En una nota reciente, diario El Litoral presenta una definición de la actualidad de la democracia en este territorio, la provincia de Santa Fe. La nota dice lo que aquí se transcribe, en palabras del gobernador Maximiliano Pullaro: "A mí me eligieron para ordenar el Estado, no para que todo siga como estaba". Desde el mes de diciembre de 2023, Pullaro gobierna la provincia. La nota define: "El gobernador defendió los resultados de la aplicación de la ley de narcomenudeo y el incremento del patrullaje policial. De cara a un nuevo paro judicial, fuerte cuestionamiento a la Corte Suprema y a los gremios docentes".
Cualquiera sabe, debería saberlo, que la ley de narcomenudeo permitió que la policía provincial actuase "legalmente" en el tema narcotráfico y sus delitos conexos. No es una diferencia mínima. Tenía y tengo mis reservas sobre el resultado final, con los años, sin un eficaz control y auditoría, pero los informes y porcentajes de delitos -básicamente inseguridad urbana, muertes y violencia indiscriminada- dejan en su mínima expresión las objeciones.
La nota dice: "El gobernador Maximiliano Pullaro destacó los resultados de la ley de narcomenudeo, frente a las críticas que desató su implementación; reclamó una Justicia eficiente, 'honestidad intelectual' en el debate por las vacantes y la renovación de la Corte Suprema; puso de resalto el incremento de móviles policiales, los ahorros por la reducción de ausentismo docente y por administración eficiente en la obra pública, y desafió: 'Si alguno se rebela porque quiere mantener algún privilegio, a mí me va a tener enfrente' (esta es otra cita textual)...".
El punto clave de este discurso, frente al total de los funcionarios, en un acto programado, pero que en la nota se indica como de alta sustancia, es el siguiente: "Pullaro quiso aprovechar la oportunidad para referirse a 'dos o tres cosas', en una alocución cargada de tensión y en la que no faltaron imputaciones más o menos directas". Entiendo, según la nota y lo que de ella se desprende, que el eje está en esta frase del gobernador: "Porque a mí me eligieron para gobernar y para ordenar el Estado, no para ver que las cosas pasen y que todo continúe de la misma manera". Parecería que en esta frase de Pullaro se puede encontrar el eje. Es joven y tiene un capital político que lo deja solo en el escenario territorial. No se consiguen fácilmente mas de un millón de votos ("soy gobernador elegido por 1.032.000 santafesinos", dijo). Es el primero. Sobre la realidad política va el análisis: ¿Dónde está parado Maximiliano Pullaro?
El peronismo no encontró en Omar Ángel Perotti un líder, un conductor, un organizador y hoy es una diáspora sin luces en un camino mal trazado y con recorrido incierto. Recuerda un verso de un tango: "Tu pálido final". Era la gran esperanza del retorno. Tiempo pasado. El peronismo en la provincia es un partiquino de una obra donde no es importante. Sniff (lloran sobre el pasado de incompetencia para construir, el presente minusválido y el futuro incierto). Cabría agregar que, en el plano nacional, una señora mayor y caprichosa es el eje que aglutina: CFK. Sin ella o con ella es igual de lamentable el porvenir. Atados al siglo XX, el peronismo no ha logrado entender el cambio secular. En la provincia imposible olvidar el desastre ecológico que provocó Marcelo Fabián Sain, ministro nombrado por Perotti… ¿Se entiende? Además de la incapacidad y el egoísmo… dejaron que mandase Sain. Es mucho, eso no tenía retorno. No lo tiene.
Al margen de todo eso, la presencia de la señora Amalia Granata pone un número asombroso de representantes que el pueblo santafesino votó sin exigirles una definición sobre cuestión alguna. Ni Justicia, Educación, Seguridad, nada de nada. Llegaron con apoyos "a libro cerrado". Son tantos como el peronismo, acaso más. Sorprendente. Ella, la señora Granata, sabe cómo explicarlo y darle valor a lo suyo. Juego de palabras: pasó de lo mediático a la inmediatez del tablero político. Solo elogios a sus reflejos.
El socialismo (PSP) es una fuerza centrada en el sur de la provincia y su poder reside en los 14 diputados que suman –si se mantienen unidos los tres subsectores que lo conforman- una barrera que exige/practica el peaje ideológico sobre Pullaro. La cuestión es el almanaque. Hasta cuándo. No tienen relevos sustanciales en el sur, el intendente Pablo Javkin no es propio ni muy cercano y desaparecieron las figuras con relumbre: Hermes Binner y Miguel Lifschitz. La sobrevida es una incógnita que no tendrá respuesta hasta 2027. No hay nadie con tanta luz propia.
Los frentes sobre los que trabaja el gobernador se reducen a los elementales. Seguridad. Educación. Obra pública. Empleados del Estado. Justicia. En todos ellos su presente y su futuro. Está claro que el gobernador, como cualquier funcionario electo para decidir sobre el pueblo y su confianza (deliberamos y gobernamos por él, que nos representa), se define por sus obras,… pero deben tenerse en cuenta sus declaraciones.
Pullaro no quiere que "las cosas continúen de la misma manera", esas son sus palabras. Con la CSJ (Corte Suprema de Justicia Provincial) hay una clara definición: cambio. Más número. Necesidad de un parcial equilibrio de género. Debe avanzar. Todos creen que puede. Para el fin de año legislativo falta poco. Siempre está la puerta de las "reuniones extraordinarias". Suspenso. La Reforma va atadita con una secuencia de votos que sí… o no. Los votos de legisladores "pesepos" (del PSP) son parte del peaje ideológico mencionado ¿Qué pedirán los socialistas que aun entre si se negaron la posibilidad de reforma (Antonio Bonfatti versus Miguel Lifschitz)?
Quedan dos subgrupos de importancia, el peronismo, que siempre negó la doble elección desde la oposición y cuando le tocó ser gobierno no supo ni pudo tratar el tema y ojito, ojito, falta la señora Amalia que, sonriente, tiene el teléfono despejado. En el Senado Felipe Michlig es un viejo "centrojás" en la mitad de la cancha, que distribuye juego hacia adelante y alerta a la defensa.
Con las Jubilaciones y la Previsión Social la diferencia conceptual se hizo visible. Allí está una batalla con alto avance, en la Casa Gris dicen que está resuelta. Los gremios del Estado lo saben bien. Y las jubilaciones estatales son un tema que parece que tiene resolución, todos estamos contra el despropósito de cifras muy arbitrarias e injustas. Ganar tanto excede la razonabilidad si se confrontan esas cifras con la de los salarios de las nóminas normales.
Una cuestión de lenguajes y convenciones (de lenguaje) lleva hacia dos suposiciones que, se repite, aparecen por los convencionalismos. La primera es que si Pullaro no quiere que las cosas continúen de la misma manera y si, además, ha dicho "si alguno se rebela porque quiere mantener algún privilegio, a mí me va a tener enfrente" debe entenderse que no se quedará quieto si la lógica de "la burocracia patricia" de Santa Fe lo frena, como si el mecanismo de "indiferencia rosarigasina" no lo entiende.
También será necesario advertir, como segunda suposición, que su destino es crecer en el ámbito territorial, el de la región, el de la nación. El manejo de Santa Fe de "la Hidrovía" es una buena señal que se desea participar. La participación en la UCR y sus alianzas es otro. Tal vez sea necesario recapacitar sobre una frase de claro corte institucional: "Nosotros podemos sacar a Santa Fe adelante y Santa Fe puede ser la locomotora que empuje al cambio que viene en Argentina. Y para eso hay que ordenar el Estado".
"Ordenar el Estado". Eso no es Javier Milei. Eso no es Mauricio Macri. Eso no es CFK ni Axel Kicillof. Es otra cosa. ¿Radicalismo Siglo XXI? ¿Pan radicalismo? ¿Una Alianza en serio? El gobernador de Santa Fe está parado en cosas del porvenir. Nunca se hacen porque sí. Ni por casualidades. Se construyen. Parecería que el gobernador está parado pensando en lo que viene. ¿Podrá? ¿Con quiénes? No tengo las respuestas, soy periodista, tengo las preguntas.
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