En el 78° aniversario de la liberación del campo de exterminio nazi de Auschwitz-Birkenau
Por Asociación Cultural y Deportiva Israelita Argentina I.L. Peretz.
En el 78° aniversario de la liberación del campo de exterminio nazi de Auschwitz-Birkenau
Martes 7.2.2023
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El 27 de enero de 1945, las tropas soviéticas del Ejército Rojo, en su marcha victoriosa hacia Berlín, capital del Reich, liberaron el campo de exterminio nazi de Auschwitz-Birkenau. No se imaginaban el horror que allí encontrarían. Auschwitz no fue la antesala del infierno: fue el infierno mismo. Más de un millón de personas, representantes de todas las nacionalidades europeas, pero básicamente judíos y gitanos, fueron exterminadas en esa fábrica de matar que había diseñado el Tercer Reich presidido por Adolf Hitler.
A 78 años de aquel acontecimiento, la memoria sigue siendo un arma poderosa y no solo para no olvidar, sino fundamentalmente para evitar que tales atrocidades se repitan. Los crímenes que allí se perpetraron superan las fronteras de lo comprensible, siendo incluso hasta hoy uno de los crímenes más horrible jamás cometido en toda la historia del mundo, Auschwitz fue pensado y ejecutado como una industria de la muerte.
Como relataría Anatoly Shapiro, el primer oficial soviético que entró en el campo de concentración de Austwichtz: "Había tal pestilencia que era imposible estar ahí por más de cinco minutos. Mis soldados no lo podían soportar y me rogaban para que los dejara ir. Pero teníamos una misión que cumplir".
Las tropas soviéticas liberaron a unos 7.000 prisioneros aproximadamente que lograron sobrevivir. Se calcula que en el campo murieron algo más de 1.100.000 personas, en su inmensa mayoría judíos polacos. Cuando entraron, como relataba Shapiro, lo que vieron fue inimaginable para cualquier ser humano: miles de cuerpos tirados, casi solo huesos, mujeres, niños, ancianos, las cenizas al viento restos de los hornos crematorios.
Esos 7.000 sobrevivientes no parecían seres humanos, sino fantasmas, no reaccionaban, algunos murieron al probar la comida que les daban los soldados, sus estómagos no la soportaban. Por todo esto es que hay que recordar, porque esto no fue solo un crimen contra los judíos no, fue, es y será un crimen contra toda la humanidad, algo que nos queda tatuado en la memoria, que debe ser indeleble.
Pero a la vez, debemos ir más allá de los homenajes: Auschwitz nos convoca al derecho a la resistencia en defensa de la democracia, a cuidar su memoria para que las lecciones de la historia no se desvanezcan en el tiempo y queden solamente como una efeméride en el calendario que hay que cumplir.
Desde la Asociación Cultural y Deportiva Argentina I.L. Peretz es que convocamos a honrar a las víctimas de la intolerancia, honrar a los libertadores que abrieron los portones de la infamia; honrar a los que construyen y construimos el presente y el futuro fundamentalmente basados en la construcción de sociedades justas, libres, emancipadas, lejos de cualquier horror y protegidas de cualquier opresión.
No podemos guardar silencio cuando se produce una injusticia, cuando se cometen masacres. Tenemos que denunciar el antisemitismo y todas las formas de odio y discriminación, ya sea por motivos de origen racial o étnico, religión o creencias, género, orientación sexual, edad o discapacidad.
El antisemitismo causó el Holocausto, pero no se acabó a la vez que este. Una vez más, el antisemitismo está en alza en Europa y el mundo, como también lo están la negación, la distorsión y la trivialización del Holocausto y otras tragedias actuales, que alimentan el odio, los fanatismos y que tienen efectos corrosivos en la memoria".
Por eso vamos a repetir y hacer nuestras las palabras de Anatoly Shapiro: "Si tengo algún mensaje para la siguiente generación, sería muy simple, no permitir ni por un segundo que lo que ocurrió durante estos años, se vuelva a repetir de nuevo".
No olvidar, no perdonar. Por sociedades justas, democráticas y libres.
(*) Documento leído en la Asociación Cultural y Deportiva Israelita Argentina I.L. Peretz con motivo del Día de Conmemoración Anual en Memoria de las Víctimas del Holocausto y de desagravio a las pintadas nazis en su frente.