Por Martín Duarte
Por Martín Duarte
Existen muchas canciones dedicadas a los padres. Dejo de lado el himno de Piero a su viejo porque es archiconocido. Y elijo dos composiciones para escuchar, disfrutar y reflexionar sobre la paternidad.
La primera es "Father and son" ("Padre e hijo") de Cat Stevens, creador de éxitos como: "Morning has broken" ("La mañana ha comenzado"), "Wild world" ("Mundo salvaje") o "The First Cut Is the Deepest" ("El primer corte es el más profundo"). La elegida en este caso se presenta como un duelo o debate entre dos generaciones, entre dos puntos de vista de la vida. Un padre trata de hacer entrar en razón al hijo quien quiere tomar vuelo propio en búsqueda de un futuro que lo reclama aunque todavía de manera incierta. Con actitud un tanto conciliadora y conservadora, ese padre dice:
"No es hora de hacer un cambio. Sólo relájate, tómalo con calma. Aún eres joven, ese es tu problema. ¡Hay tanto que debes saber! ¡Encuentra una chica! ¡Sienta cabeza! ¡Si quieres, puedes casarte! Mírame, estoy viejo pero soy feliz. Una vez fui como tú y sé que no es fácil estar tranquilo cuando las cosas no salen como uno espera. Pero tómate tu tiempo, piensa mucho. Piensa en todo lo que tienes. Porque tú todavía estarás aquí mañana pero tus sueños tal vez no".
El hijo responde:
"¿Cómo puedo explicarlo? Si cuando lo hago, se aleja de nuevo. Y siempre ha sido la misma vieja historia. Desde el momento en que pude hablar, me ordenaron escuchar. Ahora hay un camino y sé que tengo que irme. Todas las veces que lloré, mantuve todas estas cosas que sabía ocultas. Es difícil, pero es más difícil ignorarlo. Sé que tengo que irme muy lejos".
La canción se gestó como parte de un proyecto llamado "Revolussia" que trataba sobre un joven que quería unirse a la revolución rusa en contra de los deseos de su padre granjero conservador. Esto se frustró cuando Stevens contrajo tuberculosis en 1969 y estuvo al borde de la muerte. Un año después, aquel proyecto original renació transformado en una melodía que aún refleja los conflictos generacionales que muchos experimentamos: primero, con nuestros padres; y luego, con nuestros hijos. En entrevistas, Stevens ha confesado: "Realmente nunca entendí a mi padre, pero él siempre me dejaba hacer lo que quería, me dejaba ir. 'Father And Son' es para aquellas personas que no pueden soltarse. Algunos piensan que me estaba poniendo del lado del hijo. Pero, ¿cómo podría haber cantado la parte del padre si no podría haberlo entendido también?"
Para cerrar el comentario sobre esta canción, cabe subrayar que la actitud del hijo se puede relacionar con la exploración espiritual que ha realizado Stevens a lo largo de su vida y que, por ejemplo, se refleja en el cambio de su nombre. En los comienzos de su carrera, optó por el nombre artístico "Cat" que le sugirió su novia ya que sus ojos se parecían a los de un gato. Luego, a raíz de dos eventos traumáticos que lo pusieron al borde la muerte, inició una búsqueda espiritual que derivó en su conversión al islamismo. A partir de la lectura del Corán, Stevens se sintió identificado con José, el hijo de Jacob, que había sido vendido como mercancía a los faraones egipcios. El músico entendió que él, como José, era vendido por la industria disquera como un "objeto de consumo". Por eso, adoptó el nombre de Yusuf que viene del árabe y equivale a José. Por un tiempo, abandonó los escenarios pues percibía cierta incompatibilidad entre la vida de artista y su creencia religiosa.
La segunda, es una canción de Harry Chapin del año 1974: "The cat's in the cradle". La letra nació como un poema escrito por la esposa de Chapin. Su primera estrofa habla del nacimiento y primeros pasos de un niño: "Mi hijo llegó al mundo justo el otro día; vino al mundo de la forma usual. Pero había que tomar aviones, y pagar cuentas. Él aprendió a caminar mientras yo estaba de viaje, y ya estaba hablando antes de que yo lo supiera. Y mientras él crecía, decía: 'Voy a ser como tú, papá, sabes que voy a ser como tú'".
En la segunda estrofa, ha pasado una década: "Mi hijo cumplió diez años justo el otro día; dijo: 'Gracias por la pelota de béisbol, papá. ¡Ven! ¡Vamos a jugar! ¿Puedes enseñarme a lanzar?' Yo dije: 'Hoy no, tengo mucho que hacer.' Él dijo: 'No pasa nada.' Y se marchó, pero su sonrisa, déjame contarte, decía: 'Voy a ser como él. Sí, sabes que voy a ser como él'".
En la tercera estrofa, el niño se ha convertido en un universitario: "El otro día, llegó de la universidad, parecía todo un hombre. Tuve que decir: 'Hijo, estoy tan orgulloso de ti. ¿Puedes sentarte un momento?' Él negó con la cabeza, y dijo con una sonrisa: 'Lo que de verdad me gustaría, papá, sería que me dejases las llaves del coche. Te veo luego. ¿Me las dejas, por favor?'".
En la cuarta y última estrofa, el padre se ha jubilado y el hijo ya es un adulto que se ha casado, mudado y tiene un niño: "Ha pasado ya tiempo desde que me jubilé y mi hijo se ha mudado. Justo el otro día, lo llamé. Le dije: 'Me gustaría verte, si no te importa.' Él dijo: 'Me encantaría, papá, si pudiera encontrar el momento. ¿Sabes? Mi nuevo trabajo es un fastidio y el niño tiene gripe. Pero por supuesto que me ha gustado hablar contigo, papá. Por supuesto que me ha gustado hablar contigo.' Y cuando colgaba el teléfono, se me ocurrió que él se había hecho un hombre como yo. Mi hijo era tal y como era yo".
Todas las estrofas están hilvanadas por un coro que mezcla lo que parece una charla telefónica con canciones y juegos infantiles: "Y El gato en la cuna y la cuchara de plata. 'Little boy blue' y 'The man in the moon' '¿Cuándo vas a venir a casa, papá?' 'No sé cuándo, pero estaremos juntos entonces. Sabes que ese día la pasaremos genial'".
"The cat´s in the cradle" es un juego infantil que requiere un hilo que se teje entre los dedos de las manos de los participantes; el objetivo del mismo es que ese hilo pase de mano en mano dibujando formas geométricas tantas veces como sea posible, hasta el cansancio, sin que se enrede. De alguna manera, es lo que pasa entre el padre y el hijo de la canción: entretejen una relación accidentada o, mejor dicho, se gesta una forma enmarañada de paternidad que pasa de una generación a otra. La "cuchara de plata" parece hacer referencia a un niño criado entre algodones, con todos los caprichos al alcance de la mano: el nene está rodeado de todas las cosas materiales que el dinero puede comprar pero no tiene -ni siquiera- la atención de su padre por un momento. "Little boy blue" es una canción de cuna; en inglés, la palabra "blue" significa "azul" y también "tristeza": podría decirse que -tal vez- el pequeño niño está triste porque su papá no tiene tiempo de arrullarlo, de hablarle, de mirarlo a los ojos, de escucharlo; es un padre que vive en la luna ("The man in the moon": otra canción infantil en inglés).
Al respecto, Chapin ha confesado que la canción trataba sobre su propia relación con su hijo, Josh, y que: "Francamente, esta melodía me da un susto de muerte". Dicho sea de paso, para oír y comparar: la leyenda de la música country Johnny Cash grabó una versión para su disco "Boom Chicka Boom" de 1989; pero algunos sostienen que la mejor versión (mejor que la original) es la de la banda metalera Ugly Kid Joe: el tema se halla en el álbum "America's Least Wanted" del año 1992.
Hasta aquí, estimado melómano lector, mi "Tiny play list" (diminuta lista de reproducción). Se puede disfrutar en el formato que más te plazca: CD, casete, toca-disco, Spotify o YouTube. Por mi parte, preparo el mate, me pongo los auriculares, aprieto play y me dejo llevar por los acordes: "I'm gonna be like you, dad. You know I'm gonna be like you".