Municipalidad: reclamo 4.060/23
SUSANA
"En calle Francia al 2900 casi esquina Gobernador Crespo, vereda impar, hay un árbol cuyas ramas han crecido de tal manera que impiden la visión cuando se intenta cruzar la calle. Los automóviles circulan de sur a norte en una vía que es muy transitada. En ocasiones a gran velocidad. Los peatones tenemos que atisbar entre las ramas para encontrar el momento de cruzar por calle Crespo hacia el este, a veces durante muchos minutos. He realizado dos reclamos a la Municipalidad: el primero el 23 de enero y el segundo el 15 de febrero del corriente año. El número de reclamo es 4.060/23. Todavía no he tenido respuesta. Si no es época de poda algo deberá hacerse para evitar que suceda un accidente. Creo que es obligación ciudadana comunicar al Municipio lo que se necesita para que la ciudad esté en condiciones habitables. Otro reclamo es para que se controle el estado de algunas veredas, ya que al no estar en condiciones adecuadas, pueden provocar caídas. Debería organizarse un concurso y darle un premio a los ciudadanos que nunca se cayeron debido al mal estado de las veredas. Debe haber muy pocos en esta Santa Fe de la Vera Cruz. Gracias al diario El Litoral por publicar mi reclamo".
Penoso
AMÉRICO JOSÉ DEMARÍA
"Es inconcebible ver el estado en que se encuentra la iluminación del Puente Colgante. Tanto que se llenan la boca los integrantes del Ejecutivo municipal, desde el intendente hasta los encargados del turismo, destacando las bondades de la Santa Fe turística, y luego mostrar esta oscura realidad del puente, con luces apagadas en su mayoría y otras que simulan un velorio (será que Santa Fe se murió hace rato?) Durante todo el feriado largo de carnaval (con miles de turistas en la ciudad, según los funcionarios municipales), el puente permaneció así. ¿Para qué tanta alharaca cuando se inauguró este sistema único en el mundo y con garantía de funcionamiento por miles de años? Es el único ícono de la ciudad y su estado actual es la muestra del resto de la misma, destruida y abandonada".
A quien corresponda
FERNANDO NICOLÁS BUSTOS
Motivan la presente, la constante falta de presencia del Estado municipal en las calles, tanto de personal de tránsito como de mantenimiento, barrido, limpieza y de seguridad como la GSI.
En la esquina de Bv. Pellegrini y San Jerónimo, donde se encuentra una casa de comidas, hay una parada de colectivos y ahí se juntan muchas personas, en su mayoría estudiantes. Es realmente calamitoso, con calles y veredas llenas de yuyos, rotas y con aguas servidas, estancadas. Los cadetes de delivery ocupan todo el reducido espacio donde se espera el ómnibus; a veces hasta 9 motocicletas estacionadas en la vereda, a la espera del despacho del producto de esa tienda.
Los transeúntes estamos verdaderamente hartos de las veredas llenas de basura, cacharros, cordones rotos, yuyos, aguas servidas en todo el distrito centro.
En los barrios es peor, basta con recorrer Santa Rosa de Lima y San Lorenzo, para ver el nivel de marginalidad y orfandad por parte de Estado. Eso sí muestra la matriz y las pruebas del abandono absoluto; pero llenos de carteles de políticos haciendo campañas cada 4 años. A esos barrios se los puede comparar con el Congo belga tranquilamente, el cuarto mundo, una miseria impresionante...
El lanzamiento de las bicicletas nuevas también, pura campaña política: tuve que llamar a la Municipalidad el jueves 2 de marzo, para avisar que el número de celular que brindaban pertenecía a un usuario a quien estaban torturando con llamadas, al ser incorrecto el contacto. Finalmente lo cambiaron, según los telefonistas de la Municipalidad, pero sigue siendo un desastre el sistema: nadie atiende al número oficial. Por otra parte, algunos usuarios pícaros y malevolentes dejan sus bicicletas particulares atadas en los espacios donde van ancladas las otras, las que tienen un mecanismo especial de ajuste seguro. Toda una mamarrachada, una tomada de pelo más a los ciudadanos que pagamos impuestos religiosamente.
Finalmente el tema trapitos y personas que pareciera que quieren vivir en el centro, con todas las comodidades pero sin pagar nada, armando carpas y ranchos en cualquier parte. Un caso particular, que ya fue denunciado, ocurre debajo del puente Oroño, en barrio Candioti Sur: gente que sale de las villas miseria o que viene de otras provincias a asentarse en esas zonas.
En la Facultad de Derecho y el Rectorado, en San Jerónimo entre Bv. Pellegrini y Cándido Pujato, tomaron toda la cuadra, con colchones, elementos personales, comen y duermen en la calle, tienen relaciones sexuales en la vía pública, cuelgan su ropa en las ventanas de un edificio histórico donde se sentaron las bases de nuestra Constitución Nacional, rompieron las veredas, arrancaron no se sabe de dónde un bicicletero y lo tienen ahí. Cruzan a los gritos, escupen, molestan y exigen dinero. Da terror ir a cursar a esa facultad.
Los profesores dan clases y ellos están ahí abajo de las ventanas a los gritos, ponen música... Una vergüenza y un nivel de abandono, repito, nunca antes visto. Otra zona donde hacen lo mismo es frente a la Casa de Gobierno, por calle San Martín donde se encuentra el convento de San Francisco.
La verdad que cuando uno ve estas cosas a diario se pregunta ¿y el Estado dónde está? No puede ser todo esto. Ya no es convivir, es sobrevivir.
Las calles están tomadas por trapitos. Ya los denuncié cientos de veces en la Municipalidad; que el Concejo Deliberante se reúna con autoridades de la provincia, de los poderes Legislativo y Judicial, porque se trata de una tarea conjunta. No puede ser que yo vaya camino a la facultad con mi sobrina y estén dos personas a plena luz del día fornicando en la calle en un colchón, tapados por cartones y ropa colgada cual villa de emergencia, en un monumento histórico nacional.
No me voy a rendir y continuaré reclamando por todas las vías: Municipalidad, medios de comunicación, seguridad provincial, derechos humanos, Defensoría del Pueblo, etc.
Ya es el hartazgo, abandono total por parte del Estado municipal -sobre todo-, provincial y nacional. Espero que empiecen a resolver esta terrible situación.