GABRIELA INÉS BUFFELLI
"Quería agradecer la publicación de mi mensaje en este espacio de Lectores, ya que ante el reclamo por la falta de alumbrado público en calle Pedro Zenteno 2744, entre 9 de Julio y San Jerónimo, obtuvimos pronta respuesta y el viernes lo repararon. Muy amables y muchísimas gracias".
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EDGARDO ÁNGEL MARTELLI
"¡Una buena! El domingo, aproximadamente a las 17.30, tuvimos un corte de luz… A eso de las 18 horas, hablamos a la EPE relatando el inconveniente y amablemente nos contestaron que en el transcurso de la tarde iban a ver el problema. A las 19.30 llegaron y lo solucionaron. BIEN por la EPE!!".
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UNA SANTAFESINA
"Intendente Poletti: ¿usted va a hacer algo por la ciudad, sí o no?, ¿va a trabajar para que de una buena vez mejore?, porque hasta ahora, no se ven avances. El domingo di una vuelta por las costaneras y playas y es terrible la mugre, los yuyos ¡¡altísimos!!, los arbustos silvestres que hay. Por favor: destine recursos y gente para limpiar las playas. Los santafesinos estamos hartos de ver una ciudad tan deprimente, sucia, abandonada. Y dicen que quieren reflotarla para el turismo. No digan pavadas...".
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MIGUEL ÁNGEL ALBERTO PAREDES
"Hay un señor que repara artículos del hogar en calle San Lorenzo a la altura del 4600. Engaña a la gente. Pide adelanto y después no entrega los trabajos. Yo, desde enero que le llevé 2 bobinas: una de ventilador de techo y otra de ventilador de pie; me pidió dinero por anticipado. Luego, he intentado comunicarme por teléfono reiteradas veces, también me he hecho presente en su domicilio, pero no atiende. Se esconde. Mi intención es advertir a otra gente, para que no tenga mi misma mala experiencia. Después, me enteré que este señor, de un tiempo a esta parte está engañando de esta manera a la gente".
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Llegan cartas
GLADIS G. CÓRDOBA
Agradezco la gestión del Sr. Jatón, a quien conozco por haberlo atendido varias veces. A la espera de que el Dr. Poletti continúe con esa buena gestión, le solicito que me dé una pronta solución a un reclamo de hace cinco meses del que no he obtenido respuesta.
Para brindarle mayor data e imaginando su desconocimiento de este caso en particular, le comento que en fecha 19/10/23, día de votaciones, cerca de las 14 hs -con la fortuna de haber descendido de mi automóvil en la puerta de mi domicilio y luego de recorridos unos pocos metros- un árbol de gran porte cayó sobre mi auto, destruyéndolo totalmente. Era un árbol compañero de pocos metros de uno anteriormente caído, sobre el cual se habían hecho reclamos a la Municipalidad por la inseguridad que daba, previendo tal situación. Hay testimonios de vecinos, los mismos que me ayudaron y contuvieron, ya que mi vida y la de mi pareja se salvaron por milagro. Gracias a Dios podemos contarlo.
Días posteriores, ante nuestros reclamos, fuimos atendidos en la Secretaría de Control municipal por la Sra. Raquel, quien nos pidió que iniciáramos un expediente, por lo que reunimos fotos, testimonios y cálculos de los daños ocasionados. Tal empleada me atendió varias veces personalmente y telefónicamente, pero nunca recibimos una respuesta concreta.
Me pregunto ¿siempre es necesario tener que iniciar un juicio, en el que el demandante deba esperar un largo tiempo para obtener la correspondiente respuesta, y por el que la Municipalidad deba pagar montos altísimos, cuando todo se habría evitado si se hubiese solucionado oportunamente el problema?
Entiendo que la modalidad política es: que lo pague la gestión que nos sigue. ¿Será esa su política? Es un tema que todo un barrio discute en torno a mi domicilio.
Mientras tanto espero alguna respuesta a mi demanda. Un diálogo con el intendente o alguien con poder de decisión sería una respuesta.
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JOSÉ CÁNDIDO
Por años, los jubilados del Estado provincial luchamos por la reglamentación de los derechos que nos otorgaba nuestra Ley de Jubilaciones, la N° 6.915, en sus artículos 53 y ss. Logramos, por fin esa puesta en marcha de la Cámara Asesora de Previsión Social -único espacio institucional de representación de los pasivos provinciales-, que se hizo mediante Resolución N° 0541/2011. Esa conquista enriqueció la Seguridad Social santafesina con debates y aportes valiosos. En el medio, logramos -con esfuerzo de argentinos- que la Asamblea de Estados Americanos sancionará una norma de Protección de los DDHH de las Personas Mayores. Luego, nuestros congresales nacionales sancionaron la Ley N° 27.360. que por el inciso 22, artículo 75 aquellos derechos sean parte de nuestra Constitución Nacional. Intereses aún no declarados, se dictó un Decreto desde el Ministerio de Trabajo provincial -N° 002/2021-, que se colocó por encima de la Ley y sus Decretos reglamentarios y abrogó/derogó aquel instituto de participación de los viejos para sostener, reclamar normas de leyes provinciales, nacional e internacionales que los Estados parte -Santa Fe lo es- se han comprometido a respetar y asegurar a todos los jubilados y pensionados de esta provincia.
Gritando por tener un espacio de debate, de generación de ideas para mejorar nuestro sistema de Seguridad Social, hemos quedado disfónicos.
Desde este espacio que nos permiten, hacemos un nuevo llamado al gobierno provincial, sus ministros, para ser convocados. No es nuestra voluntad ir en queja a la Unidad Fiscal para que se investiguen los hechos y las omisiones en la materia. Menos aún apelar al artículo 36 que les confiere a las personas mayores denunciar incumplimientos que tienen su génesis en la OEA. Pedimos, rogamos, la restitución de la autonomía de participación y dignidad dañadas por aquel exabrupto Decreto N° 002/2021 y que se restablezca el marco de los principios de igualdad y no discriminación que articula y da sustento normativo y valorativo a la estructura y al desarrollo de los grupos más vulnerables y de los Derechos de la Vejez. Estamos en estado de disfonía, pero nunca de resignación.
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LUZ MARÍA BALBASTRO
Hacer memoria no es memorizar. Hacer memoria es pensarse, ubicarse, inscribirse en un caminar como pueblo colectivo múltiple y diverso, un pueblo que "hace historia".
Por ello mismo, resulta necesario recoger el legado de quienes en otra época estuvieron en las mismas calles.
Del libro "Travesías de tiempo somos"
Estas palabras de Eduardo Galeano quise recuperar en estos días, que tanto se hablará de memoria.
Y es que la memoria es un proceso de naturaleza compleja y, si de memoria colectiva hablamos, sin dudas que el proceso es aún más complejo.
El entramado de realidades que implica tejer una memoria colectiva no es la simpleza peligrosa de sumar y sumar vivencias y repetirlas en el tiempo forzando una símil verdad.
Es un proceso que conoce y reconoce a las individualidades de todos y cada uno de los protagonistas. Es con la voz de todos. Sí, darle lugar a la voz de todos es lo que permite tejer vínculos que entraman y sostienen un legítimo encuentro democrático. Es por eso que se reconoce a la memoria colectiva y democrática como un proceso reflexivo. Un tiempo y espacio contextualizado donde podamos comprendernos y conocernos. Tiempo y espacio donde se encuentren referentes, orígenes, razones, intenciones, ya sea logradas o pendientes…
"Tiempo que dice
De tiempo somos.
Somos sus pies y sus bocas.
Los pies del tiempo caminan en nuestros pies.
A la corta o a la larga, ya se sabe, los vientos del tiempo borrarán las huellas.
¿Travesía de la nada, pasos de nadie? Las bocas del tiempo cuentan el viaje". Eduardo Galeano
Es ese viaje de la memoria el que nos da sentido de pertenencia.
La referencia a un pasado común permite construir sentimientos de autovaloración los que, al ser sostenidos con coherencia, sientan las bases para la identidad de un pueblo. Por eso es tan importante, en este proceso democrático de memoria colectiva, defender la libertad de expresión y la diversidad de pensamiento para no caer en lo mismo que se pretende cambiar.
Omitir verdades, torcerlas, sesgarlas son el virus de la propia destrucción en todo proceso de tejer memoria hacia las nuevas generaciones.
Desdibujan el dolor y la violencia,
violencia de todo tipo,
la de las guerrillas,
la de las autodefensas,
la de las bandas criminales,
la de sectores del Estado,
las que agreden al Estado
la de los medios de comunicación,
las de las silentes miradas cómplices,
y, por supuesto, nuestras propias violencias cotidianas, derivadas de todas las anteriores, resultado del poco valor que se le da a la vida en una sociedad enferma por años de rencores internos, frustraciones, exclusión e inequidad.
Como si fueran las luces, las sombras y también las penumbras de una memoria a veces desmemoriada …