Domingo 3.7.2022
/Última actualización 19:50
Hace un tiempo opiné sobre los movimientos sociales y los catalogué de marginales o excluidos. Ahora me pregunto: ¿habré estado en lo cierto, o me equivoqué? Actualmente me doy cuenta que me equivoqué en catalogarlos, porque el gobierno nacional, con el 50% de pobreza, considera que son políticamente lo más importante que tienen para hablar del desarrollo, la producción y el trabajo en nuestra patria. Porque resulta que todo funciona sobre rieles, como los trenes argentinos (que no existen); tenemos una crisis institucional totalmente evidente y una inflación que nos excede, pero nos dicen que estamos en el mejor de los mundos y que por ello "nos dedicamos y nos preocupamos de los movimientos sociales".
Los empresarios, todos los que dan trabajo, "son ricos inhumanos" y solamente les interesan para que paguen impuestos. Solamente nos preocupamos y ocupamos de los movimientos sociales, arquetipo de nuestro futuro de patria.
¿Cuál es realmente la preocupación de los titulares del Poder Ejecutivo Nacional, sobre este fenómeno de la economía argentina?
El presidente continúa con la política de años de cuando la vice era presidente. Luego vino el gobierno del PRO y después llegó este gobierno. Nada cambió, pero ahora se ha transformado en un botín de guerra, mientras que la vice pide que los fondos que se destinan a los movimientos sociales, que son importantes. Son miles de millones en subsidios, administrados por los líderes de esos movimientos. Entonces al servicio de la política están sumas que se destinan mensualmente para mantener dichas estructuras, que en principio son afines políticamente con el dúo gobernante. Y ello mueve el amperímetro del alto interés de la política nacional, a favor de quienes son expertos en gobernar para aumentar la pobreza, la indigencia, el analfabetismo y la dependencia.
Ante esta descripción: manos a la obra. Semejante sumas de dinero, en manos de líderes, "ya no es confiable". Por ende, debe pasar la administración de las partidas mensuales de dinero a manos de "gente proba", como lo son los intendentes del conurbano, que son parte de la provincia de Buenos Aires, en función de la elección para presidente de 2023. No hay que olvidar que desde la reforma de la Constitución, en el año 1994, se eliminaron los electores y generaron una sola circunscripción, por lo cual el presidente de la nación se resuelve en el conurbano bonaerense, símil La Matanza.
Para fortalecer los "ejes de la carreta" se necesita "engrasarlos" y que mejor que utilizar los dineros del Estado, aportados por los ricos que dan trabajo, o sea el pueblo, para sus fines políticos. Lo que es llamativo es que lo hacen tan abiertamente y no a escondidas.
A todo esto, qué dicen los señores gobernadores que se reúnen para hablar de federalismo. Y que dice la CGT. De parte de quién están, del cambio en la sociedad, o están a favor del aumento de la pobreza y la indigencia, que al final son el sustento de la continuidad de la decadencia hacia la dependencia y degradación de los ciudadanos argentinos y de nuestra patria.
Reflexión: si nosotros, el pueblo del trabajo, permitimos el crecimiento de la dependencia, seremos una patria esclavizada y mediocre. "¡Que Dios y la Patria os lo demanden!", a los artífices de esta política.