Lunes 31.1.2022
/Última actualización 18:17
La primera vez que escuché la letra de "Naranjo en flor" me atrajo y no ha cesado esa atracción. Ese juego cuidadoso, que no todos los lectores apresurados y cantores a la bartola respetan, un juego de vocales y consonantes que desafía a los no instruidos, me sedujo. "Era más blanda-que-el-a-gua---que-el-a-gua-blan-da". Todo el poema después, pero esa primera frase abre una puerta que no se cierra.
"Que-el-a-gua…" Já temido juego a respetar o declararse ignorante. Las vocales fuertes y su presencia en las notas. Un buen examen de atención. No todos ni todas. La versión de Goyeneche es la que más me pertenece, la que más quisiera borrar la de Calamaro y el autor. Respeto la de "El Tata".
En el patio de mi casa, donde me crié, había dos mandarinos, un duraznero, un manzano y dos naranjos, naranja común y de ombligo. En el medio un camino de ladrillos rojos, de patio.
Yo sé, con el yo repetido, yo sé lo que es un naranjo en flor. También, por aquello del crecimiento, los desarraigos y desengaños, también sé sobre promesas vanas de un amor… y como se escapan en el viento.
Hay textos que se entienden de un modo si son una creación que logramos imaginar -por bien escrita y bien entendida- o parte de un suceso donde de un modo absurdo, impreciso, oculto o fortuito, estuvimos o sentimos; en tal caso se entienden de otro modo.
Soy parte de Naranjo en Flor con mis propios azahares y el zumo de esos frutos. Soy de los que ha visto a las abejas libar en las plantas del patio de mi casa en Santa Fe, antes de que los pesticidas redujesen las zonas donde se sienten más libres y la miel que producen es menos infecta. Tal era el mundo en el que una miel libre de pesticidas se conseguía, en mis pagos, sobre fines del Siglo XX. con las silvestres flores de las islas y los parques dentro de la ciudad, pero ya ni esas, entre las vacas, los fertilizantes, las quemazones y las sequías, ni sitio para los panales hay en las islas, que de vírgenes y poco holladas solo el recuerdo. En los parques ciudadanos no hay más "jardineros" y los empleados municipales se dedican a otros menesteres.
No atender a las floraciones, las transportistas del polen y el triunfo colateral, la miel, es no saber por dónde se escapa la vida. La poesía de Naranjo en Flor, al traer esos azahares y su perfume ("perfume de naranjo en flor, promesas vanas de un amor…") nos pone en ése punto. Entender o recordar y por tanto entender. Ah… la poesía y sus senderos… ¿cómo es el agua blanda?
Notación que desconcentra: ¿el agua blanda no será la inspiración de Bauman y sus ciudades, países y democracias líquidas, claramente como el agua blanda…? "Noticia en desarrollo" suelen poner los aventureros del espacio que cubre Internet y la nube de algoritmos. Deberemos/ lo haremos/ volveremos sobre este tema. Argentina hace mucho tiempo que es líquida.
En muchos casos hay citas equívocas y el uso de fuentes periodísticas para algunas críticas, pero nada que avance sobre el eje que se niega, se esconde pero está: de dónde venimos y a dónde vamos.
Los poetas terminan siendo el texto final que se busca siglos después. Qué idea, qué juego, qué sociedad, al cabo, es la que conformamos. El tango sigue siendo un eje portuario con pocos subterfugios y muchas certezas. Discépolo es tan fatal como inapelable. La gente que es brutal cuando se ensaña… sufre y se destroza hasta entender que uno se ha "quedao" sin corazón.
"Llegamos de los barcos": la canción de Litto Nebbia que Alberto Fernández confundió con una cita de Octavio Paz es un punto donde se cruzan los equívocos del cualquiera y los yerros que no deberían existir, los oficiales.
Se trata de un tema que el músico rosarino compuso durante su exilio en México (nota: en Méjico compuso "Solo se trata de vivir", una verdadera canción discepoliana). El Presidente pidió disculpas porque la estrofa mencionada generó un fuerte repudio en redes sociales.
Si fuese el letrista, el re escribidor de Alberto Ángel Fernández, el porteño… y abogado, que es visible, audible e incomprensible protocolarmente que no tenga consejero de textos y decires, si fuese el consejero, haría eso, aconsejaría que se aflojase de sus promesas y latiguillos de abogado de bufete y, ya suelto, usase a los hermanos Expósito.
Fernández debe cantar, con su guitarra criolla, estos versos: "Primero hay que saber sufrir, después amar, después partir y al fin andar sin pensamiento"...
Es lo suyo, es lo suyo, lo suyo es eso: andar sin pensamiento y no está mal, es parte de un tango triunfador.
Después, mirando a cámara y sin máquina lectora de textos aclarar la voz y decir: "Perfume de naranjo en flor, promesas vanas de un amor que se escaparon con el viento. Después... ¿qué importa el después? Toda mi vida es el ayer que me detiene en el pasado, eterna y vieja juventud… que me ha dejado acobardado, como un pájaro sin luz". Está claro y entenderemos que Alberto Ángel Fernández porteño… y abogado, cante esos versos de Expósito: "después, qué importa del después…", hay tanta biografía en esa confesión que se completa con lo que todos sabemos y más, sabemos comprender: "toda mi vida es el ayer… que me detiene en el pasado". Para Alberto Ángel es muy claro lo rotundo del poema: después, qué importa del después. Nada explica mejor la vana discusión que un verso: toda mi vida es el ayer…
"Homero Aldo Expósito (Zárate, provincia de Buenos Aires, 5 de noviembre de 1918 – 23 de septiembre de 1987) fue un conocido poeta y letrista argentino de tango. Su hermano Virgilio Hugo Expósito (3 de mayo de 1924 – 25 de octubre de 1997) puso música a decenas de sus letras de tango.
Su inventiva literaria confluía en dos actitudes poéticas temperamentalmente opuestas: el romanticismo de Homero Manzi, y el dramatismo sarcástico de Enrique Santos Discépolo. Impuso una renovación formal de expresión, utilizando la técnica del verso
La letra fue escrita por Homero Expósito en 1944 y ese mismo año lo estrenó Aníbal Troilo con Floreal Ruiz, a quienes la letra les dio muchísimo trabajo pues la versificación y las imágenes no eran las usuales en el tango. Buscando el tono justo estuvieron tres semanas ensayando lo que para muchos era una extravagancia o, lisa y llanamente, no tenía nada que ver con el tango". Wikipedia lo dice.
Además de los nombrados lo grabaron varios artistas, tales como Juan Carlos Baglietto, Bajofondo, Claudio Bergé, Andrés Calamaro, Cacho Castaña, Dyango, Guillermo Fernández, María Garay, María Graña, Jairo, Aníbal Jaule, Rubén Juárez, Patricia Lasala, Raúl Lavié, No te va a Gustar, Reynaldo Martín, Leo Masliah, Gustavo Nocetti, Alberto Podestá, Graciela Susana, Nelly Vázquez y Susana Rinaldi, entre otros, además del registro que hizo el propio Virgilio Expósito en 1992 en su debut como cantante. Falta una versión, la de Alberto Ángel.
No sería un buen asesor si no previese que alguien pida bis y mencione grieta, relato, todos son iguales, etc. El rasgueo acalla a los críticos. El bis es de los mismos hermanos. Toma la guitarra Alberto Ángel y canta: "Cruel en el cartel, la propaganda manda cruel en el cartel, y en el fetiche de un afiche de papel se vende la ilusión, se rifa el corazón...".
No creo que nadie frene la reelección. Los Expósito siempre fueron inatajables. Para las marchitas vamos con "era un bikini amarillo a lunares"… y listo.
Si fuese el letrista, el re escribidor de Alberto Ángel Fernández, el porteño… y abogado, haría eso, aconsejaría que se aflojase de sus promesas y latiguillos de abogado de bufete y, ya suelto, usase a los hermanos Expósito.
Para Alberto Ángel es muy claro lo rotundo del poema: después, qué importa del después. Nada explica mejor la vana discusión que un verso: toda mi vida es el ayer…