Viernes 15.12.2023
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Los tres pilares del peronismo/justicialismo hasta constituyeron un partido en tiempos de proscripción. Partido Tres Banderas. Se trata de: "Socialmente Justa, Económicamente Libre y Políticamente Soberana". Es eso. Cuando se dice "Socialmente Justa" se redefine como "Justicia Social". En el siglo XXI, el peronismo, dominado por los Kirchner -más la ayuda de Mauricio Macri y Alberto Fernández-, fabrica pobres y más pobres, por lo tanto a la justicia social se la considera un fracaso y se la altera insistiendo: "les damos planes, que son parte de la justicia social".
El yerro es grande y poco menos que inatajable. Cuando Juan Domingo Perón planteó aquellas opciones (con bastante de socialismo europeo enquistado y el valor del Estado, según los teóricos del socialismo utópico), como un "tome o deje, estos son los ejes", el país no estaba bien, las conquistas sociales no existían y -de hecho- la igualdad ante la ley menos. El Estatuto del Peón de Campo, las leyes de ancianidad y aquello de "los únicos privilegiados son los niños", hacen referencia a la quita de privilegios de clase, injusticias jurídico-sociales, humillaciones y lo dicho: vasallaje.
Es Javier Milei, ciertamente, quien pone las cosas en claro: la justicia social le quita al que tiene para darle al que menos tiene y "eso es injusto". Parece ser casi un trabalenguas: la justicia social es injusta para con toda la sociedad. Es un mensaje claro de "cambio de paradigma", pero… no sé, no sé. Eso dice Milei. Termina aclarando que a los que están más que pobres y sin destino no los matará de hambre, que algo se hará.
Si ubicamos a Perón en el Golpe de Estado de Edelmiro Farrell (4 de junio de 1943), su posición sobre el poder que tenían los golpistas era mínimo, pero las injusticias sociales, básicamente en los centros urbanos, muy grande. También la situación feudal en los territorios provinciales. En la amplia extensión de un país agrícola-ganadero, sin explotación intensiva, Perón toma posición y actúa. Nadie sabe si "lo vieron venir". Humm.
No es nuevo ni único, pero el concepto que se ataca, que Milei ataca, es el de la distribución de la riqueza y, al decir de los teóricos de la panza llena (y el corazón contento), se trata de anular una movilidad social ascendente, la que está herida, mal herida. Está claro: el 50% de pobres, muy pobres e indigentes, no son el mejor ejemplo de movilidad social ascendente. Pero hay un nuevo presidente… ¡Hola! Milei tiene ese porcentaje de argentinos en mal estado y se los carga a la espalda. Nota: todas sus menciones son unívocas, "habrá asistencia a esa fracción". Milei no puede esquivar el número, muy grande, de la sociedad actual en situación miserable.
Usemos el concepto más claro: en el siglo XXI no hay una reformulación que adapte el peronismo/justicialismo a las condiciones de la sociedad en Capital/Trabajo/Regulación del Estado/Leyes Impositivas y Laborales/ representación y conciliación de partes. Ni teoría, ni práctica, ni actualización doctrinaria. Solo cargos y privilegios.
Milei es entendido por la clase alta, la declinante clase media y los que tienen poco y nada, sumados a los que nada tienen, reunidos por un cansancio ante la deshonestidad del discurso. Sí, claro, hay un movimiento universal que gira hacia la derecha y muchos de ellos vinieron a aplaudir, pero, caramba… ¿Estábamos bien? ¿O Milei obtuvo un voto mayoritario transversal? Respuesta: sí, lo obtuvo. Razón interna: clase política que fabricó el rechazo a sí misma y la apertura a Milei.
Gildo Insfrán como político en la provincia de Formosa y Armando Cavallieri como sindicalista (también Moyano padre), ayudan a explicar qué poco puede hacerse cuando su existencia tensa la cuerda hasta la pregunta que puede romperla: ¿Qué son la representación y el mandato popular? Milei, al tener el campo sin piedras, lo convierte en camino y avanza sobre un punto que se oscureció: la representación popular. Cada persona un voto, el respeto por las mayorías. Las juras ridículas autorizan a decir que tampoco se respeta la Constitución Nacional. Algo de esto existía desde 1930 a 1943. Similar.
Milei obtuvo un voto mayoritario que lo legitima según la forma tradicional del voto en Argentina. Universal y obligatorio. También secreto. Anuncia su anatema sobre la casta, la burocracia y es con ella que desenvuelve sus posibilidades de administrar el Estado. La contradicción es más rápida que el olvido. Es con ellos que "co-administrará". Milei fabrica un ágora esencial. Es su esencia de lenguaraz la que lo pide y debemos buscar "lo esencial de su discurso" (es necesario insistir con la palabra "esencia"), donde su centro es: "Créanme, estamos muy mal. Hay que sufrir más aún. Vamos por el sacrificio que redima".
Repito: en una fuente propia de una Atenas particular, Milei se fabrica una entronización, si repite el método será más que claro que su camino es el discurso directo, sin la intermediación parasitaria de los programas políticos y los medios tradicionales. Cuenta que somos desgraciados. Su manejo de las redes lo pone en una dimensión, una potencia, un material de alto impacto que supera por millones a los de la política tradicional. "Mi heredero es el pueblo" (JDP)
Cuando Perón enfrenta a la Unión Democrática, la enfrenta con sus "palabras fuerza" y confronta el discurso vencido de un marxismo dieciochesco y el liberalismo sin redención, que aplaudía golpe tras golpe sin cesar de aplaudir. Perón, de un modo indirecto, le gana a Robustiano Patrón Costa una pulseada en la historia (el salteño era el candidato elegido por "la casta" en 1943).
"Previstas para abril de 1946, las elecciones debieron adelantarse ante la necesidad de legitimar la conducción de las políticas de gobierno que se veían afectadas por la revolución de 1943 y que no dejaban a toda la ciudadanía una participación democrática. Con apenas dos meses de campaña, el Frente de corte progresista incluía al Partido Laborista, a la UCR Junta Renovadora y al Partido Independiente, mientras que la Unión Democrática, de carácter conservador, nucleaba a la Unión Democrática, el Partido Comunista, el Partido Socialista, el Partido Demócrata Progresista y el muy destacado Partido Demócrata Nacional".
"La Marcha de la Constitución y la Libertad, que se dirigió del Congreso a la Recoleta. Cincuenta personalidades de la oposición encabezaban la marcha, entre ellos los radicales José P. Tamborini, Enrique Mosca, Ernesto Sammartino y Gabriel Oddone, el socialista Nicolás Repetto, los radicales antipersonalistas José M. Cantilo y Diógenes Taboada, el conservador (PDN) Laureano Landaburu, los demócratas cristianos Manuel Ordóñez y Rodolfo Martínez, el comunista Luis Reissig, el demócrata progresista Juan José Díaz Arana, el rector de la UBA Horacio Rivarola. La Bolsa de Comercio presionó a la Cámara de Comercio para cerrar todos los establecimientos de la ciudad puerto el día de la marcha".
¿Son estas las condiciones actuales? Es evidente que no, en Argentina han pasado cosas, diría el hijo de Franco Macri. El pan con el grano sin limpiar (pan negro). La carne de descarte con el sello de la "flor de ceibo"; la electricidad "continua" versus la "corriente alterna". El culto a la personalidad con las marchas, los libros y las biografías. Las leyes laborales. La tercera posición y el "tercer mundo". Apagar la única lamparita encendida. Cocina a carbón o leña. Adelanto: cocina a "gas de kerosén". El sueldo no alcanzaba y las leyes laborales vinieron después de "El Tren de la Esperanza". Sucedió. ¿Sucederá?
Básicamente, Perón emerge en una sociedad que, desde la pobreza, empezaba una historia con un punto de cruce que nadie ha roto: el voto popular. Cuando Milei reprocha los males al "voto popular", la puerta que ha dado entrada a todos los gobiernos desde 1983 -incluido el suyo-, se carga el 24 de febrero de 1946 (Perón-Quijano), el 23 de febrero de 1958 (Frondizi-Gómez), también se carga a Arturo Illia y a Raúl Alfonsín, más lo obvio: se carga al peronismo.
Entonces resta una pregunta: ¿Si el suyo es un discurso del hombre frente a la masa, no es similar al "Síganme, no los voy a defraudar"? Deberíamos sumar: "Por cada uno de los nuestros que caigan, cinco de ellos caerán". Alguien insistirá para que agreguemos que con "la democracia se come, se cura y se educa". No podríamos dejar afuera "qué lindo es dar buenas noticias". Lo tentó el balcón pero el discurso inaugural, el de la declaración de amor, fue en la Plaza de los dos Congresos. Calle y griterío donde se oyó claramente: "Po-li-cía" y después la veneración a un serrucho mecánico: "Mo-to-sie-rra". Un elogio y un símbolo rarísimos. Las gorras decían: "Las fuerzas del cielo". Extraño eslogan partidario para alguien sin partido. Misterio a develar. Si uno se fija en detalle su firma en el libro que lo consagra en el cargo, con CFK a su lado, tiene un eslogan: "Viva la Libertad Carajo". Quedó escrito.
Si está objetando la Justicia Social objeta al peronismo. Desde la calle y a los gritos, marchando en un auto descapotable y saludando, "a mí se me hace cuento"… que no lo imita o, al menos, pretende. Los dos perritos de entrecasa son menos que los cuatro mastines ingleses. Perón leía a Carl von Clausewitz, también a Arthur Schopenhauer... y Milei lee la Torá. Falta la foto con el caballo pinto y elegir un día de la lealtad. Por lo pronto le dicen "León". Probemos: "¡León, león, que grande sos!" Habrá que hablar con el espíritu de Rodolfo Scianmarella.