Hacer comentarios sobre la inseguridad de delincuentes comunes y del narcotráfico es estar con tiempo libre y porqué a quién de los Gobiernos Nacional y Provincial realmente les interesa.
Hacer comentarios sobre la inseguridad de delincuentes comunes y del narcotráfico es estar con tiempo libre y porqué a quién de los Gobiernos Nacional y Provincial realmente les interesa.
He leído una entrevista que nuestro diario local le hizo al presidente de la Corte Suprema de la Provincia, donde con mucho realismo y conocimiento define concretamente: "Hoy es una obligación moral abordar una reforma de la Policía Provincial, por tener una estructura arcaica y fuera de tiempo". Amplía, además, que algunos sectores de la Policía terminan gerenciando el negocio de la delincuencia.
No se escatima tiempo en reuniones, pero en todas se termina pidiendo la escupidera al gobierno nacional. No pierden ni un segundo en plantear qué somos capaces de hacer nosotros para defender la invasión de la delincuencia y del narcotráfico.
El gobernador, la presidente del Senado, el presidente de Diputados provinciales y el presidente de la Corte Suprema son cuatro personas que nunca se reunieron formalmente para tratar dichos temas. Señores, son los representantes institucionales de la formalidad de la Democracia.
Hoy la institucionalidad democrática está en riesgo concreto de la usurpación del Estado en manos de los delincuentes y los narcotraficantes. Ellos usan armas y la impunidad. Nosotros, el Pueblo, la paciencia esperando que nos toque; y cuando violan nuestros Derechos Humanos, damos gracias porque no nos mataron.
Debemos, los ciudadanos, algunas preguntas: ¿Para que está la organización policial, la justicia representada por fiscales y jueces? ¿Podrá alguna autoridad provincial determinar qué funciones cumplen en defensa de los derechos ciudadanos establecidos en la Constitución Provincial y Nacional?
No soy funcionario provincial, pero puedo contestar lo que la realidad de la calle y todos los medios periodísticos (que en definitiva son la voz del pueblo) nos indican: los representantes de la Democracia, que son cuatro personas, no saben qué explicar ante la realidad existente, son ciudadanos que nunca se los cuestionó ni se les inició juicio político por real incumplimiento de sus deberes constitucionales.
Si sirve de reflexión, lo que hace el gobierno nacional y el provincial, hace años, está demostrado que no tiene resultado. Por lo cual, el gobierno de Santa Fe debería poner en la función que realmente debe tener a la Policía provincial, capacitarla, armarla y darle autoridad.
La dupla que conforman delincuentes y narcotraficantes matan y violan nuestros derechos. A nosotros, dejan que nos maten sin repeler violentas acciones. Nos deberíamos preguntar quién está primero, los derechos de la dupla o los derechos de los ciudadanos. Creemos que estamos custodiados por la policía y la justicia, pero realmente me pregunto ¿cuál es la realidad?
Nuestra provincia está invadida, no es invencible como lo determinó el Brigadier Gral. Estanislao López en su lucha por la autonomía en contra del centralismo de Buenos Aires. Ahora vamos de rodillas a pedirles por favor que nos ayuden y mandan a las Fuerzas Militares como de turismo. Qué vergüenza por los cuatro funcionarios responsables de los estamentos de la Democracia (Ejecutivo, Legislativo y Judicial).
La Provincia de Santa Fe está a la deriva institucional y de seguridad personal y familiar. Me duele la Provincia, me duele la Patria. Todo huele a corrupción.
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