Jueves 15.9.2022
/Última actualización 17:28
El 20 de junio de 2022 pasó lo que eventualmente iba a pasar: la coalición anti Netanyahu formada por Yair Lapid y Naftali Bennett para desplazar al veterano mandatario del poder cayó por el propio peso de sus diferencias, que iban desde la Lista Árabe Unida (el partido de los árabes israelíes, participando por primera vez en una coalición de gobierno), la izquierda de Meretz y el laborismo de HaAvoda a sectores de la derecha combativa y antipalestina como Israel Beiteinu (los "rusos" del moldavo Avigdor Lieberman, el que fijó domicilio legal en un asentamiento ilegal, de puro provocador) y Yamina (Hacia la Derecha) la coalición encabezada por el propio Bennett y su histórica coequiper, Ayelet Ben Shaul Shaked.
De esta manera, Bennett no pudo terminar sus dos años como primer ministro, en una rotación que preveía los siguientes dos años para el centrista Lapid de Yesh Atid/Hay Futuro (que ahora debió asumir como primer ministro interino, hasta las elecciones del 1 de noviembre). Junto con el cargo, el líder de Yamina anunció su retiro de la política, dejando a Shaked como referente de la agrupación nacida como la alianza entre el partido Nueva Derecha, que fundaron Bennett y Shaked tras su salida de El Hogar Judío (HaBayit HaYehudi, o The Jewish Home, como se lo conoce en inglés), junto con ese partido y Tkuma (Partido Sionista Religioso).
Esa alianza se partió, pero (como ocurre en otros casos, como el Kahol Lavan/Azul y Blanco del ministro de Defensa Benny Gantz), quedó el nombre para el partido más emblemático. Shaked fundó a partir de su nueva posición otra alianza: Haruach HaTzionit (Espíritu Sionista) junto al partido Derej Eretz (El Camino de la Tierra), desprendimiento de centro derecha de Telem, otro episodio más de la dispersión de partidos del sistema político israelí, que se divide en pequeñas facciones en torno a líderes reconocibles.
Oportunidad
Esta acumulación de circunstancias pone a la ingeniera de software, de 46 años y actual ministra del Interior, conocida por su combinación de atractivo físico, inteligencia aguda e ideas ultramontanas, en una situación expectante. Porque reteniendo un porcentaje de votos similar a los de la última elección puede ser la gran electora en el armado de una coalición de gobierno, lo que eventualmente puede ponerla en una rotación y convertirla en la segunda primera ministra de su país (después de la laborista Golda Meir). En el peor de los casos, tendrá un ministerio importante y la llave para mantener con vida o liquidar la coalición, cuya cabeza podría compartir con Lapid, Gantz o el propio Binyamin "Bibi" Netanyahu, todavía dueño de un gran caudal electoral.
De todos modos, todo es relativo: valga recordar que en la primera elección en que Bennett y Shaked compitieron como Nueva Derecha (conocido también por su nombre en inglés, New Right) por fuera de El Hogar Judío (partido que lideraban, pero abandonaron llevándose su capital político: un rarísimo caso) no llegaron al piso y se quedaron afuera de la Knesset (Parlamento). Los salvó la imposibilidad de Bibi de formar gobierno, lo que les permitió tener revancha meses después.
Dos halcones en el nido
Shaked y Netanyahu se conocen desde cuando El Hogar Judío le impuso al líder del Likud a esta ex gerenta de marketing de Texas Instruments como ministra de Justicia, entre mayo de 2015 y junio de 2019. Desde ese cargo luchó por regular los asentamientos israelíes en Cisjordania, impulsó legislación contra el terrorismo y los juicios contra Ahed Tamimi (una activista palestina joven, rubia y bonita que concitó gran apoyo internacional, y le trajo dolores de cabeza al gobierno israelí) y creó la "polémica del perfume". Aprovechando su atractivo realizó un anuncio satírico con toda la estética de la publicidad de perfumes: ella interpreta el rol que modelos y actrices como Zendaya o Cate Blanchett hacen en este tipo de spots, rodado en este caso en blanco y negro. Pero el frasco dice "Fascismo" y la dirigente dice "huele como democracia para mí" mientras se rocía la fragancia. Pensado como una burla a quienes la acusaban de fascista por sus ideas de reforma judicial, provocó otro roce con Netanyahu, quien estuvo feliz de deshacerse de ella.
Por su parte, ella debió soportar agresiones de varios sectores de la derecha, que veían como una traición que Yamina (cuyos referentes pasaron por el Likud y luego integraron las coaliciones encabezadas por esa fuerza) se sumara a la alianza que desplazó al hombre fuerte de Israel.
¿Podrán ahora convivir el viejo líder, todavía poderoso (pero no lo suficiente para formar gobierno solo), con esta "villana favorita", ex instructora de infantería del Sayaret Golani (la unidad de fuerzas especiales dentro de la Brigada Golani)? De lo contrario, ¿podrá Shaked articular parte de la coalición rota y los partidos religiosos como para tener su oportunidad? Después de noviembre sabremos si una nueva "Dama de Hierro" -una Margaret Thatcher pero con glamour- surge a la faz de la tierra.
Aprovechando su atractivo realizó un anuncio satírico con toda la estética de la publicidad de perfumes: ella interpreta el rol que modelos y actrices como Zendaya o Cate Blanchett hacen en este tipo de spots, rodado en este caso en blanco y negro. Pero el frasco dice "Fascismo" y la dirigente dice "huele como democracia para mí" mientras se rocía la fragancia. Pensado como una burla a quienes la acusaban de fascista por sus ideas de reforma judicial, provocó otro roce con Netanyahu, quien estuvo feliz de deshacerse de ella.