Estoy pensando en Javier Milei. Los últimos tres artículos (Bullying, Lewis Carrol y este) son intenciones, bocetos de ensayos -incompletos- sobre la realidad; sospechas de una realidad distinta que la prensa adocenada no cuenta, los ensayistas en serio olvidan, mientras los verdaderos analistas no trabajan, acaso sorprendidos.
Hay una cuestión inatajable: Milei sucede. Los textos que menciono son disparos al aire, ideas sin terminar sobre un hecho en desarrollo: presidencia de Milei con el 30 % de apoyo real (que es muchísimo) y 56% de apoyo final ante la teoría del mal menor. El mal menor era un desconocido ante Sergio Massa, evidentemente muy conocido, al punto que el 44% lo apoyó. Milei es el presidente de Argentina, "mi" presidente y el punto a ejercitar es este: ¿Dónde nos lleva? Para contestar un imposible escribo a ciegas estos apuntes.
Los idus eran días de buenos augurios que tenían lugar los días 15 de marzo, mayo, julio y octubre, y los días 13 del resto de los meses del año. "La tragedia de Julio César es una obra (trágica) escrita por William Shakespeare en 1599, probablemente. Recrea la conspiración en contra del dictador romano, su homicidio y sus secuelas, así como su lugar de desarrollo: la antigua Roma. Constituye uno de los varios trabajos 'shakespearianos' basados en hechos históricos". Wikipedia dice.
El dramaturgo inglés cubrió buena parte de las posibilidades de la tragedia, del conflicto humano inatajable y de cómo se comportaron los personajes. Es un manual de instrucciones… y de posiciones dramáticas sin comparación en el teatro del mundo occidental. Aunque si, una de sus tragedias tal vez puede compararse con Milei… Hum, no sé, veremos. Nadie sabe si Milei no será finalmente un personaje que, como los del autor inglés, no tiene otra elección y debe componer su texto según la determinación que la tragedia impone.
"A diferencia de muchos personajes principales en otras obras del género (ej. Hamlet, Enrique V), César no es el centro de la acción, apareciendo tan solo en tres escenas, y muriendo al comienzo del tercer acto. La figura más relevante de la historia es Bruto, y la trama gira en torno a la lucha psicológica entre las demandas en conflicto sobre el honor, el patriotismo y la amistad". Wikipedia resume así una tragedia que se repite y se repite, tan "brutalmente", que conviene respetarla. El César es "la causa" de la tragedia que lleva a su asesinato.
"La gran mayoría de los críticos e historiadores de Shakespeare concuerdan en que la obra refleja la ansiedad general de Inglaterra a causa de los temores sobre la sucesión del liderazgo", prosigue. Detalle mayor: sucesión del liderazgo. Aquí debemos centrar el ejercicio imposible: vayamos de Julio César a Milei. De aquellos tribunos a la idea de una monarquía sin diálogo, que eso es una monarquía… y un monarca que ejerza. Estamos lejos, bien lejos. Tal vez convenga la pregunta: ¿Estamos lejos? César Emperador.
"Marco Bruto da paso libre para unirse a un grupo de senadores conspiradores, bajo la creciente sospecha de que el mandatario intentaba convertir a la república romana en una monarquía bajo su poder", añade Wikipedia. Todos los sucesos quedaron datados, después del anuncio del mendigo/adivino/ profeta en las escalinatas, para el mes de marzo. Los idus "famosos" son los de marzo.
Milei tendrá sus idus en febrero, por una razón de almanaque: el 1 de marzo comienzan las sesiones ordinarias del parlamento nacional, donde Milei no manda. Y no manda, por dos razones. La primera, es de construcción: en una República Representativa y Federal, el parlamento es un poder tan legítimo como el del presidente. La segunda razón es la de alianzas: el parlamento es para "parlamentar". Y, a la fecha, Milei aparenta ser el Moisés de Charlton Heston tirando las Tablas Mosaicas al suelo: se cumplen y chau. Estamos cerca del "chau".
En febrero los legisladores, más allá de las "Sesiones Extraordinarias", que serán una prueba y un escarmiento (nadie manda en mitad de los pasillos, los gobernadores no gobiernan el parlamento, los egoísmos son perennes y muchos tienen un jefe externo escondido que es el dueño de la billetera) como también, cuidado, pueden ser la demostración de sumisión ante un presidente que, en el enojo, no dialoga y que, además, no tiene delegados persuasivos para el intelecto de tantos legisladores tan diferentes, con tan distintas faltriqueras. Se debe insistir e insistimos: febrero recibe la oleada del año.
Si Milei pasa enero y parte de febrero sin sobresaltos, con las extraordinarias a cuestas, llegarán los "Idus". Después del 13 de febrero ya estarán dos índices inflacionarios conocidos: diciembre y enero…y su repercusión. Los Idus de febrero serán, pueden ser, demoledores para Milei. Luz, gas, celulares, colegios, transporte, prepagas, plataformas digitales, inflación, sueldo, remedios, tira de asado, jabón en polvo, pan y fideos. Intereses bancarios. El cafecito en el centro y los dos colectivos diarios.
Podrá decir, el señor presidente, que lo avisó. Puede, si quiere, decir que eso votaron y será una mentira a medias que lleva a errores absolutos. Él fue votado como el mal menor ante Sergio Massa. Antes que Massa vamos con este muchacho, a quien el 30% le demostró confianza. Bueno, "okeyss"… llegaron los "Idus". ¿Qué pasa con la confianza?
Habrá pasado, si así lo desea, una consulta popular no vinculante (cuidado, la opinión pública es tan, pero tan volátil… además implementarla llevaría, por cuestiones de logística, su ejecución a un domingo más allá de los mencionados "Idus") y estarán en ejercicio de "derecho adquirido", la posibilidad muy específica que un supercapital empresario deje firme su Sede Central en Luxemburgo y no tribute ni declare nada más por estos pagos. No estará clara la cuestión de "los genéricos" en las cápsulas que nos curan y que cobran carísimo los laboratorios de marca… que tienen características mundiales. Dos sobre 500.
Shakespeare no inventaba en esta tragedia, tomaba los datos de la realidad. Poderoso e intransigente el César ayudaba, con su conducta, al complot de los tribunos (¿podría adaptarse a legisladores, senadores y diputados?) pero el teatro y la historia lo certifican, nadie deja acéfala a Roma. Ni siquiera en el teatro suceden esas cosas. La sucesión es casi física: los espacios vacíos se llenan prontamente.
Javier Milei es un presidente que, como Lewis Carrol, sabía de matemáticas y escribía, con lógica impecable, un mundo imposible. Una fantasía que perdura y, de hecho, insisto: Milei, ya con la sola enunciación de su multiproyecto de "Otro País", entró en la historia. Nuestro presidente, Javier Milei, usó el bullying, del que fue víctima periodística y de sus opositores, como una formidable arma de presentación, penetración, conmiseración, comparación ante quienes se burlaban.
Los dañados por un multiproyecto que tiene propósitos buenos, otros insanos, incurables y algunos realmente pecaminosos (remember Luxemburgo) lo enfrentará con los idus de marzo ya mencionados… después de superar "Las Extraordinarias". Todo a la vista. Todo. Final abierto, por ahora.
Un triunfador, un perdedor, una ausencia, una pálida sombra, un realista que aprendió velozmente a "parlamentar", un raid de "Otro País" que nunca sucedió… las señales que llegan al cualquiera (quien esto escribe es eso, un cualquiera del paisito interno que se maneja a tientas por la oscuridad porteña y sus mensajes) no son contradictorias, confluyen a una fórmula: Shakespeare. El dramaturgo sobrevive porque no falló. Miserias humanas. Destinos que no se tuercen.
Sobre los idus de febrero empezaremos la vigilia para saber si este hombre escucha al adivino que, en las escalinatas del parlamento Romano, le avisó que se cuidara. Las causas de la tragedia en el teatro son claras. La soberbia, la obcecación no las manejaba el adivino, las decidía quien no le hizo caso. Se insiste: el adivino avisó.