Todo cadete espera con ansias un momento del año: la confirmación de sus profes para participar del Interliceos. Esa semana cada uno llevará impregnada su camiseta para representar de la mejor forma a su Liceo Militar, ya sea Aeronáutico, Naval o del Ejército. Cada uno deja las carpetas y los borcegos sintiendo que van por la gloria entre sus pares, que viajan desde todas partes del país a un evento que se vive como un mundial que quiebra en un antes y un después la historia de la humanidad.
Fotos: El Litoral
Esa efervescencia comienza con los entrenamientos previos y se va incrementando al subir en el colectivo que lleva a los competidores y sus entrenadores hacia la sede. Pocos o miles de kilómetros donde la ansiedad se calma con algún canto y un poco de baile.
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Con la llama votiva encendida nuevamente, el primer día encuentra a las hinchadas estancas, cada una acotada a las presentaciones de sus propios deportistas. Sin embargo, el correr de las horas las convierte en protagonistas y distintas alianzas empiezan a verse. Es el folklore histórico que una vez más se hace lugar y amiga a los que comparten algunas características para ofrecer alguna pícara canción a otro equipo. Es cuestión de algunos resultados para que toda esa estrategia cambie y los redoblantes que antes sonaban sincronizados con unos, empiecen a seguir el ritmo de otros. Alerta spoiler:al final serán todos amigos.
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Esa sana competencia de las gradas y tribunas se vive con igual intensidad dentro de las pistas de atletismo y de cualquier cancha. La adrenalina de representar a sus camaradas, mejorar el resultado de años anteriores o mantener algún título, aflora en la piel de cada adolescente y les exige dar lo mejor de sí.
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En cada descanso, los que calzaban botines hasta instantes previos se sientan cara a cara con quienes los representarán en la competencia intelectual. El repaso, la pregunta y repregunta entre las figuras deportivas y las intelectuales es transversal durante toda la semana para llegar lo mejor preparados posible al momento decisivo de la instancia de preguntas y respuestas. Este año, la Antártida será el tópico. Vaya tema para inculcar inteligentemente desde lo lúdico…
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A la distancia, la ansiedad se lleva el escenario. Alumnos, padres, familiares y amigos mandan cientos de mensajes para intentar saber cómo avanza la resolución del fixture. Los ex cadetes, por su parte, hacen lo propio mientras recuerdan sus propias andanzas cuando les tocó representar la misma camiseta.
Fuera de horario, los pasillos y alojamientos son el lugar de encuentro entre aquellos que intercambian algún buzo, gorra o camiseta que les recordará ese nuevo amigo por el resto de tiempo que les queda como cadete. También donde alguna almohada puede parecer tener vuelo propio cuando llega la hora de dormir. Sí, los años pasan y las costumbres siguen intactas.
Los interliceos tienen ese 'no sé qué' que une, desde siempre, a miles de jóvenes de todo el país, de diferentes geografías, de distintas Fuerzas Armadas, tonadas y costumbres. Une a egresados con actuales cadetes y, a estos, con niños que en las próximas décadas recibirán la misma responsabilidad y desafío de mantener a su propio Liceo en lo más alto.
La gran familia Liceísta se conoce un poco más en cada Interliceos. Son varios los adultos que hoy, desde sus distintos puestos, oficios y profesiones, encuentran sin querer una cara familiar que, con poca conversación, sabrán que conocieron en algún partido tiempo atrás. Otros mantendrán el contacto toda la vida, porque la amistad que nace en un Interliceos no muere nunca y cada anécdota será motivo de conversación en repetición infinita en todos los encuentros donde haya un Liceísta.
Los interliceos tienen ese 'no sé qué' donde todos ganan y que ahora se reaviva con fuerza, luego de épocas donde esa competencia con fuerte impacto de vida corrió peligro, al igual que los Liceos que participan de ella. Después de todo, compartir, crecer y experimentar compartir lo común en la diferencia, es parte de la esencia Liceísta que se está reimpulsando a capa y espada.
(*) Egresado del LMGB - Desde el Interliceos 2024.