Por Lic. Silvana Etchepare
Enfoque psicológico
Por Lic. Silvana Etchepare
En un mundo en constante cambio, el casamiento ya no es la única opción para muchas parejas que desean compartir sus vidas juntas. Y aunque sigue siendo una institución significativa para muchos, cada vez más parejas deciden no casarse. Como psicóloga, especialista en terapia de pareja, les menciono algunas de las causas por las cuales, las parejas, elijen no casarse.
1) Cambio en las percepciones culturales y sociales: En generaciones anteriores, el casamiento era visto casi como una obligación social y un rito de paso ineludible. Hoy en día, las normas culturales han cambiado significativamente. La sociedad moderna valora más la individualidad y la libertad de elección, lo que permite a las parejas definir su relación fuera de las convenciones tradicionales. El estigma de no casarse ha disminuido, y las parejas sienten menos presión para conformarse a este modelo.
2) Prioridades personales y profesionales: Muchas parejas eligen enfocarse en sus carreras, educación y desarrollo personal antes de considerar el casamiento, o incluso en lugar de ello. Las metas profesionales y personales a menudo requieren tiempo, energía y compromiso, y algunas personas sienten que casarse podría interferir con estos objetivos. Además, la independencia financiera de ambas partes ha permitido que muchas parejas elijan convivir sin la formalidad del casamiento.
3) El costo del casamiento: Casarse puede ser costoso, desde la ceremonia hasta la celebración. Para muchas parejas, estos gastos no justifican la inversión, especialmente si ya viven juntas y comparten una vida en común. Prefieren utilizar ese dinero en otras prioridades, como comprar una casa, viajar o invertir en experiencias significativas.
4) Experiencias pasadas y temor al compromiso: Las experiencias personales, como haber visto un divorcio complicado en la familia o haber pasado por una separación difícil, pueden influir en la decisión de no casarse. Algunas personas pueden sentir miedo al compromiso a largo plazo o la posibilidad de que una relación legalmente vinculante termine en conflicto. Prefieren mantener una relación basada en la elección diaria, sin las implicaciones legales del casamiento.
5) Satisfacción con la cohabitación: Para muchas parejas, convivir sin casarse ofrece todos los beneficios de una relación comprometida sin los trámites legales. La cohabitación permite a las parejas vivir juntas, compartir finanzas y planificar un futuro sin la necesidad de formalizar legalmente su unión. Muchas parejas consideran que su compromiso emocional es suficiente para validar su relación.
6) Rechazo de las instituciones tradicionales: El casamiento es una institución con raíces tradicionales y, a menudo, religiosas. Algunas parejas eligen no casarse como una forma de rechazo consciente a estas instituciones. Prefieren construir su relación y compromiso en términos propios, sin las connotaciones históricas o religiosas del casamiento.
La decisión de no casarse es una elección personal que refleja las cambiantes percepciones y prioridades de la sociedad moderna. Las parejas hoy en día valoran la libertad de definir sus relaciones en sus propios términos, priorizando su desarrollo personal, financiero y emocional sobre las expectativas tradicionales. Ya sea por motivos financieros, profesionales, o simplemente por preferencia personal, no casarse es una opción válida y respetable en la búsqueda de una vida en común satisfactoria y significativa.