación eficaz aclara concepciones erróneas ayudando a que la gente tome decisiones basadas en información completa y específica.
Es importante señalar que, ante la incertidumbre, los ciudadanos siempre deben recurrir a fuentes de información fiables y contrastadas como instituciones oficiales y autoridades sanitarias.
Portales en línea, redes sociales y aplicaciones móviles, distintas iniciativas con el propósito de informar. El gobierno nacional ha instrumentado diferentes recursos para combatir la desinformación. El abanico es amplio y variado, desde hacer autodiagnósticos y consultar, hasta localizar lugares donde atenderse.
A lo descripto se suma una novedad, Apple y Google se han aliado, ambas compañías proponen un sistema para agilizar el rastreo de infectados una vez que los ciudadanos en cuarentena salgan de casa. Su intención es facilitar técnicamente la creación de apps a los gobiernos, no hacerlas ellos mismos. La propuesta tiene dos fases. En la primera, en mayo, las autoridades iniciales crearían una app sobre un protocolo de las dos compañías. En la segunda, en unos meses, esa aplicación llegaría a los móviles mediante una actualización del sistema operativo.
El gobierno desarrolló una aplicación para autoexamen de síntomas de Covid-19 a través de la app Coronavirus Argentina, disponible para Android y Apple, que ya tiene más de medio millón de descargas. El objetivo es permitir el autodiagnóstico al comparar esta enfermedad con otras similares, como la gripe, y mantener informada a la población sobre las medidas de prevención y los pasos a seguir ante la situación de tratarse de un caso sospechoso. Igualmente, los ciudadanos pueden aprender sobre el desarrollo de la pandemia y las medidas adoptadas por las autoridades nacionales para contener el avance del virus.
A su vez, los usuarios comparten los datos de geolocalización que en un futuro pueden servir para detectar zonas calientes o el respeto a la cuarentena. Además, el Ejecutivo ha anunciado que en breve se actualizará con un mapa con las unidades de salud cercanas.
Otros medios como WhatsApp y Facebook Chatbot, se han puesto en marcha en distintas provincias y municipios. El servicio tiene como objetivo proporcionar respuestas a las preguntas más frecuentes, evitar la información errónea y proporcionar consejos y descomprimir las líneas telefónicas. Además, las notificaciones con información relevante sobre el coronavirus se encuentran en la sección de Noticias de Facebook y en el feed de Instagram.
También a través de los hashtags #ArgentinaUnida, y #CuidarteEsCuidarnos, se puede conocer cómo ayudar a las personas que forman parte de la población en riesgo, para que no tengan que salir de sus casas, y denunciar incumplimientos de la cuarentena obligatoria, como así también abusos de las fuerzas de seguridad.
El sitio web oficial del Ministerio de salud ofrece información acerca de lo que hay que hacer para cuidarnos, las medidas que está tomando el gobierno y recomendaciones para equipos de salud. Además de los informes diarios, matutinos y vespertinos, a cargo de la Secretaría de Acceso a la Salud.
La Secretaría de Medios y Comunicación Pública, ha lanzado una plataforma denominada “Confiar” para enfrentar la información falsa sobre el coronavirus. Está integrada por investigadores del Conicet que se proponen despejar dudas en torno a las múltiples fuentes de desinformación que rodean al Covid-19.
A su vez, se han desarrollado junto con la sociedad civil planes de acción, entre los cuales destacan: “Cuidarnos es cuidar a los demás”, una iniciativa multisectorial de la sociedad civil para unificar los esfuerzos alrededor de la prevención, detección y seguimiento del coronavirus en Argentina, que combina el trabajo integrado de profesionales de la salud y la tecnología con el respaldo de empresas, instituciones y el sector público.
En el sitio, se armaron gráficos en los que se puede ver sobre un mapa de Argentina el acatamiento a la cuarentena región por región.
Desde Directorio Legislativo (CSO) se presentan: #PorUnaDemocraciaSaludable, una campaña de redes sociales diseñada para crear conciencia sobre la salud de las democracias que enfrentan la crisis COVID. La campaña publica sobre el espacio cívico, el acceso a la información, la rendición de cuentas y la transparencia y el trabajo parlamentario; y realiza un mapeo actualizado de las regulaciones emitidas por 19 países en América Latina y el Caribe ante la crisis.
“Transparencia Internacional”, conformó un grupo de trabajo de 13 países en América Latina -entre los cuales se encuentra Argentina- para identificar riesgos en la contratación pública y mitigarlos. El equipo de trabajo presentó un conjunto de propuestas para mitigar el riesgo de opacidad, contratos ocultos, sobreprecio, falta de competencia y colusión para evitar prácticas que afecten el suministro de bienes y servicios necesarios para enfrentar la emergencia de salud-
Todas estas iniciativas dependerán de su uso y aplicación, que deberá ser serio y responsable, ya que muchas de ellas requieren que el usuario ceda información personal sensible, como su historial de geolocalización, su estado de salud o incluso sus estudios clínicos. Esto, sin una política clara de privacidad ni de protección de datos.
*Politólogo. Magíster en Gestión de la Comunicación en las Organizaciones. Director de la Especialización en Comunicación Corporativa e Institucional en la Universidad de Concepción del Uruguay. Autor del libro: “La ubicuidad del riesgo. Gestión de la Comunicación en contexto de catástrofes”.